Hace algunos meses, les contaba yo de un
ángel mensajero que me alegró el día. Fue una cosa muy simple, pero que llegó en el momento justo.
Traigo esta historia a colación porque resulta que esta vez me tocó ser el ángel mensajero de otra persona, alguien a quien nunca he visto personalmente, que se hace llamar
Coffeewallah, que vive en Puerto España, en Trinidad y Tobago, que tiene un blog maravilloso con el nombre de '
Sentada en el Coffewallah', que descubrí al
traducir un
post para
Global Voices Online y que desde el primer momento me atrapó de una manera que no puedo explicar.
O tal vez si puedo explicar, porque el post que inició todo hablaba de la festividad religiosa del día en que termina el Ramadán, el mes sagrado de ayuno para los musulmanes. Ella contaba cómo celebraría esa día:
[...] Mi abuelita probablemente está trabajando como esclava encima de una cocina caliente mientras yo escribo; esto antes de dirigirse a la mezquita donde se reunirá con sus compañeros sobrevivientes, ella tiene 84 años, sus amigos están muriendo, antes de regresar a la casa para otra ronda de rápida actividad en la cocina. Ya que mi madre murió y no tiene más hijas… soy yo su compañía mientras cocina, renuente asistente de chef, porque no puedo hacerlo de la manera en que ella quiere, mi estilo de cocinar es muy diferente. [...].
Nosotros, los que quedamos, nos reuniremos brevemente en la cocina, para comer juntos antes de saltar para ir a cualquier otra parte. Me siento triste por ella, esto no es lo que ella se imaginaba. ¿Dónde están los ocho hijos que crió, dónde los nietos y dónde los bisnietos? No se oyen voces infantiles, nadie corre por debajo de los pies, no hay un enjambre de actividad [...]. Y ella estará feliz, aun con esto.
Fue inevitable no recordar a mi
tía Angelita, que hasta el final se encargó de nuestras cenas navideñas. Entonces decidí hurgar en ese blog, y encontré
un post dedicado a la abuela, 'El sabor del amor', del cual traduzco un extracto:
Ella me ama, sé que es así [...]. La ella a quien me refiero es mi abuelita, la que en estos días visto solamente de manera intermitente. Está envejeciendo, se está poniendo más y más cansada y menos capaz de seguir a lo largo del día. [...]
Pero aún así, es mi abuelita y el amor de una pequeña abuela recorre un largo camino.
Me gustó lo simple de sus historias, no quería perdérmelas. Así que incluí su blog en mi lista de blogs favoritos. A los pocos días, vi que ella me lo había retribuido.
El martes en la noche entré a su blog, como lo vengo haciendo desde que lo descubrí, porque prácticamente cada día tiene nuevo post. Encontré algo que no me esperaba, al leer su más reciente post en ese momento, '
Rascando la barriga de Buda':
Un dragón se sienta en mi escritorio, un poderoso dragón chino, mirando silenciosamente todo el día, mientras trabajo. A su lado, Buda también mira serenamente, enigmático, sin ofrecer respuestas, simplemente una presencia traquilizadora en el mar de una actividad a menudo frenética. Esas dos figuras reemplazaron a un sonriente Buda de jade que había sido mi compañía por muchos años. Sus brillantes ojos y enorme barriga se sentaron encima de mi computadora durante mucho tiempo, cada cierto tiempo yo alargaba la mano y tocaba su alegre barriga con el dedo, y golpeaba el frío jade en busca de conexión, consuelo o algo así. Mi amiga TL venía y se la pasaba con él de vez en cuando, ambas nadábamos contra los desechos y Buda era un consuelo compartido. Su alegre energía siempre nos mantuvo ahí, nos sacaba de toda situación bochornosa.
Cuando TL decidió seguir su camino, me alegré enormemente por ella, era una buena decisión, pero yo sabía que la iba a extrañar terriblemente. [...] Como parte de un regalo de despedida, le di a Buda, para que tuviera un pedacito de mí en su nuevo hogar, y así no estuviera sola. Pero eso significaba que Buda se habría ido, y por un tiempo, no fue nada.
El dragón llegó después y la cabeza de Buda un poco más tarde. Y ahora son los vigilantes de mi espacio. Pero resulta que no son los únicos. En las últimas semanas, otros varios Guardianes han aparecido. Después de un largo letargo, casi. Una mañana, mientras ponía al día el blog, me encontré con un comentario de Gabriela en Lima. Cada día, otro optimista comentario positivo. No pudo haber llegado en un momento mejor. "Louise" conocida como mi compañera de bicicleta Charms seguía fuera en su misión, y yo estaba sintiéndome particularmente sola, asediada por las vicisitudes, mi alma gitana sofocada y sin suficiente café en el mundo para hacerme sentir mejor.
A través de las millas, Gabriela me recordó de los días en que tenía amigos por correspondencia. Chicos y chicas que solamente conocí por las fotos adjuntas a las cartas que yo leía ávidamente. Cartas que me dieron perspectivas de vidas a cientos de millas de distancia. Algunos, por montones de ideas o actividades. Estas cartas como resultado de Big Blue Marble y otras organizaciones dedicadas a fomentar amistades globales a través de la magia del correo. Hoy me comunico con cientos de personas en todo el mundo por una razón u otra, la inmediatez con que puedes conectarte es asombrosa, dado que pasaba un mes o seis semanas antes de que los amigos te contactaran. Leía esas cartas una y otra vez, y años despúes, al conocer a una de las chicas con las que me escribía, me confesó lo mismo. Afiné mi forma de escribir y mis habilidades de contar historias con esas cartas e hice algunos amigos; Doris y yo nos escribimos a lo largo de la primaria y la secundaria, y hasta la universidad y unos años después de eso. A la larga perdimos contacto después de que mi madre murió. Ahora tengo comentarios en mi blog.
Una llamada al azar de Blue para saber de mí y un e-mail de Scene sobre una cosa u otra que yo había escrito en las semanas anteriores, todos estos contactos me hacen sonreír. Como me gusta leer los blogs de otras personas, mi jefe estaría probablemente horrorizado con la idea de que paso una hora al día, leyendo blogs; eso llena el espacio dejado por Buda. Porque, ustedes ven, leerlos a todos se ha convertido en frotar la barriga de Buda. Ustedes son mi piedra de toque contra la locura de mi propio día. Así que ya sea pelearme con Angry African, créeme amigo, todavía no te voy a mandar mis fotos braai; o sacudir la cabeza ante las tonterías que resalta Scene; traducir el castellano de Gabriela o seguir a las mascotas de Blue, ustedes son muy reales. En la semana pasada Coffeedude me ha hecho entender que TENGO que tener mi cafetería. Simplemente para que él y yo podamos sentarnos e intercambiar libros y ser juntos unos snobs literarios y de café. Annie, acuérdate de traer el Blue Mountain cuando vengas, no puedo darte bien ninguna de las viejas cosas.
Como pueden ver, sigo frotando enérgicamente.
Me alegré cuando vi que dejó un comentario en Seis de enero, pero no me imaginé que supiera un poquito de castellano y que leer este blog le servía para practicar lo que alguna vez aprendió. Pero como ven, hubo más que eso.
Sin quererlo, me tocó ser el ángel mensajero de alguien que por azar se cruzó en mi camino. Nunca lo hubiera imaginado. No sé si alguna vez podré ir a Puerto España a conocerla personalmente, aunque espero que si. Como me pasó con Marcela y con Katia y con otras personas maravillosas, este blog me ha servido para acortar distancias, para tener un sinfín de emociones que valen la pena de principio a fin.