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Había que celebrar.
Y a celebrar se fue.
Un grupo grande de amigos de toda la vida se vio las caras en la casa del que siempre era el anfitrión. La invitación fue muy simple: "nos vemos en la casa de siempre, que cada quien lleve lo que quiera comer y, sobre todo, lo que quiera tomar".
Así que el hombre fue rápido a apertrecharse de provisiones. Después, se apresuró a la casa ya tan conocida dispuesto a divertirse.
Dispuesto a celebrar.
Casi sin que se diera cuenta, se pasó la noche. Casi sin que se diera cuenta, casi era de día. En ese momento lamentó no haberse percatado de la hora antes pues tenía que ir a trabajar.
No tuvo más remedio que regresar a su casa a la carrera, darse un baño rápido, ponerse ropa limpia y casi con las justas salió a trabajar.
El día ya daba muestras del habitual trajín matutino.
En su camino al trabajo, al pasar con su auto por el puente a dos cuadras de su casa, vio pasar un elefante... ¿un elefante? Se frotó los ojos, los cerró fuerte. Los volvió a abrir con la idea de que su visión hubiera desaparecido.
Pero no. Cuando abrió los ojos, el elefante aún estaba ahí.
"Así no puedo ir a trabajar", se dijo. Dio media vuelta a su auto y regresó a su casa. Llamó al trabajo a avisar que estaba enfermo, que no podría ir ese día.
Y durmió todas las horas que no había dormido la noche previa.
Al día siguiente se despertó repuesto, se sentía nuevo. El elefante era cosa del pasado.
Mientras se preparaba para salir al trabajo, mientras veía las noticias en televisión, se quedó petrificado cuando el locutor leyó que ya habían encontrado al elefante que se había escapado del circo instalado cerca de su casa.
¡Jajajajaja, realmente pensó que estaba viendo visiones! O quisó verlas..., tal sería el cansancio que arrastraba después de la noche de juerga.
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
El cansancio y la borrachera. Con tanto alcohol, no es de extrañar.
EliminarVaya sorpresa que se llevó este señor al comprobar que el elefante no estaba en su imaginación sino que era real. Pero también habrá sido un alivio para él, no es verdad?
ResponderEliminarDespués de tremendo susto...
EliminarPobre hombre, que susto y mucho más cuando supo que era de verdad, no?
ResponderEliminarImagínate ver un elefante a pocos metros... Tremendo susto.
EliminarAinda bem que não estava luco, nem ébrio. A realidade ultrapassou a ficção!
ResponderEliminarEbrio hasta decir basta, pero al menos era consciente de su estado.
EliminarJajajaja, encuentro totalmente inesperado e increíble!
ResponderEliminarUn abrazo!
Y algo aterrador...
EliminarAl menos le sirvió para comprobar que no estaba tan ebrio cuando vio al elefante.
ResponderEliminarY le dio buena excusa para dormir y despercudirse de tanta celebración.
EliminarMenos mal que no lo vio volando... jeje.
ResponderEliminarCreo que del susto no lo hubiera contado nunca.
EliminarLa visión fue real y al menos recordaba que lo vió,
ResponderEliminarBuen martes.
Un abrazo.
Pero cuando se tiene la conciencia sucia... ja, ja, ja.
EliminarGabriela me ha gustado mucho visitarte. Un saludo desde Almería
ResponderEliminarGracias por la visita, Trini Altea. Siempre es un gusto verte por acá.
EliminarMi primera visita Me gusta lo que he hallado
ResponderEliminarGracias, espero que vuelvas.
EliminarTeníais un "duelo" Esteban y tú, ya le dije el otro día que ganara el que más goles metiera, os lo habéis llevado amiga. Ahora suerte con esa final y a por la 🏆
ResponderEliminarUn abrazo.
El Perú entero espera esa copa.
Eliminar:D
Fue una suerte para nuestro amigo ver al elefante pues le sirvio para avisar que estaba enfermo y dormir todo el dia su borrachera e ur al dia siguiente a trabajar fresco como una lechuga. No se que te parecera lo que pienso pero cada uno interpreta las cosas en forma positiva.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que siempre es mejor ver todo de manera positiva.
EliminarGracias por comentar siempre.