miércoles, 19 de octubre de 2011

Desayuno con vista al mar

Con palta y todo...
Lima tiene el privilegio de estar pegada al Océano Pacífico. Y yo tengo el privilegio de vivir a dos cuadras del malecón limeño que mira al Océano Pacífico.

Nunca he visto la nieve en vivo y en directo, solamente en fotos, películas, postales, y por ahí alguna vez muy a lo lejos. Me encantaría verla y tenerla en mis manos, frente a mis ojos. Imagino que mis deseos de conocer la nieve se pueden comparar con la curiosidad que tienen otras personas por conocer el mar.

Cerca de mi casa hay muchos lugares que ofrecen desayuno, con el atractivo adicional de tener vista al mar. Y en más de una ocasión he tenido el gusto de tomar desayuno con vista al mar.

Es una aventura que recomiendo, desayunar alguna vez con vista al mar.

Veo el mar inmenso, infinito, que llega más allá de donde llegan los ojos a verlo. Pienso en cuántas personas a lo largo de los siglos habrán estado en embarcaciones de todo tipo, viendo esta misma costa que me acoge, llenas de emociones de todo tipo. Escucho los sonidos que me rodean, y casi siempre, por no decir siempre, hay sonidos en otros idiomas. Me da gusto comprobar que los de fuera también disfrutan de esta aventura de desayunar con vista al mar.

No voy a detallar las delicias que se pueden disfrutar en un desayuno con vista al mar, por consideración a los que por ahora no pueden probarlas. Pero si les llegara la oportunidad, con gusto haré las recomendaciones del caso.

Lima tiene el privilegio de estar al lado del mar. Y yo tengo el privilegio de vivir muy cerca de ese mar inmenso, infinito, frío y a la vez cálido.

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22 comentarios:

  1. Compartimos el mismo mar y mucho más, así es que te entiendo: es un privilegio porque no es un mar cualquiera, es el PAcífico, que cuando se altera sus greñas no arrojan lejos, nos borran de su vista que por la "espalda" mira los países más grandes de la tierra.

    Mi casa de la playa tiene una terraza donde las olas se estrellan, ahí se acaba el mar, junto a mi terraza donde tomo desayuno al lado del mar, con vista al mar inmenso, fiero y amigable a la vez.

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  2. Creo que has reflejado perfectamente una de las situaciones más placenteras que existen (y más envidiadas, me encantaría tener esas vistas).
    Málaga, la ciudad donde vivo, es costera, tenemos el mar presente en todo momento y creo que no podría vivir donde no lo hubiera.
    Yo sí conozco la nieve, la tenemos cerca, en Sierra Nevada, Granada, y aunque es un espectáculo maravilloso, creo que no es comparable con la sensación de infinito que produce el mar.
    Un beso y gracias por compartir un maravilloso desayuno con vistas al mar

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  3. ¡Hola Gabriela! estoy aquí... al otro lado del mar que ves aunque más al norte, en diagonal... yuujuuu...
    En frío o en calor el mar tiene su encanto aunque, a veces, provoque temor.
    Desayuno con vista al mar... quien pudiera todos los días.

    En cuanto a la nieve... creo que es mucho mejor verlo en fotos, postales, y películas. Y creo que para quienes no estamos acostumbrados a caminar sobre la nieve, es agotador. A mí me gana la tensión.
    Muchas personas me recomendaron no caminar sobre la nieve con las manos en los bolsillos porque si resbalas es mejor tener las manos libres y listas para apoyarse y protegerse.

    Muchos saludos.

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  4. What a beautiful post, Gabriela, and so very true. I've had the priveledge of having breakfast by the sea (the Mediterranean) and I believe there is nothing closer to heaven on earth. I would love to visit your sea and in exchange, you can have my snow...all of it. ;)

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  5. Maravilloso tu blog porque nos haces pensar, recordar o comparar con experiencias similares o diferentes. Me identifique ahi mismo pues ya sabes que vivi en Pimentel antes de venirme hasta el otro lado del mundo, por alli bien abaaajo, y bueno ahi tuve la suerte de vivir en un depa frente al mar y nunca me canse de mirar su inmensidad. Me has hecho recordar cuando llego a "nuestra" amada playa de Pimentel un crucero aleman y no pudieron desembarcar los turistas (en su mayoria jubilados), pese a contar con uno de los muelles mas largos de nuestro litoral. En la playa los esperaba el alcalde, la marinera, pisco sour para brindar, comida peruana y todos nosotros mirando el "acontecimiento", rodeados de banderitas peruanas. PLOP. Tambien me has hecho recordar cuando estaba sentada en el sillon de mi habitacion mirando ese mar y de pronto aparecio frente a mi un helicoptero, suspendido frente a mi edificio, generando un remolino tremendo en la arena y yo sin saber que pensar, atonita. El piloto frente a mi ventana, a unos cuantos metros de distancia que facilmente nos podiamos ver pero jamas escuchar como para preguntarle "y que hace usted aqui, tan abajo y tan cerca al malecon?". Y pensar que todos estos recuerdos empezaron con tu desayuno frente al mar. Agradezco ademas que no menciones las delicias que se pueden comer, porque las conozco muy bien y no dejo de contar los dias en que pueda volver a saborearlos como Dios manda... en mi Peru.
    Un besote, Silvana.

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  6. Saludos de USA.
    Gabrielita linda. Es un deleite inigualable desayunar mirando el mar. Lo he experimenta-
    do muchas veces, en los ultimos 20 anos. Te
    quiero mucho.
    otiti.

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  7. El Pacífico debe ser impresionante en su grandeza. Yo desayuno en verano al borde del Mediterraneo y en el invierno echo de menos el mar en general. Sigo sin poder comentarte. Un beso.

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  8. ¡El Pacífico ! cualquier cosa. En verano desayuno mirando al Meditarraneo y en invierno, en cuanto émpieza la época es la nieve de las montañas lo que se ve desde mi ventana y entones echo de menos el mar.
    Un abrazo

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  9. Fiero y amigable, frí y cálido a la vez, AleMamá. Gracias por la mención en tu blog.

    Tengo amigos que viven fuera, Laly, que me dicen que una de las cosas que más extrañan es el mar. Y eso que no necesariamente lo veían todos los días.

    El mar tiene su encanto, Cris. Y hay que tenerle mucho respeto. No eres la primera que me dice que la nieve está muy bien... pero de lejos nomás.

    I do't think that be a fair trade, Isobel. For you, that is. :D

    No sé qué pensaría que viera un helicóptero al asomarme por la ventana, Silvana. También espero que pronto puedas saborear nuestras delicias comm'il faut.

    Es un deleite solamente comparable a las delicias que hay en la mesa, Consuelo.

    Espero algún día conocer el Mediterráneo, María Jesús. Ya viste que solucionamos el problema de no poder comentar, je, je.

    Creo que también lo echaría de menos si me faltara, Chelo.

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. También es un placer y un encanto contemplar el río. Yo veía desde el balcón de mi casa el gran río Huallaga, rodeado de verde y vitalidad por todos lados. Ahora, felizmente, puedo contemplar el mar, y mejor cuando la vista está acompañada de un rico desayuno.

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  12. Quién pudiera desayunar cualquier cosa, basta un simple cafecito, pero frente a ese Océano Pacífico que tienes tan cerca dejándose llevar por la imaginación y ante el sonido de las olas recrear el infinito, la inmensidad, lo absoluto...Disfruta de ello Gabriela.
    Es un deleite para mí en verano tomar algo mirando el Atlántico en Galicia, mi tierra, pero también en Venecia tiene su encanto el Adriático, y con la nieve en invierno la ciudad parece algo surreal, aunque ocurre con cierta frecuencia por la cercanía de los Alpes. Me sorprende que no hayas visto la nieve teniendo tan próximos los Andes, pero es posible que mi idea geográfica de Perú esté un poco distorsionada... miraré un mapa.
    (Gabriela, perdona que te vuelva a mandar el mensaje, es que se disparó el envìo mientras te estaba escribiendo)
    Un abrazo desde una Venecia tormentosa y con agua alta.
    Chusa

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  13. Justamente ayer tome desayuno frente al mar... en muy buena compañia.

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  14. El mar para mi es más hermoso al atardecer, de repente porque es más mágico y me trae muchos recuerdos...

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  15. Pues ya sabes, cuando quieras puedes venir a coocer y tocar la nieve... Donde vivi tenenmos mucha... Pronto aparecerá en las cúspides de las montañas... Un abrazo desde Lleida. Seguiré entrando en tu blog...

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  16. La nieve es bellisima... mientras dura. Despues se disuelve y es fria, gris y sucia... pero la forma como todo luce con nieve fresca hace tomar lo bueno con lo malo. Y te sientes "viva", respiras con placer cuando te despiertas y todo es blanco y callado... pero no es una experiencia que quieras para 4 meses al año. Manejar en nieve y hielo es horrible... te hundes, patinas. Es como si no tuvieras frenos. Pero ojalá veas nieve alguna Navidad.

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  17. Yo también he visto y oído el Huallaga, Anónimo. Una vista privilegiada desde un balcón ubicado a apenas metros del enorme río.

    El Perú tiene todos los climas, Chusa. Pero yo vivo en la Costa, casi al borde del mar. Y he visto nieve, pero a lo lejos, en alguna visita a la Sierra.

    Mira la coincidencia, Cyrano.

    Ver amanecer y atardecer en el mar son espectáculos inolvidables, Virginia.

    Gracias por el ofrecimiento, Jaume.

    A mí también me encantaría pasar una Navidad con nieve, Carmen. Una blanca Navidad.

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  18. Hola Gabriela:
    Poder mirar el mar es un privilegio...pero al menos en Chile, para mi, meterse en él es un pequeño suplicio, porque soy demasiado friolento.
    Por cierto no generalizo. Cientos gozan a mi alrededor, mirando desde la arena.

    Un beso.

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  19. Querida Gaby,
    Amo el mar, me encanta, pero le tengo un gran respeto, no se nadar y en verano llego hasta donde hay donde pizar, jajaja.
    He desayudado frente al mar y es una delicia, pero es tmbién maravilloso tomar un café al atardecer y ver como se oculta el sol en el horizonte cual gigante bola dorada. ! el mar es bello en verano e invierno !, y, dormir cerca al mar arrullada con el ruído de las olaas, es una delicia.
    La nieve la vi en mi tierra, ya sabes que soy serrana, y en Huaraz, sobre los cerros nevados.
    Mi padre no podía pensar en una navidad con sol, razón por la que le gustó Huancayo, en su España querida sus navidades eran con nieve, por darle gusto a nuestros hijos, viajamos a pasar una Navidad en NY, y les dio la oportunidad de ver nevar, esa navidad núnca la olvidaron.
    Me encantó tu entrada, y los recuerdos que me han hecho vivir.
    Cariños,
    Maricarmen

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  20. Esa es una de las miles y miles de cosas que extraño creo que todos los días de la vida. Ese placer no tiene precio y a veces nos acostumbramos y perdemos noción de lo que significa....y de la comida mejor ni hablemos que me pongo a llorar jajjaa
    Besos!!

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  21. Yo he vivido en dos ciudades donde no hay mar ni nieva. Tampoco conozco la nieve, te diré que tenia muchos deseos de conocerla algún día, pero desde mi accidente me temo que quedé imposibilitada para eso jejejeje ya que cuando hemos estado a bajo cero en mi ciudad me he muerto del dolor por la contractura por frío jejeje así que me contentaré por verla en fotos.

    Del mar, sí he desayunado, comido y cenado viendo al mar, ya que he tenido la fortuna de conocer varias de las hermosas playas que tiene mi país.

    Y sí, claro que he comido las delicias que este ofrece, el pesacado es uno de mis alimentos favoritos.

    Saludos. Hilda

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  22. Aunque no me gusta mucho el mar , Seria bueno tomar unos de estos dias un desayuno a ver que tal me va.

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