jueves, 17 de septiembre de 2009

Lo que el viento trajo

Ahora que el cable nos regala con series que nos hacen retroceder en el tiempo, es fácil comprobar lo mucho que han cambiado las cosas de nuestra vida diaria.

Me refiero a series como las ochenteras Luz de luna y Magnum, P.I., por ejemplo. O la setentera Los ángeles de Charlie (los verdaderos ángeles, no esas agentes saltarinas de las películas homónimas), entre muchas otras. Por no hablar de algunas más antiguas, como Hechizada o Mi bella genio, que ni en mi niñez eran realmente nuevas.

No es necesario poner mucha atención para notar esas diferencias a las que me refería antes.

Ni en el escritorio de Maddie Hayes ni en el de David Addison existe una computadora. Si se ven en la necesidad de dejarse encargos, usan papel y lápiz. Lo más gracioso es que en la oficina de Maddie vemos a lo lejos, siempre apagada, una pequeña computadora Apple que me hace recordar a una que personas queridas usaban con mucho cariño.

Thomas Magnum debe rogarle a su amigo Mac que le averigüe datos en su súper computadora de la agencia de inteligencia naval en la que trabaja. No para usarla él mismo, probablemente ni sabría cómo hacerlo. Casi siempre debe sobornarlo con pasteles y dulces para que Mac acceda. Y Mac siempre accede. Después, cuando ya no está el afable Mac, es la teniente Poole la que está a cargo de la computadora. Ese es un hueso muchísimo más duro de roer, incluso para Magnum, que siempre se las arregla para salirse con la suya.

Vemos cómo el acaudalado y más malvado aun J.R. Ewing, de la archifamosa Dallas, no es ubicable si no está en el rancho Southfork o en su oficina. A veces se le ve llegar al restaurante que frecuenta, y algún mozo le entrega un recado de alguien que lo llamó ahí. Ese sistema de dejar recados es simplemente impensable en los tiempos que corren.

Para hablar de una serie un poco más reciente, tenemos El príncipe de Bel Air. El adinerado tío y los primos Banks no manejan celulares, menos computadoras personales, ni mucho menos ningún tipo de BlackBerry ni de iPod. Una vez Will empezó a trabajar con un excéntrico millonario, que le dio un celular para su uso privado. Un aparato más grande que un ladrillo, con una antena de unos 10 centímetros de largo. Supongo que era lo último en tecnología de esos días.
Muchas series actuales serían simplemente impensables sin tecnología. Jack Bauer, sin su celular que no se apaga nunca ni se queda sin baterías o (¡peor!) sin saldo para hacer llamadas no podría salvar al mundo en 24 horas. Ni en 24 meses. El agente especial Leroy Jethro Gibbs y su equipo no podrían avanzar un paso en sus investigaciones en NCIS sin ayuda de los diversos artilugios que tienen a mano. Bueno, tal vez el mismo Gibbs si, pero lo dudo de los demás, sobre todo de McGee.
El viento se habrá llevado muchas cosas... pero a su paso dejó muchas otras. Un mundo y una forma de vivir completamente diferentes, para empezar.

13 comentarios:

  1. Durante años no veía ni los noticiarios, pero he estado retomando algo de la tele y me vuelve a gustar, pero elegido con pinzas.

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  2. Para eso existia el zapatofono del Super Agente 86, para suplir al celular. :)
    Nosotros a veces alquilamos peliculas antiguas que recordamos como muy buenas, y Mauricio al verlas nos dice: "pero que lentasss son estas peliculas". No tienen como dices tu, todos esos saltos, ademas del ruido y los choques aparatosos producto de persecusiones hollywoodsenses. En nuestra epoca para eso Hechizada aparecia de un sitio a otro, mas rapido y sin alboroto, con solo mover la nariz.
    Besos.
    Silvana

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  3. Hola Gabriela:
    Los que somos más "jóvenes" todavía recordamos películas en blanco y negro e incluso alguna del cine mudo prehistórico.
    Yo recuerdo que la elección del film era siempre si éste era en color...
    En algunos locales se hacían números de variedades entre las dos pélículas (antes eran 2 por sesión) y en otros, casi en todos, primero se pasaba el NO-DO, que era un noticiero documental.
    Lo que el viento se ha llevado...!!!
    Un saludo,
    Luis

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  4. Soy fanática en retroceder en el tiempo, dicen: "qué cualquier tiempo pasado fué mejor", y que "recordar es volver a vivir", me encantan las series de los setenta, veo con mucha lusión:"El Agente 007", "Los Magníficos", "El Carro fantástico", "Hechizada2, "Mi Bella Genio", me encantaría ver, "Los Angéles de Charlie", Dallas", "lA Mujer Maravilla","El Hombre Biónico", "Lassie", "El Llanero Solitario", y muvhas más que veía con mis hijos chicos.
    A tú tío y a mi nos gustaba mucho ver "24 horas", tenemos todas las étapas desde la primera, a mi Jack Bauer me parece genial. Ahora veo "ALIAS",una de espicias, que es muy buena, y también "CSIS".
    Ha sido bonito recordar todo lo que pones en tu post., en especial lo diferente entre haber computadora y técnicas de análisis, que antes no existían, pero que en su momento nos divertiamos sin conocerlas. !!!Tiempos felices aquellos !!!.
    María del Carmen

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  5. VAYA QUÉ CALIDAD DE CINÉFILA EH!...
    ÉSTA ES UNA DE LAS PARTES QUE ME FALTÓ CULTIVAR...MUY GRATO Y ENTRETENIDO EL PRESENTE RELATO.
    ME FALTAN PALABRAS, AUNQUE SI DE CIBERNÉTICA SE TRATA ALGO ME HE PERMITIDO APRENDER...ESPERO NO QUEDAR OBSOLETO.
    GRACIAS POR COMPARTIR TUS CREACIONES LITERARIAS AMIGA QUERIDA.
    ANTONIO

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  6. Series y películas antiguas... muy antiguas algunas. Por ejemplo, he visto tantas veces Casablanca que ya ni me acuerdo cuántas. Pero cada vez que la veo, le encuentro algo nuevo, cada vez me gusta más. A pesar de "...son los tanques, o son los latidos de mi corazón".
    Al menos así dice Ingrind en la versión doblada... A propósito, ¿cómo se dice "huachafería", en inglés?

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  7. Con respecto a la tecnología casi siempre viene a favor pero en cuanto a la calidad de las series y películas es un punto aparte.
    Hoy hay mucha basura tanto en la tele como en el cine, donde el arte es lo último que se aprecia y solo se ven trucos de computadora...que seguro tiene su valor, pero yo me quedo con actores, argumentos y fotografía que me emocionen.
    Besos

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  8. Claro AleMamá, yo también elijo con pinzas las series que veo por TV.

    Eso de películas antiguas, Silvana... espero que no incluyas en esa categoría a las que nos acompañaron en nuestra adolescencia, ja, ja.

    Acá también había una parte documental antes de las películas, Luis. En un momento desaparecieron. Pero ahora ponen tantos avances que no sé si preferiría que regresaran los documentales.

    Y eso, Maricarmen, que no mencionas esas enormes computadoras que supuestamente tenía nada menos que en la NASA, o sea, lo último en tecnología. Pensar que ahora caben literalmente en la palma de la mano.

    No creo que estés obsoleto, Antonio, ja, ja.

    Ese teléfono rojo sacaría de muchos problemas a Ciudad Gótica, ¿no Martín?

    Totalmente de acuerdo, Katia. Con millones de dólares de presupuesto, se puede poner una cantidad infinita de efectos especiales que disfrazan de espectacular cualquier mamarracho. Lo que llama mi atención es que esos mamarrachos siempre tienen público.

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  9. Hola Gabriela:

    En los albores de la televisión chilena me correspondía dar las noticias en el entonces Canal 9 de la Universidad de Chile, que precedían a la serie Los Intocables,apasionante entrega semanal en blanco y negro por cierto, acerca de la lucha en el Chicago de los años 30 contra los gangsters, con la connotación de la coraza legal que salvaguardaba la integridad física de los representantes de la ley encabezados por "Elliot Ness". En verdad, no imagino a ninguno de aquellos protagonistas con notebook.

    Cariños.

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  10. Tu post me trajo muy buenos recuerdos de la serie de El principe de Bel Air..
    Recordé que me gustaba Full House!!! La conoces????

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  11. Que recuerdos amiguita y pensar que muchos jóvenes se "mueren" sin la tecnologia de ahora, como se nota que nunca se vieron en un aprieto y salieron airosos como MacGyver!!! jejeje

    Saludos afectuosos.Hilda

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  12. No Esteban, definitivamente Elliott Ness con una NoteBook no sería Elliott Ness. Así de simple.
    Conozco la serie, la daban en TV cuando yo era chica, aunque nunca la veía.

    Claro que recuerdo Full house. Fune un sensación muy emocionante ver casitas en fila en San Francisco, tal como se veían en la serie.

    ¡MacGyver! Claro, que con un clip podía hacer un motor potentísimo para salir de apuros.

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