jueves, 8 de enero de 2009

Tecnología caprichosa

Esta semana, no me sentía muy cómoda de publicar nada. Como traductora voluntaria de Global Voices Online en castellano, en los últimos días he estado traduciendo muchos artículos sobre la situación en Gaza, sobre la situación de la gente que vive en Gaza desde un punto de vista cotidiano, mucho más simple que el que leemos en las noticias.

Este blog no es de política, no trata de política. Es un blog personal porque trata de personas, y lo que está pasando en esa parte del mundo que nos parece tan lejana le está pasando a personas como nosotros. No podía dejar de mencionarlo.

Si quieren leer más sobre el tema desde la perspectiva de la gente común, pueden entrar a la página de cobertura especial de Global Voices Online. Muchos de los artículos están traducidos al castellano.
----------------

Hace más o menos seis meses cambié mi teléfono celular por uno nuevo. Desde hace varios años me mantengo fiel a la misma marca de teléfonos, porque para mí es la mejor, y como no quiero hacer propaganda, solamente diré que mi celular viene de un país muy lejano, muy al norte, bastante frío y muy lleno de lagos.

Como los lectores fieles de este blog pueden dar fe, el teléfono me ha ayudado en más de un post, pues la cámara fotográfica que trae incluida es bastante buena y la mayoría de las veces ha sido la cámara que más a la mano he tenido.

La cosa es que desde hace unas cuantas semanas y de un momento a otro, el teléfono se ha vuelto un poco caprichoso. Hay veces en que no suena, a pesar de estar prendido, y otra veces se activa solamente la alerta vibrante, pero no timbra.

La primera vez que eso pasó, fui a consultar con el servicio técnico de mi proveedor de servicio celular. El diálogo fue más o menos así:

- Yo: Buenas tardes. Tengo este teléfono desde hace seis meses más o menos, y nunca había tenido problemas. De un momento a otro, y no sé de qué depende, no suena el timbre del teléfono cuando me llaman. Se limita a vibrar sin emitir sonido.
- Técnico: Usted le habrá cambiado la configuración, pues.
- Yo: No señor, no la he cambiado.
- Técnico: Alguien se la habrá cambiado pues, cuando usted no se dio cuenta.
- Yo: No señor, este teléfono lo mantengo en el bolsillo justamente para no perder llamadas por tenerlo en la cartera y lejos de mi alcance. Es un poco difícil que alguien lo manipule sin que yo me dé cuenta.
Después de una mirada llena de desconfianza, el hombre me pidió el teléfono estirando la mano. Manipuló unas cuantas teclas sin emitir el más mínimo sonido, y después me preguntó el número. Se lo di y lo marcó en un teléfono fijo que tenía al lado. Demás está decir que el teléfono sonó y vibró a la vez, en tono fuerte y claro.

El hombre me lanzó una segunda mirada con desconfianza adicional a la de la primera vez. Me devolvió el teléfono mientras me decía: "estaba mal configurado pero ya lo arreglé".

La de la mirada desconfiada esta vez fui yo, pero no me quedaban muchas ganas de reclamar ni de argumentar.

Al día siguiente el teléfono volvió a las andadas. Pensando que la causa podría estar en el tipo de timbrado elegido, lo cambié. Con eso aparentemente se solucionó el problema, por solamente por unas cuantas semanas. Decidí volver a consultar con el servicio técnico.

Después de darle la explicación de rigor, el técnico (otro técnico) hizo la misma prueba y el teléfono, nuevamente, sonó y vibró simultáneamente. A un volumen fuerte. Nuevamente la misma mirada de desconfianza, la número 2, y sin necesidad de hablar el hombre me dijo: "lo tenía mal configurado".

Yo sé mejor que los dos técnicos y sus miradas de desconfianza número 1 y 2 que el problema no está en la configuración de mi teléfono sino en algún defecto que aparece de vez en cuando. La dificultad está en que no sé qué determina la aparición de ese defecto.

Es exactamente lo mismo que pasa con los carros: uno va muy tranquilamente y de repente empieza a sentir un sonidito insoportable y exasperante. Hasta que llega el hartazgo y decidimos que es momento de que intervenga el mecánico. En cuanto el carro traspasa el umbral de taller, el bendito sonido desaparece. Y en su lugar aparece la misma mirada de desconfianza en la cara del mecánico.

Obviamente, el sonido regresa a los pocos minutos de haber salido del taller de mecánica, y solamente podemos tener una sensación que se parece mucho a la de la derrota.

Por ahora, solamente me queda esperar el vencimiento del periodo contractual de este teléfono para poder cambiarlo por otro. Eso si, de la misma marca, esa que viene de un país muy lejano, muy al norte, bastante frío y muy lleno de lagos. A pesar de estos caprichitos con los que este teléfono que tengo ahora se está burlando de mí, la considero la mejor.

-------------------
Doy la bienvenida a la blogósfera a Bosquejos, de mi amigo César. No lo recomiendo solamente porque el autor sea mi amigo, sino porque me siento un poco responsable por haberle contagiado el bichito de publicar esos escritos que merecen ser leídos por todos.

22 comentarios:

  1. Hola Gaby

    A mi también me ha pasado con un celular de la misma marca a la que yo también me he mantenido fiel, salvo por una breve canita al aire que tuve Kyocera y que no estuvo tan mal después de todo. Regrese a la marca del país lejano cuando llegaron los chips a Movistar y me vi obligado a cambiar de aparato. De eso ya unos tres años creo y el pobre ya estaba para el gato. Ceci me regaló uno nuevo esta Navidad y no he tenido problemas aun. Me inclino a pensar que es un problema de la línea mas que del aparato. Como cuando tienes llamadas perdidas que jamas sonaron. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Me dejaste con la curiosidad de saber cuantos celulares he tenido y encontré este time line con casi todos los modelos

    http://www.newlaunches.com/entry_images/1107/12/nokia_timeline.php

    Creo en total he tenido 7 teléfonos celulares y 1 bipper en 10 años.

    ResponderEliminar
  3. Soy una gran admiradora de la TECNOLOGÍA, no quiero ni pensar que sería mi vida sin la computadora, internet, celular y cámara digital.

    Ahora te cuento sobre los teléfonos, el Celular es algo alucinante, el mio timbra y sale el número de uno de mis hijos, contesto y me dicen ¿qué pasa mami, yo no te he llamado, tu debes haberte equivocado y presionaste alguna tecla, no se convencen de que mi celular estaba lejos de mi alcance y con el pensamiento no creo haberlo activado, otras veces, cambia solo a vibrar, y yo ni lo he tocado. Un día recibí un mensaje de una chica de Estados Unididos, por el número lo supe, y decía más o menos lo msiguiente: "mamita, estoy muy preocupada por tu salud, dime cuando vienes, urgente, contéstame, tu hija LIVIA., yo devolví el mensaje al mismo teléfono, donde le decía que lo sentía mucho pero yo no era su mamita, que se equivocó de número, pero o no le llegó mi mensaje o estaba segura de que yo era su mamita, repitió el mensaje en diferentes términos desesperados,como diez veces, yo le contestaba, y así estuve como una hora, hasta que me aburri de responder mensajes sin respuesta y no contesté más.

    El teléfono fijo, bueno lo común son el cruce o número equivocado muy común, pero el año pasado estando un sábado solita en la casa, todos estaban de viaje y la chica que trabaja en la casa ya había salido, me llamaron como a las once de la noche y con una voz que aterrorizaba me dijo:! HOY VAS A MORIR!, traté de ver el número del que llamaron, con el identificador de llamadas, pero no figuraba ningún número, fueron tres llamadas !TE MATARÉ CON UN CUCHILLO!, y NO CREAS QUE ES BROMA, TE VOY A MATAR!, como comprenderas, estaba asustada, llamé a mi hijo y le dije las horas para que viera en telefónica de que número habían llamado, pero núnca logró saberlo.

    Bueno esa es la maravillosa tecnología, tiene algo de magia y mucho de misterio, funcionan con su propio cerebro electrónico y yo que pienso que nuestro cerebro es lo máximo de la creación humana.

    ResponderEliminar
  4. Si me pongo a sacar la cuenta, Martín, yo he tenido también siete celulares y un beeper. Todos de la misma marca menos uno, del que quise librarme desde el primer momento.
    Ni más esa marca.

    Ahora veo tu timeline.

    Esas historias con el teléfono no te las conocía, Maricarmen. Escuchártelas debe ser para morirse de risa.

    ResponderEliminar
  5. Graciosisimo. Puedo imaginar la cara del tecnico,con esa porfia que nos dice: "tu no sabes nada, la razon es mia... y no me molestes con razones porque no me importan"...

    ResponderEliminar
  6. La del mecánico es un clásico, Eduardo. A quién no le ha pasado.

    Si, Carmen, y lo peor es que la descofianza aumenta porque, como eres mujer, "no sabes nada".

    ResponderEliminar
  7. Que bueno tu articulo Gaby, pues mas cierto no puede ser.
    Lo del carro y el mecanico es un clasico, y que decir de las miradas que uno recibe cuando son ellos los que no han entendido que el problema que tenemos pasa A VECES, no siempre, y que si el tecnico tuvo la suerte de que funcione sin problemas, es precisamente porque sucede A VECES. Pero esos A VECES son suficientes como para considerarlo un problema.
    Te cuento que para Navidad cambie mi celular, luego de 3 años y ya me paso dos veces que esta prendido, esta solito en la mesa, y en dos oportunidades simplemente no sono. ???????
    Espero que no se repita, pues no tengo ganas de miradas.
    Besos,
    Silvana

    ResponderEliminar
  8. Gaby ¡gracias por el espaldarazo!, de tu nota off-line.
    Ayer por primera vez me visito un blogger que no conozco y dejo un comentario. Se trata de José Luís Contreras Muñoz, que por su parte es blogger y visita tu página. Estoy muy contento.

    Global Voices , otro sitio alternativo muy importante…

    Referente a los celulares no veo el día que invente el verdadero celular, o sea, que un vaya y le implanten un chip en el oído para que no nos estorbe al llevarlo por todas partes… imagínate las inmensas posibilidades comerciales, ejércitos de consumidores ordenados a comprar tu producto… ja ja - o amigos bromistas que te hacen creer en las voces de la ultratumba … uuuhhuuu

    ResponderEliminar
  9. La clave es el A VECES que dices, Silvana, pero lo malo es que esas veces NUNCA coinciden con el especialista.
    He tenido varios celulares, pero ninguno más de un un año y medio. El que más de duró fue casi dos años, y lo cambié porque me resultaba grande, no por fallas en su funcionamiento.

    De nada, César. Pero no comparto tu idea final: me haría sentir dentro de una especie de Gran Hermano o algo así. A veces hay que desenchufarse, no viene mal.

    ResponderEliminar
  10. Alguna vez que visité Arica, tuve la oportunidad de conversar largamente con el dueño de la casa pensión donde nos hospedamos, también conversé con su hijo quien en ese momento estudiaba para reparar computadoras. Ambos hablaban de los duendes traviesos que te dan lata con el problema y cuando llega el mecánico o el técnico, todo pasó y funciona perfecto, por lo cual creen que estás inventando el problema o que simplemente no sabes manejar el equipo. Esos duendecitos son los que te hacen la pasada, me dijeron. Me pareció curioso y su convicción me hace pensar que puede ser cierta la historia

    ResponderEliminar
  11. No paré de reirme leyendo tu post. Es muy divertido como lo planteas pero cuando a uno le ha pasado deja de tener gracia...y es que es así siempre creo.
    La tecnología puede fallar y a veces no tiene explicación posible entonces tratan de echarle la culpa a quien sea...ah, y a ese primer empleado le diría que se guarde su "pues" :o)
    Besos

    ResponderEliminar
  12. A veces creo, Renata, que no sería raro que estos duendes fueran los culpables de estos caprichos. Pero hay que ver lo especializados que son, y la alta tecnología que manejan. Deben ser los mismos que hacen rodar canicas y jalar muebles en casa de mis vecinos.

    Te puedo asegurar, Katy, que no tiene ninguna gracia que te lancen ninguna de las miradas que me lanzó el técnico ese día... con todo y sus "pues". Se lo hubiera hecho tragar, pero de repente me ponía el teléfono peor de lo que estaba.
    :D

    ResponderEliminar
  13. Hola Gabriela:

    Debo haber tenido suerte, porque desde la aparición de los celulares los problemas han sido mínimos para mis aparatos(tres en total), nunca he cambiado de número ni de marca y me resulta incomparable el mundo con los tiempos en que solamente dependíamos de red fija.
    Me resulta siniestro lo que publica Maricarmen acerca de esa amenaza de muerte que ella recibió. Ello demuestra que no faltan enajenados o imbéciles en ninguna parte.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Enajenados e imbéciles nunca faltan, Esteban.
    Ahora recuerdo que un domingo, como a las 5 am, sonó el teléfono de mi casa. Contesté asustada y resultó ser un imbécil (enajenado no creo) que me dijo: "le deseo un feliz domingo". Y colgó. Lo peor fue no saber quién había sido para hacerle lo mismo días más tarde.

    ResponderEliminar
  15. Hola Gabriela! This is why I don't carry a cell phone...believe it or not. When I did have one, there were no extras - like a camera, etc. I'm SO low-tech!! :) But this saves me a lot of stress!

    ResponderEliminar
  16. llego a tu blog desde el de Isa (panocha y familia), me llamó la atención porque eres de Perú y yo viví allí muchos años.....te seguiré pues me ha gustado tu blog.
    Besicos

    ResponderEliminar
  17. Hola Mariyah. Maybe yours is a very wise decision, I'm not sure if I could imitate it though.

    Bienvenida Nenhari. Tú llegaste a mi blog por el de Isa, y yo llegué al de Isa por el de la rica pensionista. Cadenas, ¿no? Qué bueno que te haya gustado.

    ResponderEliminar
  18. qué raro!

    yo, generalmente los cambio desde tono a sólo vibración, dependiendo de dónde esté;

    en clases o en misa, lo coloco en vibración, sino, en muy fuerte y con vibración.

    Pero lo cambio yo, no se cambia solo...

    No será que cuando lo apagas y luego lo vuelves a encender, vuelve a la configuración original?

    claro que generalmente la configuración original no está en vibración...

    dime, en el display, aparece el "monito" de vibración? cuando vibra, claro...

    es Nokia... generalmente son buenos... pero por alguna razón, este se... sabes lo que pasa? tiene personalidad propia y lo quiere demostrar! esa es la razón de su comportamiento :)

    ResponderEliminar
  19. No creo que pase como dices, Marta, porque lo único que se desconfigura es que el teléfono timbre; no se cambian los timbrados personalizados, ni la hora ni la fecha ni nada más.
    Son caprichos, o como dijo Renata, duendes que nos hacen malas pasadas.
    Gracias por la visita.

    ResponderEliminar
  20. ¿no te estará pasando esto por despreciar a tu teléfono viejito? es una broma. Ya en serio, eso pasa muchas, pero muchas veces. ¿será un complot de la tecnología?
    Y yo sí sé que marca es jaajajaja

    saludos afectuosos. Hilda

    ResponderEliminar
  21. Yo no desprecio a mi pobre telefonito... al contrario, lo defiendo. Pero me saca de quicio que se rebele de esa manera. Por lo visto y comentado acá, no soy la única víctima de la tecnología caprichosa.
    :D

    ResponderEliminar

Por el cumplimiento del Reglamento de Protección de Datos de la UE (RGPD) 2016/679, al suscribirte a Seis de enero aceptas que se usen tus datos conforme a lo establecido en la política de privacidad. Esta establece los términos en que el blog usa y protege la información que brindan los suscriptores al usar el blog.