domingo, 24 de febrero de 2008

En todas partes se cuecen habas

Creía que solamente los peruanos sufríamos de maltrato en los diversos consulados a los que nuestro pasaporte guinda nos condena a visitar (casi) cada vez que queremos viajar al extranjero.

Me equivoqué... A continuación parte de una traducción publicada por el sitio web en castellano de Global Voices Online, sobre la odisea de Vova y Dima, dos jóvenes ejecutivas ucranianas, cuando intentaron sacar una visa en el Consulado de España en Kiev:

[…]

Vova y Dima no la tenían (una visa Schengen), (...) han estado en varios países europeos más de una vez, (así que) reunieron todos los documentos necesarios y a las 10 am llegaron a la Embajada de España para solicitar sus visas.

Descargaron sus formularios del sitio web de la embajada y los llenaron. (...) Antes, pagaron 35 hryvnias [$7] en el call center y les dieron la hora y la fecha, 10 am.

Para empezar, en la entrada de la embajada se dieron con que (...) las personas que tenían turno para las 9 am todavía estaban esperando. Y hay que hacer cola - entre la multitud - y no está permitido que uno se pare frente a las ventanas de la embajada (...).

Vova y Dima se pararon en la multitud cerca de la embajada y esperaron su turno. (...) y casi una hora y media después de esperar bajo el ardiente sol de Kiev, el guardia grita sus apellidos. Entran y se encuentran en un cuarto de 18 metros cuadrados, donde dos docenas de personas están sentadas y esperan su cita. Una recepcionista […] y un guardia los acompañan. No hay aire para respirar en la pequeña habitación, porque han elegido no gastar en aire acondicionado, y es por eso que [la recepcionista] le pide al guardia con una voz seductora: “Misha, abre la puerta, déjalos que respiren,” y después de media hora, “Misha, suficiente respiración, ciérrala.” La espera debe ser hecha en silencio y sin sonreír - al menos es lo que la [recepcionista] dice. “Todos permanecen callados mientras yo hablo,” se dirige al público. “No recomiendo reírse acá,” dice estrictamente a Vova y Dima, que están riendo nerviosamente.

En esta atmósfera amistosa, Vova y Dima pasaron otra hora y media, y finalmente les permitieron acercarse a la ventanilla donde debían entregar los formularios y el pago - exactamente $46 cada una, y solamente en billetes nuevos. Por cierto, ya que $46 es una suma inexacta, muchas agencias de cambio locales hace tiempo que se han quedado sin billetes chicos en dólares.

Entregan sus papeles a una muchacha rubia […], y ella, sin apenas mirarlas, pregunta condescendientemente:

- Díganme, ¿cuánto tiempo han estado esperando ahí sentadas?- Tres horas, - responden Vova y Dima sinceramente.- ¡Entonces tuvieron tiempo suficiente para darse cuenta de la manera correcta de llenar el formulario! - la rubia grita y les tira los papeles.

Los papeles vuelan como un ventilador, pero Vova y Dima hacen un intento pacífico de encontrar qué fue exactamente lo que molestó tanto a la muchacha.
- Perdón, ¿podría presentarse?- Vova pregunta (se refiere a que la rubia les diga su nombre).- ¡Nos han enseñado a no presentarnos! - responde la muchacha arrogantemente […].- Aún así, ¿qué está mal en nuestros papeles? - Vova y Dima tratan de averiguar.- No soy la oficina de información. Acá no estamos para responder preguntas - la muchacha lanza una frase clásica de un burócrata soviético.

Esto hace que Vova y Dima insistan en hablar con el jefe de la muchacha. (...) Tratan de explicar que obtuvieron sus formularios en el sitio web de la embajada, y César (el jefe) dice lo siguiente: “Ese sitio web no está relacionado con la embajada. Fue creado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Vayan a preguntarles a ellos.”

Cansadas pero aún ansiosas, Vova y Dima regresan a la recepción. Llenan nuevos formularios y tratan de entender qué tan diferentes son de los suyos - porque los papeles son absolutamente idénticos. Tras un momento la recepcionista […] siente lástima de los tontos y explica: los formularios se imprimen en dos hojas separadas, y la manera correcta es tenerlos impresos a ambos lados del papel.

Y así, cinco horas y media más tarde de la hora de su cita, Vova y Dima llenan los formularios, se los regresan a la rubia y pagan el dinero. Entonces la rubia les informa que pueden llamar en dos semanas (!) para averiguar si les han concedido la visa o no y si es que deben entregar más documentación.
- ¿Y qué si no nos dan la visa? ¿Qué pasa con nuestro dinero en ese caso?- pregunta Vova.- El dinero se queda en la embajada, - responde la rubia.- ¿Para qué? - pregunta Vova.- Por haber hablado con ustedes, - explica la rubia educadamente.

[…]


¿Te suena conocido? A más de uno seguramente que si. Puedo entender el estrés y la ansiedad que genera atender a un público frustrado, cansado y nervioso, pero tal vez todo podría solucionarse si los consulados (no solamente el español) brindaran información adecuada, con señalizaciones lo suficientemente visibles para todos y en lenguaje simple y claro. Y, por supuesto, la cosa sería un poco más fácil PARA TODOS si habilitaran la opción de hacer la mayor parte de los trámites por Internet. Que piensen en sus propios funcionarios, y que les alivien la carga... pesada, sin duda.

Si quieres leer el texto completo en castellano del mal rato que pasaron Vova y Dima, mira acá. Y si quieres ver el texto original en inglés, escrito por la blogger ucraniana Veronica Khokhlova, léelo acá.

13 comentarios:

  1. Gabriela, te conocí a través de GV, fantástico tu trabajo!

    Te pondré un link a este blog en mi blog Alemania, economía, etc.

    Un abrazo y miles de gracias x tu trabajo extraordinario!

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  2. Hoy leí el artículo... ayer -tengo que reconocerlo- sólo pasé super cortito a saludarte.

    Gabriela, qué significa esto: "¿podría presentarse?- Vova pregunta.- ¡Nos han enseñado a no presentarnos!",

    que la rubia no quería decir su nombre?

    Muchos saludos!

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  3. Si Marta, a eso se referia.
    Ya lo aclare en el texto. Gracias por hacermelo notar.

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  4. mil gracias! era sólo una pregunta! porque me lo parecía, pero sólo quería estar segura, te pondré un link! un abrazo!

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  5. Vengo acá a través de Marta y soy español.

    Te pongo lo que le puse a Marta:

    La impuntualidad y las malas ganas de los funcionarios españoles no me resulta nueva pero esas faltas de respeto la verdad es que no.

    También es cierto que si aquí a alguien se le trata así no se va sin poner una incidencia y después de haber puesto de, por lo menos, pelo estropajo a la rubia.

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  6. gracias querido rayco, yo, por mi parte, copio lo que acabo de escribir en mi blog como respuesta a este estupendo bloguer:

    "yo encuentro que se podría / debería hacer algo...

    de partida, no es bueno quedarse con esta información y no escuchar a "la rubia", ja ja,

    no, en serio, deberíamos (es que yo no soy espanola ni uncraniana) enviar un mail al Ministerio de Asuntos exteriores de Espana, porque dejan mal a Espana y también a la UE...

    no sé, Neeca es una periodista muy seria, así que no puedo creer que sus fuentes sean dudosas, pero a veces, se pueden ver las cosas desde diversos puntos de vista...

    O bien, sería bueno dar instrucciones a los funcionarios, al menos para que sean amables.

    Un abrazo querido rayco!"

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  7. Tal vez la razon por la que la gente que se siente maltratada "no hace olas" es por temor a la mayor represalia: que le nieguen la visa.
    Es lo que se me ocurre.

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  8. Vaya... Entonces si escucharan las historias del maltrato que reciben las personas en los consulados españoles de latinoamerica... Lo que las ucranianas han pasado se quedaría en nada. E irónicamente el trato que dispensan los consulados de los países latino americanos en España no sé si es aún peor.

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  9. Aclaremos unas cosas:
    1.-No todos los que trabajan para organismos públicos españoles son funcionarios. Algunos son simplemente trabajadores. Para ser 'funcionario' el acceso es más exigente, el régimen disciplinario más duro, etc. En España se tiene claro ambos conceptos. Acusar a los 'funcionarios' de lo que hacen los 'trabajadores del sector público' es como acusar a los 'bomberos' de lo que hacen los 'policías'. ¿Injusto verdad?
    Como se suele decir: que cada palo aguante su vela.

    2.- La 'rubia' en cuestión ¿es española? En las legaciones españolas en el extranjero trabajan personas de nacionalidad extranjera. (Es más, en oficinas públicas españolas hay funcionarios y trabajadores del sector público que no son españoles).

    Así que antes de afirmar que en una 'funcionaria'
    (véase mi observación anterior)
    'española', creo que sería necesario que el autor del texto hubiera corroborado que lo es.



    Laura (funcionaria española)

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  10. Estimada Laura:
    No es intención de este post ofender a nadie. Si te has sentido ofendida, la verdad lo siento mucho.
    Si te das cuenta, esto es una transcripción de lo que cuenta una muchacha ucraniana acerca de dos amigas que quisieron sacar visa para visitar España. No conozco Ucrania, no sé cómo es el Consulado de España en Kiev. Tampoco conozco el Consulado de España en Lima, pero si conozco de su fama. Me han hablado de esto diferentes personas que quieren visitar tu país como turistas, y todos dicen que los tratan como si su intención fuera quedarse a ser ilegales en España. Y esto coincide con lo que cuenta esta muchacha ucraniana.
    Si la rubia es española o no, no lo sé. Yo me limité a copiar textualmente el artículo que traduje para Global Voices.
    Entiendo tu molestia, pero espero que entiendas también que la molestia por la que pasan ciudadanos honestos que solamente quieren conocer España.

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  11. Estimada Laura,
    te defiendes como gato de espaldas ;)

    pienso que da lo mismo si una persona es "funcionaria" o empleada ;) hay que tratar bien tanto a los clientes, como a los usuarios y a todo el mundo ;)

    da lo mismo que sea espanola con pasaporte o no; el hecho es que ella está trabajando en el consulado de Espana y es responsabilidad del estado espanol y, en este caso de su cónsul, dar una atención que no esté renida con la dignidad humana...

    puse un link a mi blog (tengo muchas visitas ucranianas) y mis visitas corroboraron este comportamiento.

    Por otra parte, basta viajar una vez en un avión de Iberia, para darse cuenta cómo es "la atención al cliente en Espana" ;)

    y qué me dices de esto?

    Fronteras

    saludos!

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  12. Estimada Gabriela,
    Si, me he sentido ofendida porque has acusado a un colectivo al que pertenezco de algo que no es, ni mucho menos generalizado.

    Además, no tienes información para asegurar que los hechos que narras, se puedan atribuir a ningún miembro de nuestro colectivo.

    Creo que amplificar lo que alguien dice en un blog que oyó que a otro le ha pasado, sin tener más información, es cuando menos irresponsable. La gente que hace esas cosas puede llegar a hacer mucho daño.

    Veamos algunos supuestos:
    1.- He oido que un profesor en XXXlandia maltrató a un niño. Me dedico a difundir 'Los profesores de xxxlandia son perversos maltratadores de niños'.
    2.- Mi vecino me contó que a un amigo suyo le habían robado un grupo de xxxx-es. Me dedico a difundir 'Los xxx-es son unos ladrones sin piedad'
    etc.
    etc.

    En eso mismo ha caido usted.

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  13. estimada Laura, por fin encuentro a una funcionaria espanola "con las botas puestas", serías tú tan amable de intentar resolver este problema mío con tus colegas funcionarios?

    Mi mail de 09.06.2010 al Ministerio de Defensa espanol que lamentablemente se quedó sin respuesta

    es grave que a una la amenacen de muerte ;)

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