martes, 26 de enero de 2010

"De la burocracia nuestra de cada día, líbranos Señor..."

Hace poco más de un mes traduje un post sobre burocracia ucraniana para Global Voices Online. Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos... sintámonos un poco tontos y consolémonos de saber que no estamos solos.

Pasé dos semanas trabajando en Ucrania - junto con el corresponsal de Stern, Tilman Müller [que hacía la parte escrita], trabajábamos en una historia grande sobre una visión general del país.

Antes de empezar a trabajar, nos reunimos con el editor del periódico en inglés [Kyiv Post] - y pedimos consejo: cómo llegar acá, y cómo llegar allá. A la pregunta de cómo hacer tomas a algo referido al ejército ucraniano, este sabio hombre recomendó no desperdiciar tiempo ni energía -de todas maneras no va a funcionar.

Confiado en exceso, dejé de lado este consejo y comencé a llamar al señor Khalyavynsky - “jefe del servicio de prensa del Ministerio de Defensa de Ucrania”. Durante tres días, no estaba[...]. Al tercer día, la secretaria se apiadó de nosotros y nos dio su número de fax. Escribí una carta en inglés, pidiéndole que nos ayudara con la grabación de dos cosas: estábamos interesados en la flota ucraniana ubicada en Sebastopol y la unidad de la guardia de honor ubicada en Kiev. Envié la carta Hamburgo por e-mail, pedí que la imprimieran, que los gerentes la firmaran y la enviaran por fax a Kiev.

Al dia siguiente, llamé de nuevo al servicio de prensa:
- Buenos días, mi nombre es Serhiy Maksimishin, fotógrafo de la revista Stern, Alemania. Me gustaría saber si ha habido alguna respuesta a nuestra carta enviada por fax.
- ¿Qué carta por fax? No ha habido ninguna carta por fax de Alemania.
- ¿Cómo que no ha habido ninguna carta? Nuestra sala de prensa dijo que mandó una ayer…
- No pueden habernos mandado nada, porque no hubiéramos podido recibir nada.
- ¿¿¿Cómo así???
- Porque hemos estado sin papel de fax desde hace una semana ya.
- Oh Dios, ¿cuándo lo tendrán?
- En realidad, lo tenemos, pero la persona que sabe cómo ponerlo no está.
- ¿Y cuándo aparecerá esta persona?
- Llámenos el lunes, tal vez alguien aparezca…

Los llamé el lunes. El papel de fax ya estaba puesto. [...]

- Señorita Svitlana, le habla de nuevo Serhiy Maksimishin, fotógrafo de la revista Stern, Alemania. Dígame por favor, ¿han recibido nuestro fax?
- Si, un tipo de algo ha llegado…
- ¿¿¿Qué quiere decir, “un tipo de algo”???
- Oh, pero está en un idioma extranjero, así que, ¿quién puede leerlo?...
- ¿Cómo? ¿¿¿Ni una sola persona en toda la sala de prensa sabe inglés??? ¿No les da vergüenza?
- Bueno… espere… preguntaré…

Cinco minutos después:

- No, el jefe [del servicio de prensa] dijo que Stern debería mandarnos la carta en ucraniano.
- ¿Puedo traducirla yo?
- Espere.

Otro cinco minutos después:

- El señor Khalyavinsky dice que, como una excepción, puede venir a nuestra oficina y traducirla acá.

[...] Empiezo a traducir. [Ella] mira por encima de mi hombro y protesta: “¿Por qué lo traduce al ruso? ¡El jefe dijo que debería estar en ucraniano!” Volví a empezar, esta vez en ucraniano. Quién diablos sabe qué es “unidad de guardia de honor” en ucraniano. Por fin, doy el fax de la carta y la traducción escrita a mano a la secretaria, se la lleva detrás de la puerta cubierta con falso cuero negro. Diez minutos después, se nos permite ingresar a la oficina del señor Khalyavinsky. A juzgar por lo bien alimentado que está, su rango no debe ser menor al de teniente coronel; no se levanta de su escritorio, esconde sus pies en chancletas azules de caucho debajo de la mesa.

[...]

Todo esto, durante una semana entera.

P.S. Si alguno de ustedes piensa que el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso emplea a personas de otro tipo, están equivocados. Como decía un conocido mío, “estamos trabajando desde adentro de un cerrado círculo de [tarados]”.

Esta no es toda la odisea. Para ver la traducción completa en castellano, ver acá. Y para ver la versión original en inglés, ver acá.

sábado, 16 de enero de 2010

Perlitas

Comparto acá algunas perlitas que he encontrado en mi diario quehacer.
1. Esta primera imagen la tomé, con ayuda de mi fiel celular, en la oficina distrital de una entidad que brinda un importante servicio al público:

Pues parece que los únicos que desconocen (mayormente) algo son los redactores del aviso.

2. El siguiente cartel está colgado en varios postes de Miraflores:


No se lee muy bien. A esa distancia, el fiel celular no refleja tan fielmente la realidad. El texto dice: YOUR ALMS IS OF NO USE. Y luego viene un mensaje en inglés pidiendo a los extranjeros que no den limosna a los niños de la calle porque promueve explotación infantil. Los hay similares en castellano.

De todos modos, creo sonaría mejor si el texto dijera: YOUR ALMS IS COMPLETELY USELESS. Porque puesto así como está yo lo entiendo como un débil y hasta diría incompleto TU LIMOSNA ES DE NINGUNA UTILIDAD. O TU LIMOSNA ES NO ÚTIL. La versión en castellano es mucho más fuerte, pues dice TU LIMOSNA NO SIRVE DE NADA.

3. Esta imagen también es de una entidad estatal que brinda otro servicio público:

Bueno, acá alguien parece haber estado con hambre. No se lee muy bien. El reflejo del vidrio dificulta la lectura, así que lo transcribo:

COMUNICADO
Ley 28683
AS MU RES E BARA DAS ÑAS Y NIÑOS, ADULTOS MA ORES Y PE ONAS CON DIS APA DAD, TI NEN TENCI N P E ERE TE EN V NTAN LLA.

A los pocos días quise tomar una foto mejor y encontré que alguien, diligentemente, había rellenado los espacios con corrector blanco.

Ver más perlitas acá.

jueves, 7 de enero de 2010

Triángulos

El protagonista. Ella. El antagonista.

Un día, el protagonista descubre que la quiere. Corre a la casa de ella a decírselo. Son las 4 de la mañana. Toca el timbre. Se queda de piedra cuando es el antagonista quien abre la puerta. Es una competencia desigual. Una batalla perdida para el protagonista: un tipo común y corriente, que vive en una casa sin muebles y tiene un trabajo bastante común y corriente. Con el protagonista, la procesión SIEMPRE va por dentro. En cambio, el antagonista maneja un Mustang, bien podría ser confundido con el hombre más sexy del mundo, y es astronauta para más inri.
A pesar de ser una competencia desigual, gana el protagonista. Nunca se entendió, y hasta ahora, no se entiende, por qué ella lo trataba siempre tan mal, como si fuera una nueva versión de la canción "Mil horas". Por eso mismo, nunca se entendió, y hasta ahora, no se entiende por qué él la quería tanto.
Lamentablemente, y a pesar de ellos mismos, en esta historia no terminaron felices comiendo perdices.
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La protagonista. Él. La antagonista.
Europa está empezando a ponerse de cabeza. La protagonista es novicia, y le han encomendado ser la institutriz de los siete hijos de él. Siete hijos que, a pesar de la férrea disciplina militar que él les ha impuesto, se las arreglan para no aburrirse. Él está a punto de casarse con una baronesa, muy fina, muy refinada. Muy adecuada. Es una competencia muy desigual.
A pesar de ser una competencia muy desigual, después de unas cuantas canciones y un baile, gana la protagonista. La antagonista se va. La protagonista y él comen perdices, antes de ver desmoronarse su mundo.
Pero, juzgando por la parte que nos cuentan, encuentran su sueño. Y comen perdices, al menos en un sentido figurado.
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El protagonista. Ella. El antagonista.
El mundo entero ya está de cabeza. La gente espera, espera y espera. El protagonista es prácticamente un apátrida, un tipo cínico que ha encontrado su lugar en el mundo en un apartado lugar del mundo, en medio del desierto. Todos conocen al protagonista, aunque nadie sabe nada de su vida. Se le ve feliz muy brevemente. Un día, de entre todos los bares de todas las ciudades de todo el mundo, ella entra en el bar del protagonista. Viene acompañada del antagonista, alguien cuyos méritos le han valido ser un ciudadano del mundo (libre). Ella y el antagonista buscan una salida. El protagonista tiene la salida literalmente en sus manos. Sería tan fácil... pero ella le ha dicho que decida por los tres.
Esta competencia parece no ser tan desigual.
El protagonista decide por los tres. Ella debe partir con el antagonista, porque si no lo hace se arrepentirá. Tal vez no ese día ni el siguiente, pero en algún momento y por el resto de su vida. Finalmente, ella debe recordar que siempre tendrán París.
El avión parte. Para ella y el antiagonista la espera ha sido corta. El protagonista ha ganado la apuesta. Y es el inicio de una bella amistad.