1. Quiz show: dirigida por Robert Redford y ambientada a finales de los años cincuenta, cuenta la historia de un programa concurso, Veintiuno, que para mantener o elevar sus niveles de rating, facilitaba las respuestas a algunos concursantes que los productores consideraban idóneos para lograr tal fin. Está basada en hechos reales.
La trama de la película empieza con la entrada de Charles VanDoren (Ralph Fiennes) al concurso. VanDoren era el hijo del famoso escritor Mark VanDoren, ganador del Premio Pulitzer, según nos enteramos en los primeros minutos de la película, además de ser pariente cercano de otros escritores y poetas destacados. Por lo tanto, era heredero de una conocida estirpe de intelectuales. Pero él era (un simple) asistente de cátedra de la Universidad de Columbia.
Es interesante ver cómo se desarrolla su conflicto interno, sobre todo cuando empieza a ganar más y más dinero, más y más fama. Así, deja de ser "el hijo de" y "el sobrino de" para pasar a ser "el concursante triunfador de Veintiuno".
Tiene varias escenas y diálogos memorables, de los cuales rescato tres:
- Cuando Dick Goodwin (interpretado por Rob Morrow), integrante de una subcomisión del Congreso, ya con la certeza de que en el programa hay algo raro, confronta a VanDoren durante un juego de póquer. Tras varias pullas que solamente entienden ellos dos, Goodwin le dice a VanDoren: "sé que mientes". Y VanDoren, que ha captado perfectamente qué es lo que quiere decir su némesis, le contesta: "la palabra es bluf".
- El diálogo entre Charles VanDoren y su padre Mark (Paul Scofield), cuando aquel confiesa la verdad. El padre le dice primero en tono burlón que hacer trampa en un programa concurso de televisión es como plagiar historietas cómicas. Al ver la gravedad del asunto, indignado increpa al hijo: "¿a ti?, ¿te daban las respuestas a ti?", y termina lapidariamente: "¡tu nombre es el mío!"... que es el quid de todo el asunto.
- La declaración que hace Charles VanDoren al final de la película, cuando ya todo se ha descubierto: "me he parado en los hombros de la vida y nunca me he ensuciado con tierra para construir, para erigir una fundación propia. He volado muy alto con alas prestadas. Todo vino demasiado fácilmente".
2. Cinema Paradiso: arranca con el anuncio que le hacen a Totó de que Alfredo ha muerto, y eso nos lleva en un flashback a presenciar quién es Totó, quién es Alfredo y a todos los pintorescos personajes de Giancaldo.
Vemos crecer a Totó, aprendemos que es un niño travieso que vive con su madre y su hermana. Su padre desapareció en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial y nadie supo más de él.
Mi mama, que ha pasado su niñez en una pequeña ciudad de la selva del Perú y que vivía al lado del cine que era propiedad de mi abuelo, dice que la gente se comportaba igual a como vemos en la película cuando el rollo no llegaba a tiempo.
Creo que todo el que haya visto Cinema Paradiso no puede evitar las lágrimas con las escenas finales. Como para no perdérselas ni por un segundo.
3. Musíme si pomáhat: película checa que pasó casi desapercibida en el cine cuando la dieron en Lima con el nombre Lo mejor de nosotros. La he visto hace poco en el cable con el título Amor en tiempos de odio (no confundir con el libro de parecido título de Gabriel García Márquez). En inglés se llama Divided we fall (Divididos caemos). He tratado de traducir el título del checo original, e interpreto que el resultado es algo así como "tenemos que ayudar" (si alguien puede, agradeceré la corrección).
La trama está ambientada en Checoslovaquia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y nos muestra las desventuras de Josef y Marie, una pareja sin hijos que decide alojar a un judío en su casa con los riesgos que una acción así significaba en esos tiempos.
Los minutos finales también son memorables.
Probablemente los críticos de cine dirán que esta es una lista predecible y azucarada. Como lo saben todo, seguramente tendrían razón. Yo siempre digo que sería interesante ver qué podrían hacer ellos con una cámara y un libreto. Sin duda, una película dirigida por un critico debe ser una obra maestra.
Vaya... no he visto ninguna... a corregir eso.
ResponderEliminarquerida Gabriela!
ResponderEliminarQuiz show me gustó mucho!
las otras, lamentablemente, no las he visto, pero si tú las recomiendas... habrá que verlas,
un abrazo fuerte!
Cinema Paradiso es una de esas peliculas que uno no puede morir sin verla.....
ResponderEliminarSaludos,
Katia
Juan: con tu inminente viaje, tienes la oportunidad de corregir eso... al menos con una de las peliculas.
ResponderEliminarMarta: Quiz show me encanto, el conflicto interno me parece riquisimo y muestra la falta de identidad de un sujeto que "lo tenia todo".
Katia: por supuesto, y quien no llora con la secuencia final definitivamente esta hecho de piedra.
Eso si...hay que verla con sábana porque pañuelo te queda chico :)
ResponderEliminarQuiz Show nunca la pude ver, pero mas bien Gaby, te recomiendo veas algo de cine Asiatico, ultimamente veo varias y me dejan sorprendido por su calidad y originalidad, basicamente de Korea, China y Japon. Tan buenas que hasta los gringos se estan copiando y por consiguiente malogrando con sus versiones "Made in Hollywood"
ResponderEliminarTienes razon Oscar. La verdad no he visto mucho cine asiatico, pero creo que debo empezar a cambiar eso.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con eso de que Hollywood malogra toda obra de arte para convertirla en un producto a su antojo.