Partimos desde Piura los tres, Pepe, Mari y yo. El destino final era Guayaquil. Los puntos intermedios, Loja y Cuenca.
El cruce fronterizo fue fácil y bastante rápido. El trámite para ingresar el carro también. Del otro lado de la frontera nos esperaba un camino verde y más verde. Y lluvia. Mucha lluvia.
En el camino, Pepe informó que sentía el carro pesado, que el carro estaba chancho, como decimos en el Perú. Si bien nunca detuvo su marcha, yo también notaba que el carro avanzaba como si estuviera frenado.
Llegamos a Loja en búsqueda de un hotel determinado, pero como no lo encontramos, terminamos alojándonos en otro que resultó muy bueno. Como a las 6 pm, salimos a comer algo. Había sido un largo camino desde la salida de Piura, a las 9 am. La lluvia era omnipresente. Con las justas llegamos a un restaurante en taxi, a escasas cinco cuadras del hotel. Luego de comer, el regreso debió ser en taxi también. A pesar de la corta distancia, caminarla sin paraguas hubiera sido poco agradable.
La lluvia no cesó nunca. Conocimos Loja a través de las ventanas del carro, del taxi y del hotel.
En medio de verdes paisajes, Loja nos dijo adiós desde la lluvia.
El cruce fronterizo fue fácil y bastante rápido. El trámite para ingresar el carro también. Del otro lado de la frontera nos esperaba un camino verde y más verde. Y lluvia. Mucha lluvia.
En el camino, Pepe informó que sentía el carro pesado, que el carro estaba chancho, como decimos en el Perú. Si bien nunca detuvo su marcha, yo también notaba que el carro avanzaba como si estuviera frenado.
Llegamos a Loja en búsqueda de un hotel determinado, pero como no lo encontramos, terminamos alojándonos en otro que resultó muy bueno. Como a las 6 pm, salimos a comer algo. Había sido un largo camino desde la salida de Piura, a las 9 am. La lluvia era omnipresente. Con las justas llegamos a un restaurante en taxi, a escasas cinco cuadras del hotel. Luego de comer, el regreso debió ser en taxi también. A pesar de la corta distancia, caminarla sin paraguas hubiera sido poco agradable.
La lluvia no cesó nunca. Conocimos Loja a través de las ventanas del carro, del taxi y del hotel.
En medio de verdes paisajes, Loja nos dijo adiós desde la lluvia.
...Mesmo com chuva é tão bom conhecer lugares, sentir a vida em outras regiões!...
ResponderEliminarOlá!
Cheguei até aqui navegando em mares desconhecidos, minha forma de conhecer o mundo! A Internet nos dá essa sensação de proximidade, eliminando distâncias, e a um clique estamos em terras sonhadas!
Gostei do que vi! Voltarei mais vezes!
Sou brasileira, psicóloga e mãe de uma jovem advogada, que está iniciando a carreira.
Desejo tudo de bom! Tenha uma ótima semana!
Beijos
Helô Spitali
¿Qué es "quedar chancho"? Ojalá la omnipresente lluvia no les impida disfrutar el paseo.
ResponderEliminarLluvia, algo que no existe en Lima, por eso sera que los limeños nos sentimoos tan fascinados con ella que hasta fotos le tomamos, ¿no es verdad querida Gabriela?
ResponderEliminarYo tambien quiero saber lo que significa " estaba chancho".
ResponderEliminarEspero que cesase la lluvia y puedieseis difrutar el resto del viaje . Un abrazo
Qué gracia, al principio creìa que hablabas de cruzar la frontera en un carro de vacas bajo la lluvia!!! Me imaginaba todavìa en una aldea de Galicia. Después he comprendido que es el coche. Con la lluvia el panorama se ve diferente y si no fuera por la incomodidad, serìa muy hermoso. Me gustan las fotos que hicìsteis en Loja a través del cristal empañado de gotas.
ResponderEliminarQué maravilla viajar por esos lugares desde Perù hasta Ecuador. Seguro que es toda una aventura!
!Qué bonito viajar bajo la lluvia!, he estado varias veces en Piura, pero como fuimos por avión, no he visto los bellos lugares y paisajes que se disfrutan al ir por carretera, he estado en Cuenca, cuando viajé a Guayaquil, en la época que estudiaba Orientación Familiar, la Universidad de Navarra organizó en dos oportunidades Seminarios en Ecuador, y ambos fueron en Guayaquil, ciudad muy limpia, con bellos paisajes y lugares históricos muy hermosos.
ResponderEliminarEspero sigas narrando tu viaje y pongas fotos.
¿Qué es estar "chancho"?, no sabía de esa palabra sobre como funciona un carro, ¿era por el barro efecto de la lluvia?.
Cariños,
Maricarmen
SAludos de USA.
ResponderEliminarQue lluvia tan hermosa Gabrielita. Nunca sa-
bras como te envidio. Hace mas de un SIGLO
que hice ese viaje por tierra. Lima Guaya-
quil, fue inolvidable. Te quiero.
Cotiti.
Cuando la lluvia escasea es un placer sentirla. En Andalucía, la Comunidad de España desde donde escribo, hemos tenido unos largos períodos de sequía que dejó un panorama desolador en nuestros paisajes. Afortunadamente llevamos dos años en que la lluvia nos regala verdor para los campos.
ResponderEliminarPor cierto, cerca de Málaga, en la provincia de Granada existe un pueblo precioso llamado Loja.
Un beso
Bienvenida, Helo.
ResponderEliminarConocer lugares nuevos siempre es agradable, con sol, con lluvia, con nieve, con frío.
Cuando un carro está chancho, AleMamá, quiere decir que está pesado, que avanza con dificultad. Como si estuviera frenado. En el Perú, aunque no creo que solamente acá, llamamos chancho al cerdo.
Es que es toda una novedad, Cyrano.
La lluvia paró en un momento, Chelo.
Definitivamente, Chusa, fue toda una maravillosa aventura.
Como todo en la vida, Maricarmen, viajar bajo la lluvia tiene su lado bueno y su lado malo.
Mi viaje fue más corto que eso, Consuelo, pero igualmente interesante.
Los limeños no tenemos lluvia así, Laly, por eso lo destaco.
LO MÁXIMOOOOO!!!! Me encantó...esperaré ansiosa los demás capítulos, jaja.
ResponderEliminarAquí llueve así como en las fotos que pones, con balde!
ResponderEliminarEsa lluvia que describes la siento como las que viví durante muchos años, en nuestra propia Selva, donde cruzas una calle y te empapas como si te metieras a la ducha. Y entonces abres una ventana y ves el Cielo llorar con desconsuelo, pero en un momento termina la lluvia y otra vez brilla el sol.
ResponderEliminarBruta lluviaza Gaby!! jajja Algo rico que comieron??
ResponderEliminarAquí en Chile decimos "pasarlo chancho" cuando estamos gozando de la vida plenamente. No era naturalmente la situación del vehículo que los transportaba a ustedes.
ResponderEliminarNosotros en vez de el coche decimos el auto, la camioneta, etc.
Pensar que supuestamente hablamos el mismo idioma!,querida Gabriela.
Me han encantado tus fotos "al compás" de la lluvia.
Un beso.
Lo que dije antes es válido también para "el carro", término que tampoco usamos en Chile.
ResponderEliminarPronto llegarán, Mari.
ResponderEliminarEn Lima no llueve así, Cheluca. Nuestra lluvia se llama garúa, por eso para mí es siempre una novedad.
Recuerdo esas sorpresas caídas del cielo, Anónimo.
Tremenda la lluviaza, Katy.
No, Esteban, con el carro chancho no la pasamos tan chancho. Sobre todo Pepe, que estaba tras el timón.
No me gusta la lluvia, pero las fotos son preciosas!
ResponderEliminarWelcome back Gabriela!
ResponderEliminarIt seems that we were traveling at the same time indeed!!! Wish we could've met somewhere in the middle of the road. Where would that be? somewhere in Central America I guess :-)
Hopefully, one of these days we will.
Take care.
Hi Gabriela! I was certain I commented on this post, but I can't find my comment now. Anyway, I loved the photos of the rain. Sometimes it can be so pretty.
ResponderEliminarHopefully, Abufares, in Central America or wherever.
ResponderEliminarI'm glad you liked the photos, Isobel. Thanks for dropping by.