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A raíz de la historia del ángel inesperado, me enviaron una historia con autorización para publicarla. Gracias a quien me la envió.
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A veces ocurren cosas inexplicables como esta que voy a relatar
Iba yo manejando mi auto a un lugar ubicado al inicio de la Carretera Central. Estaba muy preocupada por un problema familiar y en un descuido seguí de largo cuando debía entrar a la derecha. Lo hice en la siguiente entrada pensando que por ahí podía dar una vuelta y llegar a mi destino, pero solo era una vía en construcción y había salida.
Bajé del auto para ver qué podía hacer, cuando vi llegar otro auto que se detuvo a mi lado, en el asiento posterior estaban tres niñitos muy sonrientes. El chofer, un señor de rostro amable, me preguntó qué pasaba. Le dije que sin querer me había pasado de largo cuando debía entrar. Él me dijo que iba al mismo sitio y también se pasó, pero que sabía cómo llegar.
Sígame, me dijo.
Subimos a los autos, volvimos a la carretera, yo lo seguía y los niñitos me miraban todo el tiempo. Avanzamos un buen trecho, luego salimos a la derecha, dimos la vuelta por un puente encima de la carretera, regresamos y llegamos a una zona ya conocida por mí. Al pasar por el lugar donde debía entrar para llegar a mi destino, el señor que iba adelante me hizo señas con el brazo y siguió de largo. Yo entré a la derecha y de pronto recordé que él me había dicho que iba al mismo sitio que yo.
Entonces, ¿por qué siguió de largo?
Me quedé mirando el auto que se alejaba por la carretera y los niñitos se despedían agitando los bracitos.
¿Qué fue eso? ¿De dónde apareció esa persona para sacarme del apuro? ¿Se dio esa gran vuelta en el auto y perdió su tiempo solo para indicarme el camino? ¿Los niñitos estaban ahí para inspirarme confianza?
Son preguntas que siempre me hago para las que no encuentro respuesta.
Solo quiero creer que mi Ángel de la Guarda se me apareció en la Carretera Central para ayudarme y después de hacer su trabajo, se fue.
Muchas gracias, Ángel. Hasta la próxima.
Bonita historia. Un beso
ResponderEliminarReconfortante, por todos lados.
EliminarQué relato más emocionante... También queremos pensar que fue un ángel de la guarda... Creemos mucho en él, de hecho....
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y
También creo en los ángeles. Están pendientes de los que pasa para ayudarnos siempre.
EliminarGracias Gabriela …..me encantó !!! es verdad , yo creo que a todos les ha pasado algo similar. Alguien nos ha brindado ayuda en un momento dificil o hemos brindado ayuda a desconocidos en momentos dificiles también.
ResponderEliminarTen un lindo día.
Besitos
Yo he ayudado a desconocidos más de una vez. Su expresión de agradecimiento lo es todo.
EliminarGaviota tendré angel yo también o tengo que estar sindicalizada? 😊 me encantó el relato.
ResponderEliminarPor las dudas, busquemos el sindicato para anotarnos.
Eliminar::D
Sigue quedando buena gente en el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y son la mayoría, pero como no hacen bulla parece que no estuvieran.
EliminarMe gusta la historia, y creo en que suempre hay ángeles que nos cuidan y ayudan en.momentos dificiles.
ResponderEliminarSiempre están, me los he cruzado más de una vez.
EliminarEstoy segura de que todos tenemos un ángel que nos protege. Tengo experiencias que lo confirman.
ResponderEliminarA ver si algún día cuentas esas historias.
EliminarPues seguramente , estoy convencida de que el Ángel de la guarda existe aunque no lo siempre lo veamos. Un abrazo y gracias por entrar en mi blog y comentar.
ResponderEliminarP.D: Y sí es un honor para mí saber que mi libro viajará a Lima pues con su venta estamos recaudando dinero para el Proyecto de Alfabetización que indico en el blog.
Muy bonita la historia. Los ángeles están dentro de las personas de buen corazón, estoy convencida.
ResponderEliminarBesos