Todo empezó con una pregunta: "¿vamos a Chacapampa para Fiestas Patrias?", que superada la flojera inicial que despertó fue respondida con "ya, vamos".
Partimos la madrugada de un sábado en caravana con una familia que nos acompañó en la aventura, y después de compartir la Carretera Central con otros vacacionantes que huían de la capital, llegamos a Chacapampa justo a la hora del almuerzo.
Dividimos el tiempo entre conocer los alrededores del Fundo Chacapampa, los pueblos andinos cercanos, de sentarnos alrededor del fuego de la hoguera y de oír chisporrotear la leña de eucalipto que nos procuró un ambiente abrigado en las frías noches. Frías solamente cuando estábamos afuera, pues en el interior de la casa todo lo que había era calor de hogar. Literalmente.
Disfrutamos de desayunos con miel de abeja producida en el fundo, acompañada de jugos de la fruta más fresca que jamás probé y de pan recién horneado que me hizo acordar al que hacía la tía Angelita. Uno cree que se olvida de los sabores, pero pude darme cuenta de que no es así. Los almuerzos fueron variados, pero el más memorable fue la pachamanca que degustamos el último día, donde pudimos ver cómo se prepara este plato tan nuestro, con piedras precalentadas que se colocan en la tierra.
Las tardes transcurrían sin prisa, escuchando las historias de don René, que nos regaló el honor de compartir su cumpleaños con nosotros nada menos que el 28 de julio, la fecha central de nuestras Fiestas Patrias. Las noches eran estrelladas, algo que en otras latitudes es normal y que los limeños no disfrutamos por lo nublado y encapotado que siempre está nuestro cielo. Ver la luna llena era un espectáculo que bien merecía aguantar el frío por un momento.
Así pasaron mis Fiestas Patrias, entre lunas llenas, lunas azules, estrellas, cielos azules, pachamanca, risas entre amigos, historias de toda índole, paseos bajo el inclemente sol serrano meridiano y con muchas ganas de volver a Chacapampa, la pampa del puente, según me dijeron.
Qué bonito paseo! Disfrutar de esa naturaleza con verdadero sabor y color del Perú es un hermoso regalo de Fiestas Patrias. Felicidades!
ResponderEliminarUn regalo para los sentidos, Acirema.
EliminarVolver a Chacapampa, de todas maneras!
ResponderEliminar(Con Marcela. Como diría ella: obvio.)
Que se anime y allá vamos.
EliminarQué mágico y bello poder disfrutar de una naturaleza pródiga. lo que queda es solo pasarlo genial, cariños
ResponderEliminarSí, la pasamos genial, Abril.
EliminarQué días tan plenos, tan disfrutados!
ResponderEliminarHas usado la frase precisa, Milena, fueron días plenos.
EliminarMe alegra que en viaje hubo tan buena compañía, mucha alegría y también chisporreteo ;)
ResponderEliminarGracias Gabriela ya preparada para otra ruta, espero que tarde mucho en volver a tener consecuencias :))
Un beso.
El chisporroteo fue lo mejor, Laura. Yo espero que ya no tengas más consecuencias.
EliminarNos leemos.
Qué gusto que hayas tenido un bonito paseo y estado practicamente en contacto con la naturaleza, realmente en la vida agitada de la capital uno olvida lo bello que es gozar de las cosas sencillas y naturales.
ResponderEliminarLas cosas sencillas y naturales son las mejores, Yvette.
EliminarFueron, como leo, unas Fiestas Patrias celebradas idealmente Gabriela. En medio de la naturaleza en plenitud, sin dejar de lado el goce de las bondades de la cocina típica de la zona.Y lo principal, entre amigos.
ResponderEliminarFueron Fiestas Patrias memorables, distintas, Esteban. Y la compañía fue la mejor parte.
EliminarGabriela, en esos parajes en tiempo se detiene y transcurre a otro ritmo, relajado y sin estres. Tomo nota del lugar, no lo habia oido mencionar antes. Yo estuve ese fin de semana en Chaclacayo buscando sol y tranquilidad y si que volvi relajada.
ResponderEliminarUn abrazo!
Esa sensación del tiempo que se detiene la teníamos todos en Chacapampa, Soñadora. Lo describes muy bien.
EliminarHola Gabriela me ha gustado tu blog y tu forma de describir y contar los relatos y espero que mi tarjeta de presentación se convierta en un vinculo que nos una a través de nuestros escritos.
ResponderEliminarMe ha encantado lo que he leido porque siempre se aprende y se reflexiona.
Un beso.
Bienvenida, Manuela. Gracias por la visita y ya pasaré a leer tus escritos.
EliminarQue interesante....gracias por compartir tan lindo paseo Gabriela!!
ResponderEliminarUn besito....que tengas una excelente semana!!
Gracias, Camelia.
EliminarGabriela querida, já estou em casa. Agradeço todos os teus comentários e a companhia que me fizeste.
ResponderEliminarGostei muito desse teu passio e aprendi bastante sobre a cultura e costumes do teu país.
É certo que em Julho tivemos duas luas cheias, ou lua azul!
Beijinhos e bom sábado.
Nina
Bienvenida de vuelta, Nina. Debes sentirse bien de estar de vuelta en casa.
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