Cuando estaba en la universidad, prácticamente a lo largo de todos esos años, casi todas mas clases empezaban a las 7 am. Así que estaba acostumbrada a un despertar en el que solamente escuchaba el cantar de los pájaros. O eso era lo que pensaba.
El viernes 29 desperté en África. Fue un despertar diferente pero igual a todos los anteriores.
Después de un día y medio de atravesar meridianos, continentes, el Océano Atlántico, el Mediterráneo, el cansancio estaba al tope.
La entrada a Kenia me pareció fácil. O quizá la multitud de recomendaciones y mensjaes que recibió todo el grupo me hizo pensar que la cosa sería más complicada de lo que fue. El proceso me tomó menos de diez minutos. Es lo bueno de ser la primera de una fila que en un minuto se hizo larguísima.
Después de dos noches de poco dormir, la diferencia de horas no la sentí para nada. Terminé el día con de más de 36 horas de duración un cansancio tremendo. Debía esperar a mi compañera de cuarto, que finalmente llegó.
Lo último que recuerdo es haberla escuchado cerrar la puerta del baño.
Dormí como una piedra.
Al día siguiente, desperté en África.
El sonido de los pájaros me hizo retroceder en el tiempo, pero con la diferencia de que esta vez... estaba en África.
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El viernes 29 desperté en África. Fue un despertar diferente pero igual a todos los anteriores.
Después de un día y medio de atravesar meridianos, continentes, el Océano Atlántico, el Mediterráneo, el cansancio estaba al tope.
La entrada a Kenia me pareció fácil. O quizá la multitud de recomendaciones y mensjaes que recibió todo el grupo me hizo pensar que la cosa sería más complicada de lo que fue. El proceso me tomó menos de diez minutos. Es lo bueno de ser la primera de una fila que en un minuto se hizo larguísima.
Después de dos noches de poco dormir, la diferencia de horas no la sentí para nada. Terminé el día con de más de 36 horas de duración un cansancio tremendo. Debía esperar a mi compañera de cuarto, que finalmente llegó.
Lo último que recuerdo es haberla escuchado cerrar la puerta del baño.
Dormí como una piedra.
Al día siguiente, desperté en África.
El sonido de los pájaros me hizo retroceder en el tiempo, pero con la diferencia de que esta vez... estaba en África.
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