Para ver las anteriores estampas callejeras, puedes entrar acá.
Vi este aviso el otro día muy cerca de mi casa. Si tuviera un perro, ya sé quién se encargaría de pasearlo cuando yo misma no pudiera hacerlo.
En la tienda que queda en la esquina de mi casa, la dueña ha puesto este cartel. Habría que ver si los privilegiados a los que se ha concedido el derecho de admisión se portan a la altura de las circunstancias.
Una mujer pasea por la calle con su bebé en un coche, carriola o carro por la avenida Larco. Al llegar al cruce con una calle estrecha, tiene que detenerse y esperar que pasen todos los autos que avanzan apurados. Ni uno solo de los choferes puede frenar y darle pase a un mujer con un bebito. Al igual que el Hombre de Negocios de El Principito, son personas muy ocupadas y no pueden darse el lujo de perder valiosísimos diez segundos para que una mujer con un coche de bebé cruce la pista. Un motociclista que lo ha visto todo decide tomar acción: pone su moto de tal manera que impide el paso de todos los carros, arriesgándose a muchas cosas, y le hace un gesto con la mano a la mujer indicándole que pase tranquila. Ella pasa, le agradece con un notorio movimiento de cabeza y sigue su camino.
En el banco, un hombre quiere cobrar un cheque. La cajera le dice que no es posible pues el documento de identidad del hombre no tiene la constancia de la última votación. Sin esa constancia, o el sello que acredite el pago de la multa respectiva, el hombre no puede cobrar el cheque. Hay desesperación en su cara, definitivamente cuenta con ese dinero que por ahora parece inaccesible. La clienta de la ventanilla vecina se ofrece, su documento si está con el imprescindible sello. Es una completa extraña para el hombre, pero aun así está dispuesta a ayudarlo. Pregunta si puede cobrar el cheque y la cajera le dice que si, que no hay problema. La clienta endosa el cheque, recibe el dinero, lo cuenta y se lo entrega íntegro al hombre, que no sabe cómo agradecerle.
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Vi este aviso el otro día muy cerca de mi casa. Si tuviera un perro, ya sé quién se encargaría de pasearlo cuando yo misma no pudiera hacerlo.
Me causó gracia la frase "perros felices". |
Por casualidad, otra de perros. |
Una mujer pasea por la calle con su bebé en un coche, carriola o carro por la avenida Larco. Al llegar al cruce con una calle estrecha, tiene que detenerse y esperar que pasen todos los autos que avanzan apurados. Ni uno solo de los choferes puede frenar y darle pase a un mujer con un bebito. Al igual que el Hombre de Negocios de El Principito, son personas muy ocupadas y no pueden darse el lujo de perder valiosísimos diez segundos para que una mujer con un coche de bebé cruce la pista. Un motociclista que lo ha visto todo decide tomar acción: pone su moto de tal manera que impide el paso de todos los carros, arriesgándose a muchas cosas, y le hace un gesto con la mano a la mujer indicándole que pase tranquila. Ella pasa, le agradece con un notorio movimiento de cabeza y sigue su camino.
En el banco, un hombre quiere cobrar un cheque. La cajera le dice que no es posible pues el documento de identidad del hombre no tiene la constancia de la última votación. Sin esa constancia, o el sello que acredite el pago de la multa respectiva, el hombre no puede cobrar el cheque. Hay desesperación en su cara, definitivamente cuenta con ese dinero que por ahora parece inaccesible. La clienta de la ventanilla vecina se ofrece, su documento si está con el imprescindible sello. Es una completa extraña para el hombre, pero aun así está dispuesta a ayudarlo. Pregunta si puede cobrar el cheque y la cajera le dice que si, que no hay problema. La clienta endosa el cheque, recibe el dinero, lo cuenta y se lo entrega íntegro al hombre, que no sabe cómo agradecerle.
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Tu eras la cliente de la ventanilla vecina, ¿no?, como que te conozco 37 años estoy segurísimo que eras... hasta me animaría a decir que también eras el de la moto, jaja.
ResponderEliminarMe has hecho reír muchísimo con tu comentario, Coqui.
EliminarJajaja qué divertido, quizás tú eres ese héroe anónimo que todos buscamos en la vida!!!
EliminarGabrielita me encantan tus relatos.
Un abrazo.
Las fotos son muy divertidas, Cheluca. Por eso decidí publicarlas.
EliminarY gracias por la mención en tu blog.
Hola Gabi!
ResponderEliminarLa verdad es que hace falta un poquito más de humanidad en el mundo, estamos todos siempre tan pendientes de nuestro propio ombligo que olvidamos que hay más gente andando por el mundo.
A mi tampoco me cabe duda que la de la ventanilla de al lado fueras tu, el corazón lo tienes grande, eso seguro.
Un Besazo
Además, andamos siempre apuradísimos, Carolina. No va a pasar nada por detenernos diez segundos de vez en cuando.
EliminarSi hubiera muchos como el señor de la moto o como la cliente de la ventanilla de al lado irian las cosas d otra forma.
ResponderEliminarHoy dice falta humanidad.
Más personas como este motociclista es lo que necesitamos en este mundo, Chelo.
EliminarMuchos estudiantes hacen un buen capital durante las vacaciones de verano paseando perros, me los recordaste.
ResponderEliminarDe las historias, lindisima manera de relatarlas asi como el evento tan profundo y sentido,
besos
En cambio, me parece que en Lima recién están apareciendo estos paseadores de perros, Patricia. Es cada vez más habitual verlos por las calles.
EliminarEstoy de acuerdo y no me cabe la menor duda de que tu fuiste la persona que ayudó a cobrar el cheque. Me dio risa ver la lista de perros "autorizados" para ingreasr a la bodega de tu vecina. Al parecer, se trata de perros muy educados, los demás que aprendan.
ResponderEliminarSobre todo que aprendan a leer, Anónimo. A ver si así terminan estando en la lista de los canes aceptados.
EliminarPerros con privilegios y gente buena = otro mundo.
EliminarNo es tan de otro mundo, Cyrano. En Lima, donde no somos muy propensos a ceder el pase a otros autos, hay una esquina donde esa parece ser la regla. Alguien la llama la esquina de los educados.
EliminarSaludos de USA.
ResponderEliminarGabrielita, me he divertido muchisimo con
entrada. Los avisos de los perros son ge-
niales, hasta parecen sacados de un sketch
comico. Nos esta haciendo mucha falta un
motociclista con esa bondad y educacion y
una dama como la de la ventanilla de al
lado. Te quiero.
Cotiti.
Los avisos caninos son reales, Consuelo. Me gustaron mucho.
EliminarGabriela es verdad, la prisas de la vida diaria, y porque no decirlo, la mala educación que muchos de nosotros tenemos, nos lleva a realizar acciones poco educadas. Ceder el paso o sujetar una puerta, es una regla de cortesía que ha caído bastante en el olvido… Que paso?
ResponderEliminarEn cuanto a los paseadores de perros por aquí cumplen una función muy importante y ayudan un montón a las personas que adoran a sus mascotas pero que no disponen de tiempo para sacar las a pasear. Una amiga mía hace el trabajo y con certeza te digo que va más allá de solo pasearlos…los llevan veterinario y a la peluquería. Que tal!
Como decía en respuesta a otro comentario, Iela, acá son novedad los paseadores de perros. Para una persona a la que le gusten los amigos caninos, debe ser un trabajo maravilloso. Seguro hasta se encariñan con los perritos que pasean.
EliminarDesde la estampas del gato hasta esta he leído todas , la verdad que leerte me encanta y se me pasa el tiempo volando , de lo ameno de tus relatos .
ResponderEliminarLa verdad que la educación y las buenas costumbres se han perdido .
Que bien lo del chico que dejo pasar a la mamá y la Sra que le cobro el cheque al Sr !!
Un beso , cuídate .
Nancy
Ese motociclista se merecía mención con nombre y apellido, Nancy.
EliminarQué bien lo cuentas Gabriela, eres un amor, haces pasar ratos muy agradables. Te lo agradezco mucho. Besitos alados, preciosa.
ResponderEliminarY comentarios como el tuyo alegran el corazón, Campanilla.
EliminarSimpáticos carteles de perros y dos preciosas observaciones de cosas anónimas pero que marcan una grandísima diferencia en humanidad.
ResponderEliminarGracias, me has levantado el ánimo.
Valía la pena compartir esos ingeniosos carteles, AleMamá.
EliminarSiempre termino de leer tus entradas con una sonrisa. A veces divertida, a veces optimista, es un placer conocer situaciones en que la gente actúa generosamente. Como has dicho en alguna ocasión, estas personas no escasean, sólo que los que no actúan correctamente hacen más ruido.
ResponderEliminarMe puedo imaginar viéndote en la ventanilla del banco, pero no termino viéndote cortar el tráfico con una moto, jajaja. Aunque todo puede ser...
Las historias de los perritos, geniales.
Besos
Laly
Estoy segura de eso, Laly, que no escasean estos ejemplos. Es que son más silenciosos y discretos, y por eso mismo se hacen notar menos.
EliminarYo tampoco me veo deteniendo el tráfico. En mi Lima querida, eso es casi suicida.
Lindo... gracias.
ResponderEliminar:D
EliminarGabriela, I come in when I saw your contry name: PERU!
ResponderEliminarAmazing place. I have been there once.
Maybe you want us to become followers.
I speak Spanish a little , as I'm portuguese, but I do understand it perfectly.
So, if you accept my invitation, I'llfollow you back. Leave your link at my comments box, please.
Hugs from Portugal
Nina
¡Bienvenida Nina! I hope you may come back some time soon.
EliminarI'll go and visit your blog right away.
Muy buenos los carteles, pero el segundo es un puntazo,...educación canina:))
ResponderEliminarEn esta vida que llevamos tan ajetreada que nos paramos...estas cosas nos llaman la atención...Pero todavía queda gente educada dispuesta a echar una mano cuando hace falta...
Bien por esas dos buenas personas!!
Un beso.
A veces bien vale la pena parar un momento para mirar a nuestro alrededor, Laura.
EliminarA mí me pasó: en una tienda por departamentos, yo quería comprar un producto que estaba a buen precio, pero solo con la tarjeta de la tienda. Yo no tenía la dichosa tarjeta. Entonces un señor que estaba comprando el mismo producto, le dio a la cajera su propia tarjeta como si la compra fuera para él, y así pude conseguir lo que quería al precio de oferta. No sabía cómo darle las gracias al señor, un perfecto desconocido para mi. Su obra buena del día.
ResponderEliminarAunque no lo dices, Acirema, supongo que le entregaste al señor el monto de la compra. Ya sería demasiada bondad de parte del desconocido.
EliminarGabriela, muchas gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarSoy ya tu seguidora y espero verte pronto en mis blogs.
Besitos de portugal
Nina
Ahí nos veremos, Nina. Muchos saludos desde Lima.
EliminarGabriela, quando hey estado en Peru, hey quedado muy impressionada con el talento de tu pueblo tejiendo. Mismo los chicos pequeños hacian maravillas. Seguro que tu madre no tendra qualquer dificuldade.
ResponderEliminarDisculpa mi portuñol.
besitos
Nina
Al contrario, Nina, te agradezco que te comentes en castellano, dejando de lado tu portugués natal.
EliminarAcá hay maravillas de tejidos, es cierto.
ME VUELVE EL ALMA AL CUERPO, GRACIAS POR LA BUENA LECTURA, AMENA Y DE BUEN GUSTO. APARTE DE LOS AVISOS PARA LAS MASCOTITAS QUE MUCHOS HEMOS TENIDO Y QUE EXTRAÑAMOS. CURIOSA ACCIÓN DEL MOTICICLISTA Y MÁS AÚN LA ACTITUD TAN AMABLE DE AQUELLA CLIENTA DEL BANCO...VAYA RIESGO SI FUERA UNA DE ESAS PERSONAS QUE SUELEN HACEN "TRAMPITA". NUNCA DEJARÉ DE APRECIAR TUS BUENOS OFICIOS MI RECORDADA GABY. LA SELECCIÓN DE TEMAS, COMO EL TRATAMIENTO QUE LE DAS AL CONTENIDO ES UNA AGRADABLE LECCIÓN DE VIDA HACIA LOS SERES DE CUATRO PATAS COMO A LOS DE DOS. GRACIAS POR TU GUÍA, ESPERO HABER CUMPLIDO A CABALIDAD. SALUDOS Y GRACIAS POR COMPARTIR TAN BELLOS RELATOS DE VIDA.
ResponderEliminarGracias a ti, Antonio. Sé que se te complicó la manera de comentar, pero me alegra que hayas encontrado la manera de eludir esas dificultades.
EliminarMe ha conmovido leerte. Muchísimas gracias porque con tu escritura nos llevas a la reflexión y demuestras que el ser humano también tiene su parte bondadosa.
ResponderEliminarHa sido un placer encontrarte mi querida limeña.
Beso grande desde España.
La parte no tan bondadosa hace más bulla, Nica, por eso se hace notar más. Pero que existe un lado amigable, no lo dudes... existe.
EliminarPara mí también ha sido un placer encontrarte.
Hi Gabriela! :) I couldn't understand the signs but I enjoyed the stories of people stopping to help strangers. It's comforting to be reminded that people will actually do good things for others even if they don't know them.
ResponderEliminarThat was the whole point of the post, Isobel.
EliminarGracias por tu comentario, gabriela.
ResponderEliminarTe deseo una feliz semana.
Besitos
Igualmente para ti.
EliminarMe ha encantado tu entrada, son hechos de la vida real de nuestro querido Perú, es muy dofícil encontrar personas que piensn un poco en los demás. Como algunos de tu comentaristas, estoy segura de que tu fuiste la persona que ayudó al señor del banco.
ResponderEliminarEn Lima está creciédo el amor por los animales, ya hay varios hoteles para perros y gatos, con todas sus coodidades como hoteles de cinco estrellas, con cuatos personales y dobles si son pareja, casi todos estan por las playas del sur, donde no dejan entrar con perritos.
El de la moto merecía un gran aplauso de los que vieron ese acto de huanidad, que debería ser normal pero no lo es.
Gracias por divertirnos con tus lindas narraciones.
Cariños,
Maricarmen
Ese motociclista se merece foto y publicación de héroe anónimo, Maricarmen.
EliminarNo sabía lo de los hoteles de perros. En verdad, me parece un exceso tanto lujo.
Te he encontrado a través del blog de Alemamá, y mira si será la vida curiosa ¡vivimos en el mismo barrio! de hecho uno de los perros de la lista de la bodega es mi vecino y se merece el trato especial ¡es un caballero! te lo digo yo que no me gustan mucho los perros pero él es especial :-)...
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