lunes, 2 de abril de 2012

Otros triángulos

Ver los primeros triágulos acá.

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El protagonista. Ella. El antagonista.

Ella está acostumbrada a verse rodeada de muchachos, muchachos que la buscan porque cuando ella bate sus pestañas, sus ojos verdes brillan de manera especial. Son todos miembros de una estirpe que está casi a punto de extinguirse, pero el olor de la carne en las barbacoas no les permite darse cuenta de nada más que de los ojos verdes de ella. El antagonista es parte de esa estirpe a punto de extinguirse, pero es casi inmune a esos ojos color esmeralda.

El protagonista es un descreído, un tipo que vive dentro de sus propias reglas, que despierta escándalo por donde va. Casi se podría decir que es un adelantado a su época, que puede ver más allá de lo evidente, y es derecho, a pesar de que nadie lo entiende (bueno, hay dos personas que si lo entienden). Su sonrisa cínica, su bigote, su oscuro pasado lo hacen contradictoriamente atractivo y odioso a los ojos de ella.

Cuando su mundo se viene abajo, ella jura ante Dios que su familia jamás volverá a tener hambre. Y cumple ese juramento a costa de todo y de todos. Y en el camino pierde al único hombre que siempre la quiso. Cuando ella se da cuenta de eso, es muy tarde. Pregunta qué será de ella, pero al protagonista le importa un comino y, si bien mañana será otro día, lo más probable es que él no regrese.

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La protagonista. Él. La antagonista.

La protagonista y él se conocen en un crucero por el Mediterráneo. Ella ha decidido tomarse unas vacaciones y él está en su último viaje de soltero, a punto de casarse con la antagonista. Una cigarrera olvidada provoca que se conozcan: Por unas inolvidables noches a bordo de la Gabriela. No se confunda nadie, es el nombre de un yate.

Él baja en una pequeña isla del Mediterráneo a ver a una dama muy especial, y la invita a acompañarlo. La dama especial es su abuela. Pasan una tarde inolvidable los tres, con un piano y un chal blanco. Cuando la protagonista le dice a la abuela que quisiera quedarse con ella, la anciana le dice que no es el momento, que debe construir sus memorias primero.

El destino queda sellado para esos dos seres que han perdido la primavera de su vida y que no deben dejar que se pierda el otoño también. Nos vemos en seis meses en el último piso del edificio más emblemático de la ciudad más cosmopolita del mundo, y si uno no puede llegar... no, no, ahí estaremos los dos.

La protagonista no llega. Las llantas de un carro se lo impiden. Pero él no lo sabe y espera inútilmente durante horas. Creyéndose engañado, burlado o, peor aun, olvidado, deja todo y se dedica a pintar. Todos sus cuadros están a la venta, menos uno al que solamente se le ve el reverso. Deja a la antagonista, es un matrimonio que estaba terminado antes de empezar.

La protagonista y él se encuentran en Nochebuena. Desde donde está, él no puede ver las circunstancias de ella. Decide buscarla para pedirle explicaciones, pero la protagonista se muestra esquiva. No quiere que la quieran por lástima. Hasta que él ve un cuadro conocido, ese que no quería vender, ese que su representante le dijo que le dio a una muchacha que estaba, que estaba... vemos fugazmente el cuadro, donde están a la abuela con el chal y la protagonista.

La historia termina bien. Si él puede pintar, la protagonista podrá caminar y correr. Los dos tendrán algo para recordar.
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24 comentarios:

  1. Películas inolvidables que nuncarán pasarán de noda. Gracias por hacernos recordar tiempos mejores cuando todo era auténtico y no se necesita de "efectos especiales".

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    1. De acuerdo contigo, Anónimo. A veces los efectos especiales malogran una buena historia y la convierten en un verdadero mamarracho. Me abstengo de dar ejemplos para no herir susceptibilidades.

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  2. - "Ese día no se olvida. Los alemanes vestían de gris y tu de azul"

    La primera vez que vi Casablanca, tuve que rebobinar la cinta para verla de nuevo. Siempre me emociono al verla y resulta curioso el hecho de que conforme te haces mayor, vas entendiendo mejor los sentimientos de los tres personajes.

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    1. Casablanca es el clásico de los triángulos, Laly. Está incluido en la primera entrada dedicada a este tema.

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  3. Hoy dia con los efectos especilaes ni los triángulos son lo que eran. Un abrazo

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  4. Saludos de USA.
    Querida Gabita. Bellisima historia, real-
    mente, no he vuelto a ver otra igual. Re-
    latada por ti, es aun mas hermosa y roman- tica Una joya del cine. Te quiero.
    Cotiti.

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    1. Ambas historias son inolvidables, Consuelo. Gracias por comentar siempre.

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  5. Gabriela: no es justo que demuestres tu inteligencia de esa forma tan cruel. Me he sentido un ignorante elevado a la quinta potencia. Me he quedado en cero. ¿A qué te refieres con esto? Ahoa no solamente eres la reina de la amistad, sino también la reina de los acertijos. Qué difícil debe ser enamorarte. La primera condición que debe tener el caballero es que debe ser muy humilde, je, je.

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    1. No creo que seas ni remotamente ignorante, Cyrano. Al menos imagino que conoces muy bien el primero de los triángulos.
      Esto se refiere a historias mil veces vistas casi hasta la memorización, pero apreciadas desde otro ángulo.

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  6. ¿por qué historias tan bonitas como esas hoy estarían llenas de infidelidades, escenas perturbadoras, violencia y mucho más hasta hacerlas impropias para que las veamos juntas mi madre, mi hija y yo?

    Anhelo que llegue el péndulo denuevo a las historias sencillas, románticas y limpis, en que lo escabroso sólo se insinúe, porque nadie lo ignora.

    Buen relato, Gaby.

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    1. A eso es a lo que llamo mamarrachos, AleMamá. Te atiborran de (d)efectos especiales, chantan cualquier cosa y ya. Te TIENE que gustar.
      A veces es mejor decir "paso".

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  7. Buenos tirangulos Gabriela... El cine de antes se podía ver. Ahora para que hagan una película interesante, hacen tropecientos bodrios.
    Aquí los domingos algunos periódocos dan por 1 € más cine del bueno en dvd.
    Un beso.

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    1. Esos son los mamarrachos a los que me refiero, Laura. Felizmente el buen cine es fácil de conseguir por acá también.

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  8. Querida Gaby,
    !Cómo no recordar esas inovidables películas!, que tus haz narrado en una forma muy hermosa, te estas convirtiendo en una excelente escritora como tu madre. Me ha encandado recordarlas, y he vuelto a leer el anerior "Triángulo", que también me gustó mucho.
    Por suerte se pueden ver en los DVD, que venden en las tiendas especializada en estos temas, y en grandes librerías como "Crisol".
    Cariños,
    Maricarmen

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    1. Eso es bueno, Maricarmen, pues no siempre tenemos la ocasión de ver esas películas por televisión.

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  9. Me encanta la primera película evocada "Lo que el viento se llevó", para mí es una obra maestra del cine, se ve que soy muy romántica, y también de los primeros triángulos que pusiste, "Casablanca", coincido con Laly. La segunda de hoy no la he localizado aunque me suena esa ambientación. Adoro el buen cine que despierta emociones y no el que nos propinan con frecuencia últimamente que cuando no te deja indiferente te suscita desagrado por no decir algo peor.
    Feliz Pascua Gabriela querida y un abrazo desde Venecia
    Chusa

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    1. Siempre digo que toda película, hasta la que es supuestamente muy cómica, te deja un algo si es que sabes dónde buscar, Chusa.
      Saludos desde Lima.

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  10. Me gusto mucho la manera como narraste ambas historias del cine!! Fueron historias que tocaron muchos corazones y creaban olas de emociones...eran asi de lindas,
    Feliz semana amiga,
    besos,

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    1. Eran lindas y siguen siendo lindas, Patricia. No me aburre verlas, aunque sé muy bien qué va a pasar después.
      Gracias por la visita.

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    2. Hola Gabriela:

      Me trasladaste al cine de antes, ese en blanco y negro o precario color. Algo digno de recordar, cuando en nuestros días al cine lo han reemplazado pseudos reality en TV, que de auténticos nada tienen y en que la atracción máxima está basada en infidelidades supuestamente espontáneas.

      Un beso.
      rremplazado

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    3. Coincido contigo, Esteban. Ahora ponen cuatro computadoras a que llenen de efectos especiales las escenas y creen que hacen una película.

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  11. Lo que el viento se llevó es una de las películas que más me ha hecho llorar en mi vida, sollozé!! sobre todo de pena al ver al pobre Rhett sufre por Scarlet.
    La de Algo para recordar, vi la versión de Charles Boyer y la de Cary Grant. Ambas me encantaron!!!

    saludos. Hilda

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    1. Siempre creí que Scarlett no se merecía tanto amor de parte de Rhett. Lo desperdició por perseguir un sueño imposible.

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