Vengo de una familia de periodistas y personas vinculadas a los medios de comunicación.
Mi papá era presentador de televisión, conductor de noticiero, narrador de noticias, maestro de ceremonias, entrevistador, entre otras cosas. Era médico de profesión, pero era mucho más conocido por su trayectoria en radio primero y en televisión después. No miento ni exagero si digo que forma parte importante de la historia de la televisión peruana.
Mi mamá es periodista colegiada y durante muchos años trabajó en un noticiero nocturno, como redactora, editora, directora. Además, también trabajó en un periódico local hace algunos años y en departamentos de prensa de algunas instituciones.
Mi hermano estudió Comunicaciones y fue también narrador de noticias, entrevistador, columnista especializado en temas internacionales, productor de programas. Trabajó en varios noticieros y en varios periódicos.
Mi hermana es licenciada en Comunicaciones, con especialización en Periodismo. Su trabajo siempre ha estado relacionado con medios de comunicación, textos, publicaciones, entre otros.
Mi cuñada también estudió Comunicaciones y desde siempre ha trabajado como directora de medios o de imagen del sitio para el que presta sus servicios profesionales.
Como ven, la única que se salió del molde soy yo, que estudié Derecho, me gradué de abogada, carrera que desempeño desde hace años. Todo este preámbulo para indicar que prácticamente todas las personas que más me importan en este mundo están directa o indirectamente relacionadas con la prensa.
A pesar de eso, me doy cuenta de que la prensa comete serios y graves excesos. Los periodistas se llenan la boca hablando de la sacrosanta libertad de expresión, aunque más parece que la consigna fuera que el fin justifica los medios. El fin es conseguir la noticia. Los medios y los métodos son literalmente cualquiera. Salvo honrosas excepciones, claro, que creo que se pueden contar con los dedos de una mano.
Siento que lo único que les importa es el titular del día siguiente, porque el de hoy ya es noticia antigua. Se olvidan de que detrás de ese titular, muchas veces cargado de mala fe, hay un drama, una tragedia, una persona que sufre, toda una familia afectada. Alguien llora la muerte trágica y repentina de un ser querido, y ahí está el reportero metiéndole el micro y la cámara para captar el sonido de un suspiro y la caída de una lágrima, presto a preguntarle qué siente en ese momento. ¿Hay derecho? Ciertamente, creo que no. Creo que es un abuso por donde se le mire.
Un poco de mesura no estaría mal. Empatía. Respeto por el que sufre. Tolerancia.
Es lamentable sentir que abundan los que hacen del periodismo el más vil de los oficios en lugar de convertirlo en la más noble de las profesiones. Hay muchísimas cosas que son más importantes que un titular que mañana será papel desechable.
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Mi papá era presentador de televisión, conductor de noticiero, narrador de noticias, maestro de ceremonias, entrevistador, entre otras cosas. Era médico de profesión, pero era mucho más conocido por su trayectoria en radio primero y en televisión después. No miento ni exagero si digo que forma parte importante de la historia de la televisión peruana.
Mi mamá es periodista colegiada y durante muchos años trabajó en un noticiero nocturno, como redactora, editora, directora. Además, también trabajó en un periódico local hace algunos años y en departamentos de prensa de algunas instituciones.
Mi hermano estudió Comunicaciones y fue también narrador de noticias, entrevistador, columnista especializado en temas internacionales, productor de programas. Trabajó en varios noticieros y en varios periódicos.
Mi hermana es licenciada en Comunicaciones, con especialización en Periodismo. Su trabajo siempre ha estado relacionado con medios de comunicación, textos, publicaciones, entre otros.
Mi cuñada también estudió Comunicaciones y desde siempre ha trabajado como directora de medios o de imagen del sitio para el que presta sus servicios profesionales.
Como ven, la única que se salió del molde soy yo, que estudié Derecho, me gradué de abogada, carrera que desempeño desde hace años. Todo este preámbulo para indicar que prácticamente todas las personas que más me importan en este mundo están directa o indirectamente relacionadas con la prensa.
A pesar de eso, me doy cuenta de que la prensa comete serios y graves excesos. Los periodistas se llenan la boca hablando de la sacrosanta libertad de expresión, aunque más parece que la consigna fuera que el fin justifica los medios. El fin es conseguir la noticia. Los medios y los métodos son literalmente cualquiera. Salvo honrosas excepciones, claro, que creo que se pueden contar con los dedos de una mano.
Siento que lo único que les importa es el titular del día siguiente, porque el de hoy ya es noticia antigua. Se olvidan de que detrás de ese titular, muchas veces cargado de mala fe, hay un drama, una tragedia, una persona que sufre, toda una familia afectada. Alguien llora la muerte trágica y repentina de un ser querido, y ahí está el reportero metiéndole el micro y la cámara para captar el sonido de un suspiro y la caída de una lágrima, presto a preguntarle qué siente en ese momento. ¿Hay derecho? Ciertamente, creo que no. Creo que es un abuso por donde se le mire.
Un poco de mesura no estaría mal. Empatía. Respeto por el que sufre. Tolerancia.
Es lamentable sentir que abundan los que hacen del periodismo el más vil de los oficios en lugar de convertirlo en la más noble de las profesiones. Hay muchísimas cosas que son más importantes que un titular que mañana será papel desechable.
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Buenísimo!. Felicitaciones por tan buen post. Saludos!
ResponderEliminarGabriela ha sido un placer conocer a tu familia tan ligada a la comunicaciòn y especialmente he percibido el homenaje a tu padre que, lamentablemente, falleciò tan joven. Pero qué razòn llevas en lo que dices, yo creo que cuando se favorece el sensacionalismo enfocando en un primer plano esa mueca de dolor, o esa làgrima a punto de brotar en un rostro afligido, se fomenta la morbosidad de la gente y nada tiene que ver con la labor informativa. En Italia abundan, por desgracia estos programas que detesto. Creo que tù también llevas en tus genes la comunicaciòn, se ve en tu blog, y también en tu profesiòn de abogado. Un abrazo fuerte desde Venecia
ResponderEliminarchusa
Saludos de USA.
ResponderEliminarGabrielita. Te felicito! Que valiente eres
al escribir sobre este problema. El sensa-
cionalismo sienpre ha existido. Quiza en
algun momento se pueda parar. Ojala!. Te
quiero.
Cotiti.
Y punto . Mi querida Gabriela a tu post no hay que agregarle ni una coma.Estoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarEs la prensa... escandalosa, crean panico, mienten, pero la clase de mentira que es decir algo de verdad y el resto no... Pero avisan, destapan cosas muy importantes... y le dan a la gente un chance de pelear lo injusto. Fatalmente, no es libre, esta manipulada por los dueños que tienen, y al final sus puntos de vista estan, tienen que estar, de acuerdo con los que les pagan el cheque. Y los avisos pagados. No es la mas corrupta ni tiene que ser la mas pura... es lo que es... un negocio. Algunos tienen ideales (al menos cuando empiezan) y despues es compromisos, medias sonrisas y encogerse de hombros....
ResponderEliminarDe todos modos, ahora con Facebook y Twitter y smartphones es un juego totalmente diferente. Las reglas no existen y es todo un nuevo mundo.
:Just in case...here's my comment on your latest post. Hi Gabriela. Excellent post. How interesting to learn about your family and their extensive interest in journalism. It is obvious that writing well comes naturally to you and this may be part of the reason why. Sensationalism is definitely a problem in the world of increasingly fast paced media. Everyone is trying to scoop the story and will go to any lengths to get it. I have tried to find a few places where the news appears reliable and uses good judgement in aquiring stories and those that don't I comepletely reject. I think journalists who remain honest and respectful, in the end, will come out on top. (I hope)
ResponderEliminarHola Gabriela:
ResponderEliminarSin duda hay periodismo y "periodismo".
Ciertamente no es lo mismo.
Concuerdo 100% contigo.
Un beso.
Hola Gabriela,
ResponderEliminaren primer lugar quiero decirte que me ha impresionado muchísimo leer en palabras de otra persona un pensamiento que me persique desde hace tiempo. Me ha impresionado porque yo sería incapaz de plasmarlo como tú lo has hecho. Coincido con Chusa, no puedes negar tu vinculación con los medios de comunicación, tu capacidad para transmitir es innata.
Me resulta insoportable ver como se vulnera el respeto de un fallecido, de sus familiares, es una de las violaciones de la intimidad más groseras que conozco. Y me indigna como en ocasiones la actitud de determinados ¿periodistas? pueden poner en peligro una investigación criminal o crear una opinión completamente incierta sobre una persona o un acontecimiento. Menos mal que, por otro lado, todavía hay un sector de la prensa que cumple su cometido con dignidad y saber hacer.
Por otro lado, es curioso, no sé si será casualidad o tendrá alguna relación, yo también estudié Derecho pero fue una decisión de última hora porque la primera opción que barajaba era la de Periodismo...
Un beso guapa, me encanta leerte.
Muy cierto. También cuando hay un accidente de tránsito, nunca hablan de una parte importante, como es si tenía o no SOAT, rescatar la importancia de estar protegido, no digo que le hagan propaganda a las aseguradoras, pero sí de crear consciencia en las personas.
ResponderEliminarIgual con los obreros de construcción que mueren en obra, existen alternativas de protección para esos familiares y para los empleadores, que son seguros de ley de los cuales muy poco se habla.
Podrían darle otro matiz a la noticia, culturizar e informar a la población y no quedarse con la mera nota sensacionalista de la ocurrencia.
Hay periodistas buenos y malos , pero es verdad que ahora se mueren por una nota de dolor .
ResponderEliminarLo que mas me llama la atención , como las madres que pierden un hijo en accidente o son secuestradas , salen enseguida a hablar en tele , yo no podría ni salir de mi casa .
Que linda flia de periodistas !!!
Todas tus entradas son interesantes .
Un beso , cuídate y feliz fin de semana .
Nancy
Luis Miró Quesada de la Guerra: “El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios”.
ResponderEliminarLa mayoría de las veces los reporteros solo quieren meterse en la noticia de forma morbosa... porque lamenteblemente eso es lo que vende... EL MORBO.
ResponderEliminarUn abrazo querida Gabriela
Gracias César, y gracias por comentar tan rápido.
ResponderEliminarCiertamente, Chusa, al final lo que vende es el morbo. Como decimos acá, es lo que le gusta a la gente. Lamentablemente.
Esperemos que pare, Consuelo, aunque lo dudo.
Seguramente no somos los únicos, Cyrano.
Yo diría que las reglas han cambiado, Carmen. Ojalá que para bien.
My hopes are with yours, Isobel.
Esas comillas sí que hacen una gran diferencia, Esteban.
Lo triste es que es una práctica que no tiene fronteras, Laly. Y mira, este comentario tuyo me ha servido para conocerte un poquito más.
PD: a mí también me encanta leerte, guapa.
Es que ese matiz no vende, Renata. No es lo que le gusta a la gente.
Tal vez sea el el dolor lo que les da esa fuerza, Nancy.
Y parece que son más abundantes los segundos, Anónimos.
Lo que es muy lamentable, Cheluca. Bienvenida de vuelta.
Todos recordamos mucho a tu papi y eso que en esos tiempos me mandaban a la cama antes de los noticieros :)
ResponderEliminarQuerida Gaby,
ResponderEliminarMe causó tanta emosión y sentimientos encontrados el leer tu post, que he esperado estar más tranquia, para no llenar páginas de páginas con los recuerdos de todos ustedes, que más que amistad, son como mi familia.
Tu madre y yo nos conocemos desde que teniamos 15 años, somos de la misma promoción de periodismo, y nuestras vidas siempre estuvieron unidas, soy periodista y abogada, a nos unen muchísimas cosas.
El homenaje a tu padre y hermano es maravilloso, y lo que dices no sólo es cierto, sino que te faltó muchísimo más. Núnca serán olvidados, fueron estrellas de la TV., y marcaron un antes y un despué, de lo que debe ser un periodista con ÉTICA, Y RESPETO A LA PERSONA.
Podría decir mucho, pero me quedó, dando gracias a Dios, por la suerte de haberlos conocido, y continuar unidos, recordando a los que volaron al Cielo.
Con todo mi cariño, gracias por compartir estos hermosos recuerdos, que también forman parte de mi vida.
Tu colega, madrina y tía.
María del Carmen
Gracias a ti por estar siempre acá y por comentar siempre, Maricarmen.
ResponderEliminar"Siento que lo único que les importa es el titular del día siguiente, porque el de hoy ya es noticia antigua. Se olvidan de que detrás de ese titular, muchas veces cargado de mala fe, hay un drama, una tragedia, una persona que sufre, toda una familia afectada. Alguien llora la muerte trágica y repentina de un ser querido, y ahí está el reportero metiéndole el micro y la cámara para captar el sonido de un suspiro y la caída de una lágrima, presto a preguntarle qué siente en ese momento. ¿Hay derecho? Ciertamente, creo que no. Creo que es un abuso por donde se le mire.
ResponderEliminarUn poco de mesura no estaría mal. Empatía. Respeto por el que sufre. Tolerancia."
Híjole Gaby, tus palabras deberían ser parte del aprendizaje de los reporteros actuales, creo que tienes toda la razón, mucha mesura falta hoy en día para recordar que detrás de ese titular hay personas.
Hace poco una amistad muy querida fue acusado de algo que no cometió y vivió la tragedia de estar encarcelado. La noticia circuló en internet y tanto lo que decía la noticia como los comentarios que la gente hacía eran indignantes. Es increíble como puede la gente hablar solo porque tiene boca, hablar y juzgar sin saber.
Y aún cuando hubiese sido culpable, esa persona tiene familia que sufre.
En fin. Ojalá algún día el periodismo aprenda a humanizarse. Saludos. Hilda