jueves, 17 de marzo de 2011

Un poco de civismo, señores

Los peruanos estamos a menos de un mes de elegir al nuevo presidente, nuevos congresistas y nuevos representantes al Parlamento Andino. La fecha señalada es el domingo 10 de abril.

En el Perú, votar es un derecho y una obligación. Así lo dice nuestra Constitución. Esto quiere decir que para los peruanos, votar es obligatorio. De tanto verlo como una imposición, creo que casi nos hemos olvidado del privilegio que es poder elegir. Lo digo porque para muchos, votar es una pesada carga, casi tan desagradable como ir al dentista.

Creo que no debería ser así.

Toda esta reflexión vino como consecuencia de un comentario que me hizo un amigo mío, que resultó sorteado como miembro de mesa. Soy tercer suplente, me dijo, ya veré qué invento para no ir.

A modo de breve explicación para quienes no son peruanos, semanas antes de cualquier elección, el ente electoral sortea a los electores que serán miembros de mesa. Son seis electores por mesa: tres titulares, tres suplentes. Los anuncian con la debida anticipación, se les da una capacitación, se les entrega credenciales. Esos seis electores deben estar en su local de votación antes de las 8 am, instalar la mesa entre todos y votar. Los tres titulares se quedan en la mesa, los tres suplentes están libres de irse.

Eso en un mundo ideal. Pero en el mundo real, a veces la mesa se tiene que abrir con el número mínimo de tres miembros, y si no llegan a ser tres, la ley dice que la mesa se completa con los electores que estén en la cola.

Ver tu nombre en la relación de miembros de mesa no es precisamente agradable. Yo he sido miembro de mesa dos veces: la primera vez que voté, en 1990, y 11 años más tarde, en 2001. En 1990 mi puesto era el de segundo titular, pero ante la inasistencia del presidente, tuve que asumir su cargo. En 2001, salí sorteada como la presidente de la mesa.

Luego de renegar de mi "mala" suerte, en ambas ocasiones asumí mi función.

En 1990, el Perú vivía épocas de terror. Recuerdo que el colegio donde me tocó votar estaba resguardado por soldados armados casi hasta los dientes. Si la cosa era así en Lima, no quiero imaginar cómo habrá sido en nuestra sierra.

La votación terminó a las 4 pm. A esa hora comenzamos el conteo de votos, que terminamos pasadas las 10 de la noche. Era tedioso, había que contar todas las cédulas, llenar y firmar las actas y meter cada una de ellas en sus respectivos sobres. Después, cada presidente de mesa debía llevar su ánfora desde el centro de votación al centro de acopio de cada distrito. Yo tuve que esperar con mi ánfora a que llegara el bus que nos transportaría, que llegó pasadas las 11 pm.

Entre eso y dejar el ánfora me dio la medianoche. Muy resguardados, eso si, pero después de dejar el ánfora se acababa el resguardo. Cerca de la medianoche, en un domingo de elecciones en época de terrorismo, no me quedó más que caminar las 20 cuadras que había hasta mi casa.

En 2001, la cosa fue muy diferente. Terminada la elección, a las 4 pm, iniciamos el igualmente tedioso conteo de votos, que terminamos a eso de las 7 pm. Una vez cerrados todos los sobres, entregué el ánfora al encargado del ente electoral. Ya no teníamos que llevarla a ningún centro de acopio, las autoridades respectivas las recogerían de cada centro de sufragio.

Imagino que con cada elección nueva, llegan las mejoras en el sistema.

Conozco gente mayor que yo que nunca ha sido miembro de mesa. Conozco gente que lo ha sido más de una vez, como yo. Entiendo que es molesto ser elegido para esta tareíta, admito que yo misma he renegado de mi suerte. Lo que no entiendo es que haya gente que simplemente no vaya a cumplir con su obligación. A menos que exista un buen motivo que justifique tal inasistencia, es una tremenda irresponsabilidad.

Todos queremos pistas sin baches, semáforos que funcionen, instituciones estatales eficientes. Para conseguirlo, deberíamos empezar por colaborar para que todo funcione como queremos. Y cumplir con la obligación de ser miembro de mesa es parte de esa colaboración.

Finalmente, una vez ahí, lo mejor es verle el lado divertido. Porque la cosa tiene su lado divertido. Créanme.

18 comentarios:

  1. ¡Eso, Gaby! Eso digo yo de la gente que quiere que todo se solucione mágicamente, pero a la hora de la hora, ni siquiera mueve un dedo para ir a votar. No digo a ser miembro de mesa, ni siquiera a votar.
    Acá es igual, a pesar de la supuesta participación política elevada: Nadie quiere ser miembro de mesa, y en este clima de división, incluso la gente que va a votar parece que va obligada (acá el voto no es obligatorio). -.-

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  2. !Hey, Marianne! Ese comentario si que fue veloz. Creo que el post no tiene ni 10 minutos de publicado.
    Acá hay voces para que el voto no sea obligatorio, voces que tienen detractores.

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  3. ...y despues la culpa de lo malo que pasa en el pais la tienen los "otros"

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  4. Hola, he sido miembro de una mesa electoral aquí en España y tampoco es agradable serlo.
    El caso es protestar por todo cuando deberiamos estar orgullos de poder votar, eso si, con libertad, me parece a mi ¿no? Besos

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  5. Suscribo cada una de tus opiniones respecto a que es un acto cívico la participación ciudadana en estos actos que se ven latosos y hasta peligrosos, como cuantas, pero absolutamente necesarios, y no se pasa mal.

    Besos

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  6. El problema es que hay mucha gente que tiene la mentalidad de primero yo, segundo yo, tercero yo y lo que sobre para mi....y no entienden que la relación con el estado y con el gobierno es de dos vías.
    Yo los elijo para que ellos tomen vocería por mi...pero yo también tengo que tener algo que ver en el proceso.
    Acá en Colombia mucha gente no vota y luego se anda quejando de la gente que sale electa...como lo dices tu, es problema de civismo, de educación ciudadana.
    Un saludo

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  7. Uy me cayó el guante.. hasta ahora no he dejado de votar en todas las ocasiones que se me han presentado, salvo cuando he trabajado en la ONPE y estaba ayudando a otros a votar en lejanas provincias del país... pero esta vez creo q estaré de viaje...

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  8. SE ESCUCHA SIEMPRE: "EL PERÚ TIENE LO QUE SE MERECE"...REFIRIÉNDOSE A SUS GOBERNANTES.
    AL IGUAL QUE TÚ Y HE PASADO VAIRAS VECES COMO MIEMBR DE MESA...Y SÍ ES DIVERTIDO...SOLO QUE CUANDO TE TOCAN "COMPAÑEROS DE MESA" QUE NO SABEN LO QUE HACEN Y NO TIENEN UN MÍNIMO DE CRITERIO...LA SITUACIÓN SE TORNA ADVERSA Y TEDIOSA.
    IENSO Y SIENTO IGUAL...DEBEMOS PONER DE NUESTRA PARTE...SI NO...ENTONCES NO NOS QUEJEMOS DE NUESTRA "MALA" SUERTE.
    SIN MAYOR COMENTARIO Y MUCHA FE EN QUE ES TIEMPO PARA CAMBIAR...SOLO QUE NO HAY POR QUIÉN...SOY UNO DE LOS INNUMERABLES DESCONCERTADOS, DESCONFIADOS E IGNORANTES.
    DIOS NOS SALVE.
    GRACIAS AMIGA...VAYA COSAS QUE FLUYEN SOLAS Y QUE DESEO COMPARTIR.
    SALUDOS Y BUENOS DESEOS PARA LA FAMILY.
    ANTONIO

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  9. Así es, Cyrano, casi nadie asume su responsabilidad.

    Algo así como "díganme de qué se trata para estar en contra", ¿no Chelo?

    En verdad, a fin de cuentas no se pasa tan mal, AleMamá.

    Seguramente acá pasaría lo mismo si el voto no fuera obligatorio, Madame Web.

    Estar de viaje es una buena justificación, Juan.

    El trabajo en equipo siempre es importante, Antonio.

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  10. Por lo menos esta vez no nos mancharemos el dedo medio con la tinta roja.
    Y recordemos, si en las dos últimas veces hemos votado por el mal menor, tengamos cuidado ahora de no votar por el mal mayor, sino por el bien mayor. Como dice la Biblia, "el que quiera entender, que entienda".

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  11. Muy buena y oportuna entrada querida Gaby, es importante ir a votar, y muy importante pensar muy bien por quien votar.
    Yo he sido muchas veces miembro de mesa, y he sufrido todo lo que narras, gracias a Dios que ya no salgo sorteada. He sido personera dos veces, nombrada por el Movimiento Libertad, en la primera y segunda vuelta de Mario Vargas Llosa, esa labor fue cansadora, pero la para mi fue un gran gusto y linda experiencia.
    Tanbién voto en las elecciones de España y de la Unión Europea, todo me lo mandan por correo, y con amplia información de cada candidato, y luego yo lo envío por correo sin costo alguno, me gusta porque me entero de las propuestas de todos los candidatos, y doy mi voto pensado y de conciencia.
    Dios quiera que el peruano piense antes de votar, estoy de acuerdo con el comentario de Lina.
    Cariños,
    Maricarmen

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  12. Saludos de USA.
    Gaby, desgraciadamente nuestro pueblo tiene muy poca educacion civica. Por otro lado, ser miembro de mesa, es bastante tedioso. Cuando estuve en el Peru, tuve la oportunidad de ser miembro de mesa, la ulima vez fui secretaria, tuve que asumir la presidencia, porque el presidente desaparecio y no se presento ni siquiera a contar los votos; sin contar que el colegio tenia los banos sellados, asi sellados; no habia agua, no habian banos y etc...etc...
    Espero que las cosas hayan mejorado o que en un futuro mejoren.
    Estoy de acuerdo en que si queremos mejoras, tenemos que colaborar. Te quiero.
    Cotiti.

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  13. Pues.... mucha suerte con vuestro hombre . Políticos son y mucho hablan luego no siempre cumplen , por lo tanto suerte en la elección

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  14. Gaby, tienes razón, la gente olvida que tiene un privilegio y una obligación. Debe ser agotador ser vocal de mesa (como decimos por aquí), pero si saliste sorteada es una responsabilidad. Ser partícipe de una elección va más allá de la obligación y se topa con los derechos de la ciudadanía. Tenemos derecho a elegir y por ello, la frase popular resulta muy cierta "cada pueblo tiene el gobierno que merece".
    Un abrazo, ciudadana ;)

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  15. Gabriela:
    Suscribo el comentario de mi compatriota, amiga y colega por años en Radio Minería, Mary Rogers.
    Aquí en Chile también se proyecta inscripción automática y voto voluntario. Parece justo, pero el riesgo es que unos pocos terminen decidiendo por una mayoría indiferente.

    Un beso.

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  16. No puedo decir nada acerca de la votación en el Perú, pero es triste que la gente a menudo olvida lo que es un privilegio que es en realidad para poder votar.

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  17. Creo que quedó claro, Lina.

    Ojalá todos piensen bien antes de votar, Maricarmen.

    Eso de asumir presidencias en circunstancias difíciles merecen ser aplaudidas, Consuelo.

    Gracias por los buenos deseos, Isabel.

    Me gustó tu despedida, Mary.

    Me temo que en el Perú podría pasar lo que mencionas si no tuviéramos el voto obligatorio, Esteban.

    Si todos lo viéramos como un privilegio, la cosa sería diferente, Estrella.

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  18. Definitivamente cuando a uno le toca (me ha tocado dos veces también) lo primero que le viene a la mente es "uf qué lata" pero después que uno se embarca con la responsabilidad cívica que le toca y es como dices, lo mejor es mirarle el lado positivo, al final es una buena experiencia.

    Aquí en la Rep.Dominicana los votantes no tienen obligación de ir a las urnas (aunque moralmente deberían porque los políticos de acá no tienen ningún otro interés que llenarse los bolsillos de dinero) muchos de mis conocidos que tienen un nivel medio dicen que ellos ni siquiera se acercarán a las urnas porque todos los candidatos son inservibles. Incluso había un movimiento que llamaba a votar pero por "ninguno".

    En Chile, como te decía Esteban, también es obligatorio, pero quieren cambiarlo... eso puede llevar a la apatía general.

    En fin... suerte en estos comicios y que aquellos que los representen tengan la dignidad de hacerlo bien, porque se deben al pueblo y no a sus bolsillos.

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