Era habitual encontrárselo por las calles de Miraflores, más exactamente en la Av. Larco, caminando a paso lento. Era muy fácil distinguirlo a metros de distancia, por su abundante cabellera blanca y su copioso bigote del mismo color.
- ¡Ricardo Palma!
- Dale con lo de Ricardo Palma- respondía con fingido fastidio.
Actor innato como era, cuando contaba historias o recuerdos adoptaba las voces de los personajes que aparecían en el relato. Era increíble cómo nunca se confundía, cómo cada personaje tenía su propia característica y un sello perfectamente distinguible. Actor innato si, y también actor que durante años actuó en radioteatros, en tiempos anteriores a la televisión.
Otro sabedor de todas las cosas. Tenía esa sabiduría de médico viejo, el que está acostumbrado a diagnosticar según lo que ve y lo que oye. No era que no usara los adelantos de la ciencia médica, pero su instinto era siempre acertado.
Además, era finísimo al dar sus puntadas que no dejaban cicatrices. Aunque fuera en sitios que no se iban a ver, se esforzaba al máximo para hacer unas suturas invisibles. Es que la medicina también tiene su encanto.
Campeón nacional de oratoria en sus tiempos escolares. Eso les valió un día libre a todos los alumnos del colegio en el que estudiaba. Es casi seguro que eso le valió el agradecimiento y reconocimiento de todos los que se beneficiaron aquella vez.
Era el único vínculo con un pasado ahora desconocido, que compartía sin problemas cuando se le preguntaba. En estos últimos tiempos, sin razón aparente, su ausencia se siente más.
Desde este pequeño rincón, un recuerdo a mi eterno tío Jorge.
(La imagen que acompaña este post es del blog Láminas de fotos y dibujos.)
------------------- ¡Ricardo Palma!
- Dale con lo de Ricardo Palma- respondía con fingido fastidio.
Actor innato como era, cuando contaba historias o recuerdos adoptaba las voces de los personajes que aparecían en el relato. Era increíble cómo nunca se confundía, cómo cada personaje tenía su propia característica y un sello perfectamente distinguible. Actor innato si, y también actor que durante años actuó en radioteatros, en tiempos anteriores a la televisión.
Otro sabedor de todas las cosas. Tenía esa sabiduría de médico viejo, el que está acostumbrado a diagnosticar según lo que ve y lo que oye. No era que no usara los adelantos de la ciencia médica, pero su instinto era siempre acertado.
Además, era finísimo al dar sus puntadas que no dejaban cicatrices. Aunque fuera en sitios que no se iban a ver, se esforzaba al máximo para hacer unas suturas invisibles. Es que la medicina también tiene su encanto.
Campeón nacional de oratoria en sus tiempos escolares. Eso les valió un día libre a todos los alumnos del colegio en el que estudiaba. Es casi seguro que eso le valió el agradecimiento y reconocimiento de todos los que se beneficiaron aquella vez.
Era el único vínculo con un pasado ahora desconocido, que compartía sin problemas cuando se le preguntaba. En estos últimos tiempos, sin razón aparente, su ausencia se siente más.
Desde este pequeño rincón, un recuerdo a mi eterno tío Jorge.
(La imagen que acompaña este post es del blog Láminas de fotos y dibujos.)
Recordando los 20 años de Nubeluz, comparto acá la versión en castellano de mi artículo sobre el tema publicado en Global Voices la semana pasada. También esta disponible en serbio y en malgache.
Bonito recuerdo.la caricatura es de tu tio o de don Ricardo Palma ?
ResponderEliminarPorque son igualitos
HERMOSO HOMENAJE A UN PERSONAJE PARA MUCHOS DESCONOCIDO.
ResponderEliminarGRACIA PERSONAL HACIA QUIEN PARA TÍ, SE SIENTE EN TUS LÍNEAS, FUE Y SERÁ MUY ESPECIAL.
ES GRATIFICANTE LEER TU RELATO TAN CONMOVEDOR Y EMOTIVO.
DISFRUTO MUCHO SIEMPRE DE CADA UNO.
MI ESPECIAL SALUDO PARA TÍ, MI QUERIDA GABY.
ANTONIO
Querido Jorge, el tío-papá, el que siempre estaba ahí, con ese humor fino y delicioso. Cuánto lo extrañamos. Seguramente conversan como lo hacían aquí "los doctores locutores".
ResponderEliminar!Como no recordar al querido amigo Jorge!, un hombre increíble, carismático y tan ameno, daba gusto charlar con él, tu tío Javier también le tenía mucho cariño.
ResponderEliminarTiene razón Lina al decir "los doctores locutores", ambos hermanos,excelentes médicos, con vena artística y caballeros a carta cabal. !Qué buen trio formaran arriba!
Me encantó tu recuerdo, él los quería muchísimo.
Recién veo el gran parecido con Ricardo Palma.
Cariños de tu Tía-Madrina,
María del Carmen
¡Lindo homenaje para un personaje inolvidable por lo especial!
ResponderEliminarSaludos, Gaby
La caricatura es Ricardo Palma, Cyrano, el verídico, no su sosías.
ResponderEliminarEl tío Jorge era más que especial, Antonio.
Siempre estaba ahí, siempre dispuesto a acudir al llamado de emergencia, a cualquier hora.
Ameno, Maricarmen, esa es una buena palabra para describirlo.
Inolvidable, querido, especial y extrañado, AleMamá.
Hola Gabriela:
ResponderEliminarUn recuerdo a un familiar siempre es merecida atención.
Cordiales saludos,
Luis
Siempre hay un tìo querido al que siempre recordamos con mucho amor.
ResponderEliminarNubeluz marcò toda una època y era un gran producto nacional.
Ya era grande y me sorprendì derramando unas làgrimas frente a la tele cuando me enterè de la muerte de la bella Mònica Santamarìa de una manera tan absurda, siempre pensè que de donde se estuviera viendo, se arrepentirìa eternamente de haber hecho eso por el amor de un hombre.
Siempre me parece increíble la descripción que haces de las personas que conoces. Me parece estar viendo a Jorge mientras leo tu blog. Lo supe desde la primera frase. En verdad se le extraña.
ResponderEliminarEl fue quien me hizo ver que en castellano puedes cargar de sentido a las palabras en una forma que otros idiomas no permiten. Por ejemplo: "Marcela está sentadita ahí". Muy diferente a: "No te quedes ahí sentadota". Fue hace como 20 años, y todavía me acuerdo del tono de su voz de locutor mientras lo decía...
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarGracias por los continuos comentarios en mi blog...claro que me senti bien en mi paso por Peru...es q no todo el mundo te trata mal...pero siempre recuerdo los malos ratos...aunque cuando me reuni con ustedes fue un momento GENIAL!
Un abrazo grande desde Colombia.
Hola Gabriela:
ResponderEliminarEs emotivo el recuerdo de tu tío. Los de afuera del ruedo, conocemos a la persona gracias a tan clara descripción...tanto tiempo después.
Un beso.
Gracias Gabita por este homenaje tan lindo; tan hermoso; a tu tio Jorge. Mientras lo leia no pude evitar que algunas lagrimas se me
ResponderEliminarescaparan. Ha sido como volver al pasado y encontrarme frente a fren-
te con Jorge.Jorge Garcia-Calderon!
Tan senor,tan inusual,tan especial.
No creo que vuelva a nacer alguien como el, con el se rompio el molde.
Gabrielita, te quiero mucho. xoxoxo
Tu tia Consuelo.
Gracias por la visita, Luis.
ResponderEliminarYo también era "grande" cuando Nubeluz estaba en todo su furor, Katia, pero su magia me envolvió también de alguna manera. Igual que si tragedia.
El tío Jorge era de veras más que especial, Ana Cé.
Yo también me acuerdo de ese momento, Cristina. Es más, su frase exacta fue "la niña está sentadita ahí".
Me alegro de leer eso, Madame Web.
Para mí, siempre es un gusto tu visita, Esteban.
Como digo yo, Consuelo, mi tío Jorge era lo máximo. Lo sigue siendo.