Lo diré de arranque: no me gustan los fuegos artificiales. Traigo esto a colación a raíz de algo que pasó el último domingo y que me dejó pensando.
Tradicionalmente, por Fiestas Patrias, una conocida tienda organiza todo un desfile por las calles de Miraflores. Lo suelen hacer el domingo previo al 28 de julio, pero este año tuvieron que postergarlo debido al ubicuo virus de la nueva influenza. Así que quedó reprogramado para el domingo 6 de setiembre. Y el domihgo 6 de setiembre se llevó a cabo.
El punto final del recorrido es siempre el Parque Central de Miraflores, que está a unas 10 cuadras de donde vivo. Todo termina con una fiesta de luces, color y diversión. En pocas palabras, con fuegos artificiales.
Ese día, a esa hora, Marcela estaba en mi casa. Estábamos las dos viendo televisión cuando empezó la bulla tan característica. Me miró muy asustada, así que la llevé a la puerta del edificio para que viera las luces y asociara los ruidos con un espectáculo alegre. Todos aplaudíamos cada vez que veíamos nuevas luces de colores, que felizmente se ven sin problema desde la entrada del edificio.
Ya dentro de la casa cuando todo acabó, Marcela nos contaba muy contenta todo lo que había visto: luces, estrellas, colores, ¡bum!, verde, rojo, azul, amarillo. Estaba feliz.
Eso me trasladó a otro tiempo, a otro lugar, aunque eran un tiempo y un lugar diferentes a los míos. Hace pocos días el mundo recordó los 70 años del inicio de una guerra que duró seis años y que fue tan brutal que dejó un saldo que solamente se puede contar de millón en millón. Y pensé en los niños (y adultos) que escuchaban aterrados ruidos muy parecidos a los que escuchamos este domingo. Tan parecidos y tan diferentes al mismo tiempo, porque estos no tenían nada de divertidos. Al contrario, anunciaban muerte y destrucción. Y nunca se sabía cuándo acabarían.
Pensé en tantos otros sitios y tantos otros nombres que me faltaría espacio para nombrarlos.
Realmente no entiendo por qué debemos usar este tipo de demostraciones para celebrar. ¿Será que la guerra está tan metida en nuestras mentes que la hacemos participar, aunque sea indirectamente, hasta en nuestras ocasiones felices?
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Este domingo 13 de setiembre, a las 7:30 pm (hora de Lima), TVE Internacional estrena la nueva temporada de
Cuéntame cómo pasó, una de mis series favoritas. Comparto la buena noticia con los seguidores de esta excelente serie española. Con los no seguidores también, por si acaso.
Hoy Marcela dijo (en su idioma, claro) "No puedo ver esto!!!", tapándose los ojos y riéndose. Todos nos reímos con ella, y luego dijo "Wabi!!".
ResponderEliminarGaby sabe.
Recuerdo a un niño chiquito, allá en General Gárzón, que se asustaba cuando oía pasar por la avenida Brasil los tanques en el desfile militar por 28 de Julio, nuestra fiesta nacional. Además pasaban los aviones de guerra y él se asustaba mucho. Había que mostrarle los aviones volando por arriba, y ahí aplaudía y se alegraba. Cuando hacen estas cosasa deberían pensar en los niños chiquitos.
ResponderEliminarPOR MI PARTE, SIEMPRE GUSTÉ DE ESE TIPO DE ESPECTÁCULO...SOLO DEJÉ DE DISFRUTARLO CUANDO MACHÍN, MI MASCOTITA, QUE YA NO ESTÁ ENTRE NOSOTROS, TEMBLABA Y CORRÍA ASUSTADO DEBAJO DE LA CAMA O MESA.
ResponderEliminarNO DEJO DE PENSAR EN EL TEMOR QUE ESTO CAUSA EN LOS NIÑOS, SOLO QUE MIENTRAS ESAS PERSONITAS LOGRAN ENTENDER EL PORQUÉ DE ESE ESTRIDENTE RUIDO...A LOS ANIMALITOS LES RESULTA DAÑINO POR LA AGUDEZA DE OIDO QUE TIENEN.
ESTA ES UNA EXPERIENCIA PROPIA QUE NO DEJA DE SER TAMBIÉN IMPORTANTE DE TRASMITIR...DIGO.
COMO SIEMPRE, MI QUERIDA GABY, ME MOTIVAS MUCHOS RECUERDOS CON TUS RELATOS, GRACIAS POR ELLO.
ANTONIO
A mucha gente le fascina lo de los fuegos artificiales, sobretodo con motivo del año nuevo. Aquí en Chile hay festivales pirotécnicos muy pretensiosos y de gran fama.
ResponderEliminarYo preferiría que esos inmensos fondos se destinaran a otras prioridades.
Saludos.
Hola Gabriela:
ResponderEliminarLa culpa la tienen los chinos, por haberlos inventado.
Aquí en Tarragona se celebra cada año un concurso de fuegos artificiales que dura una semana. En él participan 5 ó 6 empresas para determinar el ganador, que después será el que organice los fuegos artificiales de los días de Fiesta.
Durante estos días no sólo lo pasan mal los alérgicos a los ruidos, sino también los animales, sobretodo los perros y las palomas.
Un cordial saludo,
Luis
Los Fuegos Artificiales, producen alegría o terror, dependiendo de quienes los escuchen y que recuerdos tengan de esos ruídos muchas veces terribles. Recuerdo que el pastor alemán llamado Duke, engreido de tu padrino, temblaba y se escondia aterrorizado en Año Nuevo, o cuando había celebraciones con ese tipo de fuegos, la hija de mi sobrina desde chiquita lloraba y se escondía debajo de la cama al escucharlos, los asociaba a las bombas de la época del terrorismo. Hoy ya adolescente no le gustan para nada, ni las simples luces que no hacen ruido.
ResponderEliminarTienes razón al recordar lo sucedido hace 70 años, he visto recuerdos de sobrevivientes de esa horrible guerra y del sufrimiento que tuvieron. y sin ir muy lejos, ¿ recuerdas las luces que se vieron en el cielo durante el terremoto de Ica y Pisco?, muchos pensaron en el fin del mundo.
Los del domingo no los escuché, no estuve en casa, si hubiera estado, los recuerdos tristes de otros años alegres me recordarían cuando tu tío sacaba al balcón a sus nietos para que vieran las luces de colores en el cielo, se veían desde San Isidro, y sin mucho ruido.
María del Carmen
¡Qué graciosa Marcela! Y me imagino el susto de ese niño chiquito en General Garzón.
ResponderEliminarOtro punto importante, Antonio: las mascotas. Si a nosotros nos molesta el ruido, cómo será con los animalitos.
Eso sería bueno, Esteban, que dedicaran estos fondos, que literalmente se hacen humo, en cosas más importantes y trascendentes.
Sin duda, los chinos tienen su cuota de responsabilidad, Luis... pero es evidente que tuvieron muchos seguidores que no se quedan atrás.
Tal vez tenemos esos tiempos tristes del terrorismo tan presentes todavía que somos varios a los que no nos gusta el ruido de los fuegos de artificio.
No sé, creo que María del Carmen tiene razón al decir que depende de las vivencias de cada uno. Yo por mi lado, tengo las mejores, porque me recuerdan a mi papá, que tanto le gustaban y que disfrutaba con nosotros desde chicos hasta siempre. Y que, a pesar que una vez una de esas que tienen un palo y se colocan en una botella para que salgan disparadas al cielo (creo que se llaman silvadores), tomó un camino erróneo y terminó en su panza, ocacionándole una pequeña quemadura, nunca dejó de disfrutarlos con nosotros (cosa que mi mami no mucho).
ResponderEliminarMis perros nunca se asustaron y los niños de la familia tampoco. ¿Será por eso que los disfruto tanto?
Besitos
Katia
Más Marcela: ayer la visitó Deborah y arrancó a contarle sobre las luces de colores y estrellas del domingo. No se olvida.
ResponderEliminarTampoco se olvida de Wabi. Elisa dejó escrito en un papel los nombre de todos y Marcela señala uno (el correcto!) diciendo: Wabi!...
Querida Gabriela, una guerra es lo peor de este mundo, y las civiles, como la que vivimos en España, la peor de todas, porque es la lucha salvaje de hermanos contra hermanos, lo que nunca entenderé es que, a pesar de todos los años que lleva ya el hombre sobre la faz de la tierra, aún no seamos capaces de dirimir nuestras diferencias de forma civilizada.
ResponderEliminarA mí me gustan los fuegos artificiales, en España son famosos los de ciudades como Valencia o San Sebastián, son unos maravillosos espectáculos de luz y color, pero bueno, entiendo que haya personas a las que no sean de su agrado.
Te agradezco mucho la mención que haces a mi blog, y te envío un muy cariñoso saludo.
La verdad que hay fuegos arificiales que se hacen en lugar seguro y en mi país se hacen en Fin de Año que son hermooss .
ResponderEliminarPero lo que tiran particules y sin precaución no me gustan nada .
Esa serie a mi me encanta , yo vi la temporada pasada .
Un beso , cuidate .
Nancy
Gabriela, you make such a good point. To be honest I never thought about fireworks this way...but...wow...its so true. I could see how the loud sounds and flash of lights could easily stop the heart of someone who had just suffered through a war. You reminded me of something else...something I've been wanting to blog about for a while but didn't know how to bring it up. Now I think I know! :) Cheers!
ResponderEliminarVeo que los fuegos artificales están asociados a recuerdos felices, Katia. Tal vez sea por eso que los disfrutas.
ResponderEliminarImagino que tus recuerdos de esos días no son gratos, mi querida pensionista. Espero que todo te vaya bien y que no nos abandones completamente.
La serie 'Cuéntame cómo pasó' es simplemente adictiva, Nancy. Yo no me la pierdo y estoy feliz con el regreso de los Alcántara.
I'm glad about helping you with some ideas, Isobel. Let's see how you bring this topic up.
A mí tampoco me gustan los fuegos artificiales. Ademásde lo que mencionas porque contaminan al ambiente por lo del CO2 y por ruido. ´También porque provocan muchos accidentes, cuantos han sido quemados por ellos.
ResponderEliminarNo, no me gustan.
Saludos afectuosos. Hilda