Que levante la mano quien no se haya emocionado cuando anunciaron a Javier Bardem como ganador del Óscar hace pocas semanas. Será por lo de ser español que lo sentimos un poco más cercano que los demás candidatos, será porque nos despierta simpatía su nariz torcida, o será simplemente porque parecía un justo reconocimiento por haberle hecho lucir un peinado tan espantosamente feo.
Pero este post no se trata de Javier Bardem, sino de su madre, Pilar Bardem. No debe haber habido nadie más emocionado que ella, sobre todo cuando su hijo "pequeño" le dedicó su triunfo en castellano que pudimos entender sin la traducción. Al día siguiente vi en diversos programas españoles cómo celebraron el triunfo los compañeros que actúan con ella en la obra teatral "La sospecha" que representa en estos días en Madrid.
Después leí su declaraciones en la prensa, primero en tono serio, sobre lo orgullosa que estaba del logro de su hijo. Después, en tono un poco más jocoso, dijo que esperaba regresar a Los Ángeles en algún momento y "darle un beso a George Clooney, porque cuando lo vi el otro día me dije que este señor no puede ser de este mundo".
Opinión compartida, definitivamente, con varios millones de mujeres en el mundo.
Y después aseguró que se quedaría "con el respeto y el cariño que los actores de Hollywood han mostrado por Javier". Pero eso no es todo, porque recuerda cuando, en plena alfombra roja, se le acercó un hombre y le dijo "congratulations". Al levantar la mirada se dio cuenta de que era "el mismísimo Harrison Ford".
Indiana Jones, el mismo que viste y calza. Arqueólogo profesional y profesor a medio tiempo, pero en esta ocasión sin su cazadora de cuero, ni el látigo ni el revólver. ¡Qué bien!
Doña Pilar también es humana. Quiere darle un beso a George Clooney, porque dice que no es de este mundo. Le llama la atención que Harrison Ford la felicite. Se emociona con los logros de su hijo pequeño... aunque este logro sea nada menos que ganar un Óscar.
Y una que creía que, porque salen en una pantalla en la que podemos verlos eventualmente, son de una dimensión distinta a la nuestra. No... también son humanos.
martes, 11 de marzo de 2008
1 comentario:
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muy humanos y con defectos y virtudes como todos!! es lindo cuando podemos leer algo así sobre ellos, porque nos recuerda exactamente esa humanidad.
ResponderEliminarParticularmente yo también le daría un beso a George Clooney pero Harrison Ford tampoco se me escapaba, si está relindo!!
Saludos desde México. Hilda