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Esta no es la historia de una propuesta que llegó un domingo en la noche. "Tal vez ya es tiempo de pensar en un concierto".
Esta no es la historia de cómo descartaste la idea por loca, por impracticable.
Esta no es la historia de cómo un lunes por la mañana dijiste: ¿por qué no? Y claro, las cosas hay que hacerlas porque sí.
Esta no es la historia de cómo buscaste si había una lista de conciertos y si es que en esa lista de conciertos estaba tu ciudad.
Esta no es la historia de la búsqueda que hiciste en el sitio web con la lista de los conciertos, en la que buscaste tu ciudad. No, no estaba. Los nombres que encontraste te remitían al otro lado del charco. La idea volvía a ser loca e impracticable.
Esta no es la historia de cómo, al deslizarte por la lista, lograste ver una ciudad de un país vecino y pensaste "entonces, también está la capital". Y estaba.
Esta no es la historia de cómo encontraste la compañía perfecta para ese viaje que 48 horas antes habías descartado por ser una idea loca e impracticable.
Esta no es la historia de una compra de entradas para un concierto que se hizo gracias a la intervención de amigos de amigos, cuya intervención agradeces.
Esta no es la historia de cómo, ya con las entradas en la mano, pasaste a buscar pasajes y alojamiento, nuevamente con ayuda de amigos a quienes no ves hace tiempo.
Esta no es la historia de un viaje de noche, ni de una llegada muy temprano, una mañana de viernes, exactamente diez años después de la última vez que viajaste a esa ciudad, en una extraña travesura del calendario.
Esta no es la historia del frío que sentiste al llegar, ni de cómo cuando alguien dijo "hace frío", "y estoy lejos de casa" pensaste casi por reflejo, como piensas siempre. Nunca mejor dicho ni más apropiado que esa vez.
Esta no es la historia de cómo llegaste al lugar del concierto aparentemente demasiado temprano, ni de cómo, a los cinco minutos de haber llegado, abrieron la puerta y pudiste sentarte en primera fila, sin cabezas inoportunas que te taparan el espectáculo.
Esta no es la historia de cómo el concierto empezó puntualmente, ni de cómo el público aplaudió a rabiar cuando las luces del escenario se prendieron.
Esta no es la historia de cómo el público cantó todas las canciones, al punto que el cantante simplemente dejó de cantar en más de una ocasión para agradecer al público con gesto emocionado. Sí, todavía tiene la capacidad de emocionarse, pese a que crees que esto pasa en todos sus conciertos.
Esta no es la historia de un viaje de ida y vuelta, ni de un concierto, ni de una experiencia única (que espero que no sea la única) que empezó con una propuesta que llegó un domingo en la noche.
Entonces, ¿de qué es esta historia? Ni yo lo sé. Lo único que sé es que estoy disfrutando mucho el momento.
Es la historia de un deseo cumplido, completamente,que lleno tud expectaciones...primera fila!!!!
ResponderEliminarLas recompensas de llegar temprano, aunque en un momento pareció un poco exagerado.
Eliminar👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarMuy buena!!!!!!
Buenísimo fue todo.
EliminarQué bien, Gabriela, se ve que disfrutaste del concierto y de todo el viaje.
ResponderEliminarEs de esas experiencias que se siguen disfrutando una vez que pasan.
EliminarMe gusta esta no historia que si has vivido y disfrutado bien.
ResponderEliminarMuchas Gracias Gabriela por tus deseos. Ahora a todos estos damnificados les toca volver a empezar de nuevo.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Empezar de nuevo, con el corazón lleno de dolor y con muchas ganas de volver a la normalidad.
EliminarY tampoco es la historia de una escapada internacional por muuucho tiempo postergada y esperada y ahora guardada en la memoria de las cosas bonitas.
ResponderEliminarY que ojalá sea la primera de otras varias escapadas.
EliminarMe encanta que te decidieras a ir y sobre todo que lo disfrutases. La vida es ahora.
ResponderEliminarFuerte abrazo!
La vida es ahora, y todo el viaje fue lo mejor que pude hacer.
EliminarAbrazos también.
🤗
Gaby, me ha gustado mucho, la redacción es totalmente diferente a todo lo que te he leído. Pero no sólo me ha gustado la técnica, haz logrado transmitir las emociones del show, y de lo que estabas sintiendo.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado. Y eso que no cuento todo lo que fue este episodio del concierto.
EliminarGracias por leer.
Como bien dice uno de los comentaristas, es una historia contada de manera diferente a la que nos tienes acostumbradas. El amor platónico te ha inspirado 😉
ResponderEliminarTantas buenas canciones merecen una historia a la altura.
Eliminar😊
… buena compañía !!! …. mejor IMPOSIBLE !!!
ResponderEliminarMuy objetivo ese comentario.
Eliminar😂
Hola querida, me encantó tu relato de tu aventura a Chile, muy entretenida la manera de compartirla👏👏 me alegro que todo haya salido tan bien.
ResponderEliminarUn beso enorme😍
Todo salió de la mejor manera posible. Gracias por la ayuda.
EliminarBuen fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias.
EliminarHermosa experiencia que ahora queda para el recuerdo.
ResponderEliminarAhí se quedará, como una de las mejores experiencias.
Eliminar¡Qué bien que se reunieran los astros para que ese viaje y ese concierto fueran todo un éxito, Gabriela! Por cierto, nos hemos quedado con las ganas de saber quién era el artista....
ResponderEliminarBesos mil
J&Y
De principio a fin, el viaje fue perfecto. Y el artista, hay pistas en el texto y en la entrada anterior. Pero digamos que es alguien que atravesó el viento sin documentos.
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