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Agradezco a Gabriela por permitirme usar su blog para contar esta pequeña historia antigua.
Cuando llegó la fecha para recibir el sacramento de la Confirmación, mi mamá me pidió que eligiera a mi madrina. En esa época, la confirmación se recibía a los ocho años.
Yo elegí como madrina a una amiga de mi mamá, una maestra de escuela, la señorita Irene. Ella estuvo a mi lado durante la ceremonia y luego todos fuimos a casa para una pequeña celebración. Al finalizar, mi flamante madrina me dio un regalo, algo que yo recibí fascinada: un libro.
En mi casa todos eran grandes lectores, había muchos libros y teníamos un estante bien surtido. Pero el libro que recibí de mi madrina era especial y diferente: era mío. Era mi primer libro propio, algo que yo podía llevar y guardar donde quisiera.
Se titulaba: La taza del bonzo blanco.
Apenas recuerdo la portada, un anciano y un niño con el fondo de un jardín, o algo así. Tampoco recuerdo de qué trataba el argumento. Pero desde que lo tuve en mis manos aprendí a mirar y estimar los libros como algo especial que ayudaban a alimentar mis fantasías de pequeña soñadora.
Hace poco recordé esta historia y se me ocurrió pedir ayuda a san Google. Puse el título en el buscador: La taza del bonzo blanco, y quedé maravillada: ahí está, en medio de ofertas de libros antiguos, en una colección de Los cuentos del abuelo Anacleto. Libros de segunda mano, dice el subtítulo.
El libro de mis recuerdos existe y se sigue vendiendo. Su autor es Antonio Huonder, aunque no encontré información sobre este señor.
Pero dejó su huella imborrable, sin importar el paso del tiempo. Por eso sé que los libros, esos que puedes tener en las manos, abrir sus páginas y conmoverte con sus historias, nunca dejarán de existir. A pesar de todos los adelantos virtuales, siempre habrá un libro en algún lugar de la casa.
Los libros son esenciales en mi vida. Un beso
ResponderEliminarEn la mía también, sin duda.
EliminarNUNCA DEJARÁN DE DER IMPORTANTES, NO HAY COMO TENERLOS EN FÍSICO, U MRNOS AQUELLA SENSACIÓN QUE SE SIENTE AL VOLTEAR LAS PÁGINAS. GRACIAS POR EL APRECIO A ELLOS Y A LOS AUTORES QUE VIVIRÁN PIR SIEMPRE EN NUESTRAS BIBLIOTECAS.
ResponderEliminarYo también prefiero leerlos con páginas, con olor, en tres dimensiones. Para mí, es la mejor manera de leer.
EliminarLos libros físicos son muy importantes en la vida de los niños.
ResponderEliminarSiempre, y que nunca dejen de serlo.
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ResponderEliminarMe gusta leer. En papel o electrónicos son grandes amigos que nunca decepcionan.
Linda entrada.
Abrazos para las dos.
Alguna decepción me han causado. Felizmente pocas, eso sí.
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