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En cambio yo, empecé a tener sueños diversos, sueños raros, sueños vívidos, sueños que olvidaba a los pocos minutos de haberme despertado. Menos uno, uno solo que recuerdo todavía.
En esos días de encierro no había nada, todo estaba restringido, lo último que veíamos eran partidos de fútbol o de cualquier deporte. Hasta las Olimpiadas quedaron suspendidas. Por eso lo raro de ese único sueño que recuerdo.
Era de noche, estaba yo en un recinto al aire libre con muchas mesas. Había mucha gente sentada a la mesa, conversando alegremente, sin mascarillas, sin distancia social, sin protocolos ni ninguna de esas palabras que tanto sonaban en esos tiempos. Y que suenan hasta ahora.
Yo llegué en medio de un grupo y de inmediato detecté en una mesa al Entrenador. Ese Entrenador alto y flaco de desordenado peinado, de andar elegante y felino, el que había logrado un milagro que prácticamente todo un país esperó durante 36 años. Ese Entrenador que en más de una encuesta obtenía más del 90% de aceptación. Sí, ya lo hubiera querido cualquier político.
Ajá, ese Entrenador.
El Entrenador estaba rodeado de otras personas, todas hablaban y reían alegremente. Yo avanzaba sin dejar de mirar al Entrenador, que en un momento notó mi mirada.
Sus ojos y mis ojos se encontraron. Sigo avanzando, los ojos del Entrenador me siguen. Y así fue durante largos segundos hasta que no me aguanté. Me acerqué a la mesa del Entrenador y le dije: "una cosa es entrar a un lugar y notar que el Entrenador está ahí. Y otra totalmente diferente es entrar a un lugar y que el Entrenador note que estoy entrando".
El Entrenador sonríe... y se acaba el sueño.
Qué pena que te despertaste! No nos enteramos quién era el Entrenador! Gareca joven acaso?...jejeej!
ResponderEliminarBesos Gabriela
Ese fue un mal despertar, ja, ja.
EliminarMe acuerdo de ese sueño y de las ganas de escribir sobre él. Ya está. Ahora la historia nos pertenece a todos.
ResponderEliminarAsí es, ya quedó para la posteridad.
EliminarTambién, me encanta Gareca. Ahora tu sueño es de todos. Gracias Gab.
ResponderEliminarEl Entrenador siempre será el Entrenador.
EliminarLa vida es un sueño y hemos soñado varios años gracias al entrenador pero......los sueños sueños son y ya despertamos a la realidad pero siempre recirdando a ese ENTRENADOR que nos permitiósoñar. Gracias Gaby
ResponderEliminarFue dura la realidad a la que despertamos. Ojalá´no haya sido la última vez que alcanzamos esa meta.
EliminarUn sueño del que nos dolió mucho despertar, pero la pena soñar. Gracias, Gareca, y gracias por contar tu sueño.
ResponderEliminarGracias a ti por leer y comentar.
Eliminar😊
Ay...te despertaste justo noooo jaja que guapo el entrenador 😍
ResponderEliminarY que genio es Ricardo Gareca.
Así quedaba todo envuelto en un aura de misterio e intriga.
Eliminar🤣
Gaviota, nadie puede no darse cuenta que estás entrando a cualquier sitio, tú alumbras!
ResponderEliminarSerá que me quieres mucho, ja, ja. En el caso del Entrenador, con toda certeza su presencia nunca pasa desapercibida.
EliminarGracias Gaby ¡ Me encantó tu sueño……necesito la segunda parte ….quiero saber que contestó el entrenador. Este sueno amerita una segunda parte….😉😄
ResponderEliminarBueno es soñar con quién se guardan buenos recuerdos. La pena que te despertaste sin a saber si contestó.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Los sueños agradables siempre son más fáciles de recordar. Las pesadillas es mejor olvidarlas.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
¡Hola, Gabriela! Pues a nosotras nos parece un coqueteo en toda regla y eso está muy bien de vez en cuando, aunque sea en sueños...
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y