martes, 26 de octubre de 2021

¡Vaya chasco!

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Ese día se levantó tarde. En verdad casi todos los días se levantaba tarde, y sabía que ya debía estar acostumbrada, y sabía que ya debía hacer algo para cambiar. Pero lo pensaría en otro momento, ahora no tenía tiempo.
Se levantó como pudo, se alistó como pudo. Salió a las carreras, casi deja la puerta de la casa abierta. Corrió al paradero y tuvo la suerte de que justo pasara el bus que la llevaba.
"A pesar de todo, las cosas pueden salir bien", se  dijo.
Llegó a la clase con diez minutos de retraso, y calculó que habría perdido apenas cinco minutos de disertación del profesor. "No es tan terrible", se dijo.
Divisó un asiento libre bastante cerca de la puerta y fue directo a ocuparlo.
Cuando intentaba concentrarse en la clase, se dio cuenta de que estaba al lado del chico más guapo del salón. Sí, ese al que todas miraban de lejos y con quien nadie se atrevía a hablar. Él se volteó, la miró fijamente, la saludó con un leve movimiento de cabeza, que ella correspondió nerviosamente. Le notó una extraña expresión, pero no le dio mayor importancia.
"Ya, atiende", se dijo.
Así transcurrió la clase, ella intentando atender, él volteando a mirarla de rato en rato, Siempre con la misma rara expresión, que ella interpretó positivamente.
"Buenos, chicos, hasta la próxima clase. Muchas gracias", se despidió el profesor mientras guardaba el libro con el que siempre daba su clase.
Ella vio cómo el chico salía del salón sin apuro. De ahí, se levantó y fue directo al baño. Con las prisas de la mañana ni se había acordado de ir. Al entrar al baño, se cruzó con otra chica que salía y que la miró con la misma expresión rara que había tenido el chico a lo largo de toda la clase.
Se miró al espejo y lo vio. Ahí estaba el tremendo rulero azul eléctrico que se ponía todas las noches para amansar ese mechón rebelde y con vida propia que en su apuro olvidó completamente.
"Ay, no, las cosas finalmente me salieron mal".
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Llegó de nuevo ese momento del año de decir "pobre octubre".

 

30 comentarios:

  1. Siempre podría ser peor... decía por ahí, un tal Murphy... ��
    Me gustó el relato, muy ameno y divertido... Te deja pegado queriendo saber qué sucede.
    Saludos!!

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  2. Las que vivimos apuradas nos suele suceder cosas parecidas. Por eso antes de salir, con la almohada aún pegada a la cara, me fijaba si no me había puesto una prenda al revés...jejeje!...
    BesosGabriela

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  3. Ya tiene tema de conversación con el guapo 😉

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  4. Ja ,ja ja pero viéndolo bien algo positivo sacó de su descuido pues logró que el chico guapo de la clase la mirara directamente y de cerca.

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  5. Se olvidó del rulero! Bueno, puede pasar una vez, pero seguro nunca más le volverá a ocurrir. Divertida historia.

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  6. ¿En serio? Jajajajaja... ¡Nos pasa algo así y no volvemos por clase en la vida! Aunque, desde luego consiguió que el chico guapo se fijara en ella...

    Besos mil de las dos

    J&Y

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  7. Dicen que las prisas no son buenas para nada.
    Seguro que el próximo dia que coincida con el chico le dice algo.

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  8. Jajaja, muy bueno Gabri. Qué bien sabes mantener la intriga hasta el final. El despiste y el atolondramiento van del brazo con las prisas. A mí me pasa que aunque madrugue bastante para ir al trabajo en mi coche siempre acabo corriendo al último minuto. Y a menudo me olvido de algo, e incluso una vez llevaba el impermeable del revés. Rulos no uso por suerte pues no los necesito pero me daría apuro llegar al trabajo en pantuflas...
    Por cierto, muy humilde el profe agradeciendo a los estudiantes la atención. Debería ser al contrario, no?
    Un saludo muy afectuoso hasta Lima.
    P. D. Siento estar alejada de Bloguilandia más que nada por perderme relatos asi. Intentaré de todos modos entrar de vez en cuando en vuestros espacios si el tiempo libre y las cervicales me lo permiten 🤗🦋🍁

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    1. Chisa, qué sorpresa encontrarte por acá.
      Pasa por acá de vez en cuando. Siempre es un gusto verte y leerte.

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  9. Ayyy esasss prisas. Muy muy bueno. Me paseé una vez por Béjar con la camiseta del revés, nadie me dijo nada, pero cuando me dí cuenta me puse como un tomate y me metí en un portal a darle la vuelta.
    Buen lunes.
    Un abrazo.

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    1. Felizmente pudiste solucionarlo.
      Buena semana y buen noviembre, Laura.

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  10. un placer descubrirte y leerte O quizas te he leido antes
    un abrazo lleno de frio desde un Otoño en Miami

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  11. Acontece a quem faz tudo correndo. Não é o meu caso. Sou absolutamente pontual!

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  12. Coitada da moça. ahah essas coisas acontece.
    Bjos minha querida, fique com Deus!!!

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  13. Esas cosas pasan cuando tenemos la mente puesta en diferentes temas. ¿Cúando buscamos las gafas y están sobre la cabeza? Pobre chica!

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