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Cuando ya todos se habían levantado, la madre se dio cuenta de que su hija menor, la más chiquitita, no estaba por ningún lado. Primero la buscó con la mirada, luego recorrió la casa sin hacer mucho aspaviento.
"¿Dónde estará?". La única tranquilidad que tenía era que no había podido salir porque la puerta estaba bien cerrada y la pequeña no alcanzaba a abrirla, ni poniéndose de puntas.
La abuela se dio cuenta de que algo pasaba, y cuando se enteró lo tomó con calma. Empezó a mirar por los rincones más insospechados.
A esas alturas, ya toda la familia buscaba a la niña.
¿Dónde se habría metido?
Cansada de buscar sin lograr nada, la abuela miró la escalera. Todos habían descartado ir a mirar en el piso superior, sabían que la niña no podía subir sola. Pero la abuela tuvo una intuición y subió sin decir nada.
Una vez arriba, la abuela miró en todos los cuartos. Uno por uno, vacíos.
Hasta que llegó a la habitación que su nieta más chiquita compartía con su hermana algo mayor. Y ahí estaba la niña, sentadita de espaldas a la puerta, ajena al revuelo que había causado su desaparición, murmurando algo.
La abuela aguzó el oído, se acercó unos pasos sin hacer ruido. Tenía curiosidad por ver qué mantenía tan concentrada a la niña.
Y ahí vio bien. Los juguetes de las hermanas estaban desperdigados por el suelo y la niñita ponían unos a su derecha y otros a su izquierda, mientras decía: "ete mío, ete de mi hemana".
Que hermosa historia, me hizo reír al final , la niña muy inteligente, la inocencia es algo maravilloso, y le deberíamos dar mas importancia en conservarla.
ResponderEliminarUn abrazo Gabriela
Deberíamos seguir siendo niños toda la vida, Jorge.
EliminarLos pequeños no tienen idea de lo preocupados que pueden estar sus padres cuando ellos deciden hacer cosas por su propia iniciativa.
ResponderEliminarbesos Gabriela
Como debe ser, que los niños sean niños. No hay que quitarles eso. Ya se encargarán los años.
EliminarLa curiosidad lleva muchas veces a los niños a dar tremendo susto a los mayores y resulta que solo estan jugando a veces con un simple peluchito pero donde menos esperan los mayores
ResponderEliminarY a veces se distraen hasta con una hormiga.
EliminarUna niña y como tal no es consciente de su actuación. Seguro que a partir de ese momento están mas atentos a lo que puede y no puede hacer. Un abrazo.
ResponderEliminarEs probable, Chelo. El susto fue grande, por lo que sé.
EliminarSuerte que estaba en la casa. Un beso
ResponderEliminarSí, hubiera sido muy complicado buscarla en la calle.
EliminarVaya susto de la familia. Los niños son impredecibles. Menos mal que la abuela la encontró y todo volvió a tu normalidad.
ResponderEliminarY la anécdota quedó para la tradición familiar.
Eliminar¡Hola, Gabriela!
ResponderEliminarMuy tierno y hermoso tu relato. Tu imagen la relaciono con Esteban Lob. Por cuestiones laborales dejé de publicar dos años y medio; al regreso supe de la partida de Esteban, eso dolió mucho. También soy abogada, entre otras cosas.
Cordiales saludos, un gran abrazo.
Qué gusto verte por acá, Rud.
EliminarEs un honor que me relaciones con Esteban, tremendo caballero que nos hace una falta enorme. Justo el otro día lo recordaba con mucho cariño. Lo conocí en Santiago, donde me abrió las puertas de su casa.
Un abrazo fuerte.
Hemos comenzado a disfrutar de tu relato cuando has aclarado que no era posible que la niña saliera de la casa... Dicho esto, nos encanta ese mundo de fantasía de la infancia que les hace vivir sus propias historias, en su propio mundo perfecto..., aunque esto conlleve algún que otro pequeño susto para sus mayores...
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
La idea era crear algo de suspenso, y parece que se logro.
Eliminar:D
Bueno que no salío de la casa y mientrsa todos asustados, ella hacía su selección.
ResponderEliminarBuen jueves Gabriela. Cuídate.
Un abrazo.
Y bien tranquila, concentrada en su ordenada labor.
EliminarQué interesante es la historia de esta pequeña ..., me preocupaba leer su desaparición y no ser encontrada. La imaginación de una hermosa ciudad.
ResponderEliminarSaludos desde Indonesia.
Qué interesante recibir visita desde Indonesia.
EliminarLa niña era intrépida, pero no tanto. Felizmente, hubiera sido una gran complicación.
Hola Gabriela !! Lo mas tierno que hay son los niños !!
ResponderEliminarLa ilusiòn de tener la pelota e imaginar de donde ha salido .
La peque que separaba los juguetes de cada una !!
Un beso , cuìdate y buena semana .
Se pueden escribir tantas historias con las lindas genialidades de los niños...
EliminarAs crianças fornecem material infindável para a escrita de histórias.
ResponderEliminarUy, se podrían escribir libros enteros con sus genialidades.
EliminarAuen jueves Gabriela. Cuídate.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, y buen viernes, Laura.
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