Cuando se tienen niños cerca, es habitual que nos acostumbremos a los programas y personajes que les gustan, a veces hasta sin quererlo. Así, nombres que normalmente no hubiéramos escuchado, se hacen conocidos a nuestros oídos casi como si fueran personas de carne y hueso.
Uno de esos nombres es el de Jorge el curioso, que vive en un mundo lleno de personajes bondadosos que viven en armonía y se ayudan mutuamente, y hacen cosas que a los ojos de los niños pequeños podrían parecer fascinantes aunque no lo son. En realidad, Jorge hace cosas que exasperarían a cualquier ser humano normal y sacarían de quicio a una persona poco paciente. Tal vez, hasta a una persona muy paciente.
Cuento toda esta introducción para relatar un pequeño episodio del que fui testigo involuntario hace algún tiempo.
Me fui a hacer una compra en un autoservicio cercano a mi casa, y con las cosas que había escogido me acerqué a la caja para pagar. Luego de hacer un rápido examen de las colas que había en cada una, escogí la que me pareció mejor y me puse al final de la fila.
En ese momento, estaban atendiendo a un señor que iba acompañado de un niño de unos cuatro año. Después venía una señora bastante mayor que estaba sola y luego seguía yo. El niño miraba a la señora con tanta curiosidad que a ella no le quedó más remedio que hacerle conversación:
- Hola -le dijo en tomo muy amigable.
- Hola -contestó el niño, sin el menor atisbo de vergüenza ni pedirle ayuda a su papá.
- ¿Cómo te llamas?
- Jorge, como Jorge el curioso.
- Ah, hola Jorge. Qué gusto que seas estudioso, te felicito.
La señora sonrió, feliz de haber encontrado a un niño tan pequeño y responsable a la vez. De otro lado, la cara del niño fue del mayor desconcierto del mundo.
A eso le llamo yo brecha generacional.
Presento la sexta foto semanal, con un perrito plácido y sereno entre el ruido y la prisa de una mañana invernal limeña.
Uno de esos nombres es el de Jorge el curioso, que vive en un mundo lleno de personajes bondadosos que viven en armonía y se ayudan mutuamente, y hacen cosas que a los ojos de los niños pequeños podrían parecer fascinantes aunque no lo son. En realidad, Jorge hace cosas que exasperarían a cualquier ser humano normal y sacarían de quicio a una persona poco paciente. Tal vez, hasta a una persona muy paciente.
Cuento toda esta introducción para relatar un pequeño episodio del que fui testigo involuntario hace algún tiempo.
Me fui a hacer una compra en un autoservicio cercano a mi casa, y con las cosas que había escogido me acerqué a la caja para pagar. Luego de hacer un rápido examen de las colas que había en cada una, escogí la que me pareció mejor y me puse al final de la fila.
En ese momento, estaban atendiendo a un señor que iba acompañado de un niño de unos cuatro año. Después venía una señora bastante mayor que estaba sola y luego seguía yo. El niño miraba a la señora con tanta curiosidad que a ella no le quedó más remedio que hacerle conversación:
- Hola -le dijo en tomo muy amigable.
- Hola -contestó el niño, sin el menor atisbo de vergüenza ni pedirle ayuda a su papá.
- ¿Cómo te llamas?
- Jorge, como Jorge el curioso.
- Ah, hola Jorge. Qué gusto que seas estudioso, te felicito.
La señora sonrió, feliz de haber encontrado a un niño tan pequeño y responsable a la vez. De otro lado, la cara del niño fue del mayor desconcierto del mundo.
A eso le llamo yo brecha generacional.
Presento la sexta foto semanal, con un perrito plácido y sereno entre el ruido y la prisa de una mañana invernal limeña.
Ja ja ja...
ResponderEliminarYo tampoco sé mucho de los cartoons de ahora pero al menos con la sobrinita (de cariño) sé algo de Peppa Pig.
=)
Igual me pasó hace poco con los Backyardigans y antes con las Torugas Ninja.
EliminarLamentablemente, la brecha generacional no se aplica a mi caso. Conozco todos los personajes y tramas. Y no porque quieras, las repeticiones involuntarias cobran un precio.
ResponderEliminarSí, pues son gajes del oficio de tener niños cerca.
EliminarJajajj con mi nieto de 4 años he aprendido el nombre de todos esos personajes de las series comicas jorge el curioso, peppa, los backyardigans y me encanta verlas junto a él jajajj......muy buena la foto...
ResponderEliminarUn besito...
También me siento con mi sobrina a verlos, sobre todo a su favorita, Violetta.
EliminarYo solo conozco a Jorge el curioso, y por supuesto a Violetta. (don doble t)
ResponderEliminarActualizados todos a la fuerza, Acirema.
EliminarEs verdad lo de la brecha a veces me descubro hablando con mi hijo y quiero comparar algo con un programa que actualmente no se emite y él no ha visto. Felizmente con You Tube se puede explicar después la comparación.
ResponderEliminarAhora existe YouTube, Jorge. Recuerdo cuando perderse un programa era una tragedia, peor cuando los canales no traían las temporadas completas y simplemente repetían interminablemente los capítulos.
EliminarHabrías sido muy buena periodista, Gabriela, con tu amplio sentido de observación.
ResponderEliminarAcerca del perrito, él ni se imagina lo famoso que es al ser "inmortalizado" en una foto que recorre el amplio mundo de tus lectores.
He vivido rodeada de periodistas y comunicadores la vida entera, Esteban. Algo se me debe haber quedado.
EliminarDesde que "mis niños" crecieron con Epi y blas, Pipi calzaslargas y Mazinger Z, tengo una gran brecha generacional...si tuviera nietos a lo mejor me ponía de nuevo al día ;)))
ResponderEliminarGuapa foto Gabriela.
Buen martes.
Un beso.
Seguro que te harían ponerte al día, Laura. Qué bueno verte por acá.
EliminarGabriela, obrigada pelos teus comentários.
ResponderEliminarRealmente, nada como ouvir a conversa de uma criança para entender o quanto estamos desatualizados.
Beijo
Sí Nina, los niños son tesoritos que no debemos perder de vista nunca.
EliminarLos Backyardigans... me encantan!!!! Qué lástima que ya no lo emiten en España, Manuela se los ha perdido...
ResponderEliminarAhora yo comienzo una nueva fase y es la de la música. Afortunadamente el papá y yo hemos conseguido que les guste escuchar la que nosotros oímos normalmente. Ahora toca a nosotros aficionarnos a las que ellas están conociendo.
Un beso
Laly
Las músicas de ahora, con buenas excepciones, no es lo mío. Mis ochenteras no tienen reemplazo hasta ahora.
EliminarUh Gabriela, tanta razón... he tenido que aprender de muchas caricaturas porque a Camila le encantan y si no lo hago pues me quedo fuera de un pedazo de su mundo de niña. Esto ayuda al acercamiento y a reforzar las cosas positivas que muestran los dibujitos y remarcando las que hacen mal... siempre se busca la forma de que aprendan, y qué mejor que con algo que tanto le gusta!
ResponderEliminarMuchos cariños
Claro Cheluca, ellos son los que nos mantienen al día con las novedades.
EliminarAhora como no tengo niños pequeños alrededor, cuando escucho nombres de personajes que desconozco, asumo que serán de series infantiles.
ResponderEliminarBesazo
Eso, o grupos musicales, Dolega.
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