Es lógico que un idioma como el castellano, con tantos hablantes, tenga muchas variantes entre las personas que lo usan como medio de comunicación. Lo que no me parece muy lógico es que los hablantes de una zona empiecen a usar formas de hablar que no les son propias.
Desde que me acuerdo, en el Perú hemos dicho pelo, cara, remedios, irse, dormir. Eso era habitual, hasta hace algún tiempo.
Resulta que desde hace poco, los peruanos se lavan el cabello, se aplican crema en el rostro, toman medicinas o medicamentos, descansan y se retiran.
Tomemos por ejemplo este párrafo común y corriente:
Voy a cortarme el pelo y aprovechar en hacerme un tratamiento en la cara. De pasada voy a la farmacia a comprar los remedios que me faltan para tomarlos en la noche antes de irme a dormir.
Eso es cosa del pasado, pues ahora se diría:
Voy a cortarme el cabello y aprovechar el tema para hacerme un tratamiento en el rostro. De pasada voy a la farmacia por el tema de comprar los medicamentos que me faltan para tomarlos en la noche antes de retirarme a descansar.
Me gustaría preguntarle a alguien que ha cambiado su manera de hablar las razones del cambio. Me inclino a pensar que lo han escuchado en programas de televisión no producidos en el Perú o doblados en otros países y que consideran que eso los convierte en personas elegantes al hablar. O tal vez crean que es más sofisticado tener el cabello liso que tener el pelo lacio. O que es más digno de un ser humano trabajador descansar antes que dormir.
Es que estas personas son muy finas para hablar. No van al hospital a visitar a su papá recién operado. No, eso es demasiado plano. Ellos van al nosocomio a visitar su progenitor por el tema de una reciente intervención quirúrgica. No tienen su santo ni su cumpleaños donde esperan regalos y saludos, qué va, eso es algo que tienen los mortales comunes una vez al año. Estos seres signados por la fineza celebran su onomástico, y esperan el tema de sus presentes y congratulaciones. Y no se van ni renuncian, muy elegantes ellos, dan un paso al costado por un tema de dignidad.
Francamente...
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¡Bienvenido de vuelta, Cyrano!
Desde que me acuerdo, en el Perú hemos dicho pelo, cara, remedios, irse, dormir. Eso era habitual, hasta hace algún tiempo.
Resulta que desde hace poco, los peruanos se lavan el cabello, se aplican crema en el rostro, toman medicinas o medicamentos, descansan y se retiran.
Tomemos por ejemplo este párrafo común y corriente:
Voy a cortarme el pelo y aprovechar en hacerme un tratamiento en la cara. De pasada voy a la farmacia a comprar los remedios que me faltan para tomarlos en la noche antes de irme a dormir.
Eso es cosa del pasado, pues ahora se diría:
Voy a cortarme el cabello y aprovechar el tema para hacerme un tratamiento en el rostro. De pasada voy a la farmacia por el tema de comprar los medicamentos que me faltan para tomarlos en la noche antes de retirarme a descansar.
Me gustaría preguntarle a alguien que ha cambiado su manera de hablar las razones del cambio. Me inclino a pensar que lo han escuchado en programas de televisión no producidos en el Perú o doblados en otros países y que consideran que eso los convierte en personas elegantes al hablar. O tal vez crean que es más sofisticado tener el cabello liso que tener el pelo lacio. O que es más digno de un ser humano trabajador descansar antes que dormir.
Es que estas personas son muy finas para hablar. No van al hospital a visitar a su papá recién operado. No, eso es demasiado plano. Ellos van al nosocomio a visitar su progenitor por el tema de una reciente intervención quirúrgica. No tienen su santo ni su cumpleaños donde esperan regalos y saludos, qué va, eso es algo que tienen los mortales comunes una vez al año. Estos seres signados por la fineza celebran su onomástico, y esperan el tema de sus presentes y congratulaciones. Y no se van ni renuncian, muy elegantes ellos, dan un paso al costado por un tema de dignidad.
Francamente...
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