Hubo de todo esa noche de viernes. Desde un ascensor que se resistía a subir, con seis personas adentro durante noventa interminables segundos, hasta un pisco sour del que solamente pudimos sentir el olor porque la licuadora nos jugó una mala pasada, pasando por las risas y charlas que suele haber cuando se reúnen personas que se conocen desde la prehistoria de sus vidas. Es decir, desde antes de la escritura.
El motivo de la reunión era la breve visita de P a la patria, luego de cuatro años de haber partido a Australia. Además, C inauguraba departamento con pequeño patio de parrillas incluido, ideal para una parrillada nocturna de esas a las que el Grupete es tan aficionado.
Luego de varios días y de más de no sé cuántos e-mails de confirmación, llegó la fecha fijada. Acordamos que cada uno llevaba lo que comería, salvo P que era el invitado de honor. Así que ahí estuvimos el Grupete casi completo, pasándola tan bien como siempre la pasamos cuando nos reunimos. Hasta las respectivas parejas se han integrado tanto que ya es casi como si todos hubiéramos estado en el mismo salón.
La noche estaba especialmente húmeda y fría, como saben serlo las noches limeñas a pesar de estar bien entrado setiembre. A pesar de estar en primavera. Aun así, ahí estábamos alrededor de la mesa al aire libre, bien abrigados, compartiendo lo que habíamos llevado (no sé en qué momento desaparecieron mis salchichas blancas, de las que no probé ni un pedacito... aunque me queda el consuelo de saber que estuvieron muy ricas), compartiendo recuerdos, acompañando casi todos de un "¿¡te acuerdas?!", seguido de sonoras carcajadas.
Siempre es así.
Se anuncia otra reunión en las próximas semanas. Otro del Grupete viene a Lima a atender asuntos familiares, así que nuevamente la ocasión será propicia. Ojalá esta vez el pisco sour no se quede simplemente en olor.
Hola Gabriela:
ResponderEliminarMenuda juerga os deberíais correr!
Una parrillada nocturna entre amigos debe ser estupenda, lástima que no nos hayas invitado!!!
Todas las épocas del año son buenas para estos eventos, por tanto ¡a repetirlos!
¡Bon profit! y ¡Bona nit!
Luis
Gracias Gaby, me has hecho soñar que soy yo la que llega a Lima luego de cuatro años de vivir en Australia. Este 26 de octubre cumplimos ya cuatro años en el "down under". No se si llegue a ir en el 2010, pero si se concretara la visita soñada, una parrillada como la que describes seria "ya no ya". No solo ni tanto por lo que uno come en la parrillada (pues te imaginaras que mas extraño tooooda nuestra comida criolla, empezando por la comida de mar peruana, casi duele de tanto pensarla) si no por esos momentos de risas, de "te acuerdas" y de estar con los amigos de siempre.
ResponderEliminarGracias y besos como siempre,
Silvana
Siempre se celebra comiendo, y en el Perú debe ser doblemente rico todo.
ResponderEliminar¡Son tan sabrosos para hacer las cosas!
SUELE PASAR...SOBRE TODO SI NO ESTÁS ATENTA A LO QUE SALE DE LA PARRILLA...EL PISCO SOUR TE ABRIGA RICO Y NO SIENTES MUCHO FRIO...CREO..AL MENOS ESO ES LO QUE DICEN LO QUE GUSTAN DE ÉL.
ResponderEliminarYA PARA LA PRÓXIMA NO PIERDAS DE VISTA TUS POTAJES PARA QUE NO TE SAQUEN LA VUELTA NUEVAMENTE...
LO HERMOSO DE TODO ES QUE COMPARTES CON LA BELLA GENTE QUE UNO QUIERE Y QUE NOS QUIEREN DE CORAZÓN..¿CIERTO?. MÁS ATENTA A LA SIGUIENTE PACHANGA.
SALUDOS POR CASA.
ANTONIO
Ufffff... reencontrarse con quienes apreciamos siempre será una maravilla.
ResponderEliminarQue frescas letras son las que escribes,
Saludos,
Cati.
Pd. Humm, y esos "te acuerdas" sí que son todo un espectáculo.
Ciertamente que un parrillada de estas es más que estupenda, Luis.
ResponderEliminarVerás que podrás venir, Silvana, y esos "¿te acuerdas?" te harán arrastrar de risa. Como suele ser.
Cierto AleMamá, siempre se celebra comiendo. Lo que es mejor si lo que se come es de lo más rico.
Si Antonio, eso me pasó por dejar mi paquetito fuera del alcance de mi vista. Al final, otros se ganaron con las salchichas blancas.
:(
Gracias Cati, siempre es un honor tenerte por acá.
Estoy tratando de imaginarme qué pasó con el pisco. Dónde fue a parar? :D
ResponderEliminarY las salchichas blancas, me das detalles? Yo las que conozco así son alemanas. Es alguna reinterpretación peruana?
Un beso,
Marcela
Que bacan es el "te acuerdas de ...." acompañados de unos anticuchos, pancitas, choripanes con mostaza, morcillas, pisco sour, coctelitos de algarrobina, unas cervesitas, rematando con picarones al final.
ResponderEliminarPero lo mejor es comer todo esto con los amigos de toda la vida, de esos que uno siempre tiene confianza.
Me transportaste a esos bonitos momentos.
Gracias,
Bienvenida de vuelta, Marcela.
ResponderEliminarLo que pasó con el pisco sour fue que el vaso de la licuadora estaba mal puesto y se desfondó. Y si, las salchichas blancas son las alemanas. Acá se les conoce de las dos maneras.
Me alegro de haberte traído buenos recuerdos, Alf. Gracias por la visita.
!OH las famosas "Parrilladas"!, con dos hijos hombres ya supondrás la cantidad de parrilladas que he visto organizar y preparar,en la tarde y nocturnas, son muy divertidas, siempre lleva cada uno lo que comerá, y cada uno pone en la parrilla lo que llevó, pero suele suceder que alguno habló menos y comió más. Los que se reúnen la pasan muy bien. ¿Los motivos?, siempre que sea viernes, todos son válidos.
ResponderEliminarja ja te chorearon las salchichas!! Nunca comí salchichas blancas a la parrilla..y que grave lo que pasó con el pisco!!!
ResponderEliminarComo me gustan esas reuniones familiares, las disfruto tanto cuando voy a Lima!!
Cuando hay motivos para celebrar, cualquier día es bueno, Maricarmen. Tengo amigos que viven fuera del Perú que me dicen que lo que más extrañan son esas reuniones.
ResponderEliminarPuedo decir lo mismo que tú, Katy: tampoco he probado las salchichas blancas a la parrilla.
:(
Hola Gabriela:
ResponderEliminar¡Salchichas blancas!
Y yo que imaginaba que solamente eran parte del menú alemán.
No me extraña en todo caso, dada la calidad culinaria peruana.
Se me ha hecho " agua la boca", como decimos en Chile.
Cariños.
Juaa no paré de reirme!! Osea que era la primera vez que las ibas a probar y nos quedamos sin saber que tal las salchichas blancas a la parrilla.
ResponderEliminarEl día que las pruebes please..cuéntamos.
ciao, ti ricordi di me?
ResponderEliminarUn saluto.
Enrico
Acá también hay salchichas blancas, Esteban. Son justamente esas, las alemanas. Como ya dije, no pude ni probarlas.
ResponderEliminarEs una promesa, Katia: el día que pueda probar las famosas salchichas blancas, les diré qué tal me parecieron.
Ciao Enrico. Naturalmente che mi ricordo di te. Ho il tuo blog nella lista de miei blogs preferiti.
Sei sempre benvenuto!
esos grupos de amigos prehistoricos son los mejores!
ResponderEliminardisfrutalos! :)
Simpático blog. Suerte.
ResponderEliminar¡Viva el Perú, carajo!