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Caminas cuatro cuadras, y por instinto, te llevas la mano al bolsillo a donde llevas el celular. Es algo mecánico, casi automático. Salvo que esta vez sientes algo diferente. No hay celular. Te sobresaltas y de inmediato viene a tu mente la imagen del teléfono sobre la mesa.
Se te olvidó. Nunca te había pasado.
Te detienes a pensar. ¿Regresas las cuatro cuadras ya avanzadas o sigues sin el teléfono y lo tomas como un experimento? Decides seguir y ver si eres nomofóbica o si aún puedes vivir "a la antigua" sin el aparatito a la mano.
Tu primera parada es el autoservicio, faltan algunas cosas en la casa. Vas directo a los anaqueles donde está lo que quieres comprar. Sientes a lo lejos un sonido conocido, crees que es tu celular, te llevas la mano al bolsillo. ¡No hay nada! Ah, verdad, lo olvidaste.
Terminas tu comprar y vas al siguiente punto. Una farmacia. ¿Cómo se llama lo que quieres comprar? Lo busco con el celular... Ah, verdad, no lo tienes. Con ayuda del farmacéutico das con el nombre y lo compras.
Vas directo a la tercera parada. En el camino, pasas por una heladería. Ves que hay nuevos sabores y te alegras. Quieres tomarle una foto al despliegue de colores de los helados, pero recuerdas que no es posible. Te vas, saboreando e imaginando la próxima visita a la heladería.
Ya de regreso a tu casa ves un cartel muy ingenioso. "Qué pena que no tengo el teléfono para tomarle una foto. Ojalá siga aquí la próxima vez que pase por acá".
Finalmente, llegas a casa. Empiezas a guardar lo que compraste. En eso, a lo lejos un sonido conocido. "Ah, verdad, se me había quedado el celular".
Para mi el celular no es necesario. Un beso
ResponderEliminarGracias, un saludo.
Eliminarse puede vivir sin celular? Y visto lo visto, qué vendrá después?
ResponderEliminar🤔
Sí, se puede, aunque puede no ser fácil.
EliminarRealmente el modernismi es util y ayuda pero lo malo es esclavizarce ,
ResponderEliminarExactamente, es un límite que no debe cruzarse.
EliminarCómo pueden confundir a Chabuca Granda, un símbolo nacional, y a los otros autores de esos tradicionales valses peruanos, con una cantante española, muy respetable por cierto, pero que solo los cantó y grabó. No confundir al intérprete con el autor, por favor.
ResponderEliminarSecundo cada palabra de ese comentario.
EliminarUfffff!.. Qué susto verdad!?
ResponderEliminarBesos Gabriela
Terrible...
EliminarCuando me olvido de ponerme aretes, siento que me falta algo. Pero lo del celular es “otro level”, y sí: solo te das cuenta de cuánto lo usas en la calle hasta que un día lo olvidas en la casa.
ResponderEliminarMe pasó una vez que me olvidé de ponerme reloj. Eso es inconcebible para mí.
EliminarYo no soy esclavo de nadie y menos de un teléfono
ResponderEliminarYo miro el móvil al despertarme, al medio día, a las primeras horas de la tarde y a las siete de la noche. Lo miro para ver si tengo algún mensaje de la oficina o de mis hijos.
Ni en la casa, ni en la calle llevo el móvil.
A veces estoy charlando con algún amigo y el me dice: esta sonando tu móvil y yo le respondo: si es urgente volverán a llamar (no corro desesperado —como algunos— cuando escuchan el ring, ring )
Eso depende de las necesidades de cada quien.
EliminarAlguna vez nos ha pasado olvidarlo en casa y la verdad es que nos ha resultado un poco angustiante, sobre todo por si nuestros hijos intentaban ponerse en contacto con nosotras... Lo admitimos, muchas veces hemos vuelto atrás cuando nos hemos dado cuenta de que lo habíamos olvidado...
ResponderEliminarBesos mil
J&Y
Yo resistí es impulso ese día. Sí se puede.
Eliminar😀
Lo llevo siempre en el bolso, pero reconozco que lo uso poco. Y veo que hay personas que van por la calle que no saben ni donde pisan enviciaitas con él, he visto tropezar y a punto de caerse a más de uno.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo.
También he visto eso, y me parece un poco excesivo.
EliminarEn esos olvidos nos damos cuenta de que podemos vivir sin tanta dependencia de los móviles, es cuestión de usarlos con medida y control.
ResponderEliminarUn abrazo!
Todo está en no esclavizarnos, pero la tecnología puede ayudarnos mucho en la vida diaria.
EliminarCuando no le encuentro me vuelvo loca
ResponderEliminarno tengo vida se no lo tengo cerca
abrazos
mucha
Se ha vuelto imprescindible, ¿no?
EliminarGabriela, ficou cada vez mais difícil deixar o celular em casa. Um vício para muitas pessoas. Infelizmente!
ResponderEliminarInfelizmente, pero bien que nos puede salvar de situaciones feas.
EliminarHola Gabriela !! tanto tiempo que no pasaba a leer tantas cosas que dan placer . Deseo que estes bien.
ResponderEliminarTu ángel de la guarda es muy empático , se sentirá feliz de haberte ayudado !!
Los padres casi siempre vemos cosas que puedan pasar , pero los hijos tienen que probarlo por ellos mismos.
Los nervios están aunque estudiemos , y si estamos inseguros la tensión es mayor .
Es emocionante cuando te regalan un libro . A mi me encantan los libros en papel , me gusta tocarlos y olerlos , pienso que tengo muchos cuando me tengo que mudar de casa .
En el caso del entrenador tu eres la importante , es tu sueño y será como te guste ja,ja .
Para él los vidrios eran lo más importante , ellos llevaban su orgullo .
Las coincidencias están donde menos lo esperas .
Diciembre es un mes de cosas importantes !!Para los niños es muy especial .
Es increíble la dependencia que se tiene del celular . Por suerte yo no la tengo , mis hijos al final me tienen que llamar al fijo porque no lo llevo nunca conmigo .
Me lo he pasado genial leyendo tus entradas , gracias por compartir cosas tan entretenidas .
Un beso , cuìdate y feliz semana .
Gracias a ti, Nancy, por tomarte el tiempo de leer todo. Un saludo grande.
EliminarHola amiga Gabriela, pues si en esta actualidad para la gran mayoría es lo más importante el teléfono celular, en mi caso no sé si afortunadamente o no, pero no me es tan indispensable, claro que lo uso, pero si se me olvida no tengo problema.
ResponderEliminarAbrazos