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Por eso llamó mi atención algo que presencié un sábado muy temprano de este otoño tan inusualmente lluvioso en la ciudad capital de este país de desconcertadas gentes.
Venía caminando por una muy transitada y conocida avenida de Miraflores. Había pocos autos, había poca gente. Sin duda, la lluvia, el frío, la hora temprana y el partido amistoso que disputaría la selección peruana de fútbol pocas horas después eran los factores de esas calles vacías.
De repente, detrás de mí, una sonora voz masculina anuncia a todo pulmón:
- ¡Dieciséis grados! ¡Dieciséis grados!
Supuse que se refería a la temperatura, aunque no estoy muy segura porque me pareció una afirmación bastante generosa. Debíamos estar en 14°C, por lo menos. La acentuada y omnipresente humedad es engañosa, pero lo que el hombre anunciaba parecía equivocado.
Me di cuenta de que el hombre estaba prácticamente a mi costado. Por pura precaución, bajé un poquito la velocidad para que se alejara de mí. A algunos pasos por detrás de él, seguí oyendo su anuncio meteorológico con la misma voz fuerte y clara.
Después, este pregonero moderno se quedó callado. Ya no lo vi más.
Sin embargo, pocos segundos después volví a oír la misma voz, aunque con un anuncio diferente:
- ¡Oliver Kahn! ¡Oliver Kahn!
Que pronunciara a voz en cuello el nombre de este exarquero de la selección alemana de fútbol me pareció surrealista. ¿De qué rincón de la memoria viene alguien a rescatar a un futbolista que se retiró hace diez años?
Surrealista o no, el incidente dio algo de color a una mañana sabatina tan gris, tan limeña... tan entrañablemente deliciosa.
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Una mañana gris y fria, me gusta!!!!
ResponderEliminarA mí me encantan.
EliminarMe parece estar en esa calle de Miraflores, bajo el cielo color panza de burro del invierno limeño, donde nos congelamos con 16 grados, y cuando garúa decimos "cómo llueve toda la mañana". Y ahi disfrutar de esoss paseantes simpáticos que dan color al ambiente. Me gustó mucho.
ResponderEliminarLo único mañanas como las que describes es que la gente se queja como si estuvieran bajo cero. Me pregunto qué dirían si de verdad estuvieran bajo cero.
EliminarRealmente, nada como esse inusitado pregoeiro para dar cor a uma manhã fria e cinzenta.
ResponderEliminarColor y sonido que alegraron la mañana otoñal.
EliminarTu historia me hizo recordar a los llamados serenos, encargados de vigilar las noches en las ciudades españolas hace muchos años...
ResponderEliminarEn las ciudades que fueron colonia española también había serenos. En el Perú, ahora les llamamos así a los policías municipales, miembros del serenazgo distrital.
EliminarMe recuerda el hermoso vals de Chabuca Granda,"José Antonio", que va cabalgando mientras "fina garúa de junio le besa las dos mejillas". Es que hay que escucharlo completo.
ResponderEliminar"fina garúa de junio
Eliminarle besa las dos mejillas
y cuatro cascos cantando
van camino de Amancaes"
Qué bonita manera de decir que avanza a caballo.
Me hubiese gustada ver tu cara de sorpresa al oirlo...
ResponderEliminarPrimero fue de extrañeza total, y debo confesar que después quise ser invisible... por las dudas.
Eliminar¿Y tu cómo entiendes tanto de fútbol, Gabriela? Jajajajaja. Si nosotras escuchamos por la calle ¡Oliver Khan!, a voz en grito, no habríamos tenido ni idea de a quién se refería el espontáneo pregonero. ¡Tus conocimientos "futboleros" son lo que más nos ha llamado la atención de esta historia!
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
ja, ja, ja
EliminarEs que a Oliver Kahn lo recuerdo bien, por eso entendí muy rápido su nombre. En el Perú, es imposible no saber de fútbol, aunque sea un poquito.
En nuestra infancia nos enseñaban en Chile que en tiempos de la colonia, un pregonero similar gritaba por las calles, "las diez, nublado y sereno". En cuanto a Oliver Kahn está de entrenador de arqueros de una selección mundialista (no recuerdo cual)pero no es la de Alemania.
ResponderEliminarSí, acá es famoso el "viva el Perú y sereno", así que podemos intuir el origen de la frase.
EliminarPerdón por el regreso tardío Gabriela. Oliver Kahn entrena a los arqueros de la selección de Arabia Saudita. Pareciera que no le hacen mucho caso, al tenor del resultado ante Rusia.
ResponderEliminarOjalá supíera que en Lima, Perú, hay alguien que grita su nombre a voz en cuello por las calles.
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