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Era la noche del miércoles 29 de noviembre, y muchos de los colaboradores de Global Voices estábamos en la recepción del hotel Mount Lavinia, pues habíamos acordado ir a cenar en algún restaurante cercano al hotel. Estaba con ganas de ir, pese a que estaba cansada y seguía con desfase horario.
Dos días antes, había llegado a Colombo después de viajar más de 36 horas desde Lima, mi ciudad en el Perú. Había sido una larga travesía, cuyo mayor tramo fue un vuelo de 15 horas desde Sao Paulo hasta Dubái. Eran muchas las emociones que se mezclaban dentro de mí, emociones que se intensificaban a medida que se acercaba la fecha de la partida. Había entusiasmo y alegría que animaban mi espíritu, y también curiosidad sobre cómo se sobrevive a un vuelo de 15 horas.
Siempre con ganas de compartir sabores de mi país con mis compañeros de Global Voices, llevé postres peruanos. Tenía mazamorra morada y chicha morada para mi viajera secreta y también para algunos amigos. Y por primera vez, también llevé una caja de turrón de doña Pepa para compartir con tantos colaboradores de Global Voices como fuera posible.
Tradicionalmente, el turrón de doña Pepa se conseguía solamente en octubre, mes relacionado con el Señor de los Milagros y sus procesiones alrededor del Centro Histórico de Lima. Sin embargo, ahora se puede comprar turrón todo el año y no es necesario esperar un mes especial para disfrutarlo.
El turrón viene en un bloque. En este caso, era un bloque de 250 gramos que debía cortarse en pequeños pedazos para comer fácilmente. Así que llevé el turrón con su empaque original y fui al restaurante para pedir un cuchillo. El administrador me lanzó la mirada más extrañada... pero todo se aclaró cuando le mostré el turrón y le conté de mis verdaderas intenciones.
El propio administrador buscó el cuchillo y fue lo suficiente amable y atento como para cortar el turrón en trozos que se pudieran comer de un bocado. Mientras estaba enfrascado en la tarea, le expliqué qué era lo que tenía en frente y le insistí en que se quedara con un pedazo para que lo probara.
Con mi turrón repartido en dos platos, fui a la recepción y empecé a ofrecérselo a los demás que estaban ahí. Todos mostraron curiosidad, pero me di cuenta de que, tras probar un trozo, a algunos les gustó el sabor más que a otros.
Tres compañeros de Global Voices me preguntaron por qué no había llevado cebiche. El cebiche es el plato bandera de la cocina peruana, y los peruanos estamos antipáticamente orgullosos de nuestra cocina, así que mi orgullo nacional me hizo sonreír: "Esta vez no hay cebiche, chicos. Pero prueben un poco de turrón".
Después de 15 minutos, ya no quedaba turrón. En los platos solamente quedaban migas. Lamentablemente, no tomé fotos del momento. Échenle la culpa al cansancio y la diferencia horaria.
Entre las risas y las explicaciones de lo que estaba ofreciendo, tuve la maravillosa sensación de que compartía un pedacito de mi país con personas de casi todos los rincones del mundo. Y esa es una de las cosas que me fascina de esta maravillosa comunidad: lo enriquecedor que es compartir un momento, un trocito de mi rincón del mundo con alguien que, a la vez, comparte conmigo un trocito de su rincón del mundo en un infinito proceso de aprendizaje.
¡Realmente somos globales!
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Aunqie sólo compartamos palabras y sentimientos sigamos siendo globales amiga. Que esta ventana siga abierta a todos por mucho tiempo. Bonito este medio que tiene el poder de comunicarnos. Te deseo una Feliz🎄 Navidad Gabriela, que la puedas compartir con todos los que quieres.
ResponderEliminarBesos🙅
Compartir palabras y sentimientos es casi abrir el corazón, y si se hace a través de esta ventana pues casi nos volvemos transparentes.
Eliminar:D
Tu acto fue lindo. Felices fiestas.
ResponderEliminarHasta pensé por qué no se me ocurrió antes.
EliminarQué bonito poder compartir y mostrar algo de las delicias culinarias de nuesrro país. El turrón de doña Pepa es una de ellas. No podía ser de otra manera. Felicidades! Y Feliz Navidad para todos!
ResponderEliminarSe me hizo difícil escoger entre tantas cosas ricas. Al final, ganó el turrón por ser lo más fácil de transportar, menos frágil.
EliminarQue linda anécdota Gabriela, esos detalles enriquecen nuestro corazón.
ResponderEliminarFeliz Navidad! Un fuerte abrazo!
Y se recuerdan para siempre.
EliminarGracias, feliz Navidad también.
Tuve curiosidad por saber dónde queda Colombo, ya que nos dijiste que se llega después de un largo viaje. Descubrí que está en Ceylán.¿ Qué fuiste a hacer allí?
ResponderEliminar¿Curiosa no?
Un saludo cariñoso desde Argentina, Felices Fiestas para vos y espero algún día probar ese turrón. Por aquí plena época de turrón" made in Argentina"
Fui para la conferencia de Global Voices, que esta vez nos llevó hasta Sri Lanka. Toda una aventura.
EliminarLo que hubieras llevado, Gabriela, iba condenado al éxito. No tengo reparos en decir que la peruana es la mejor cocina del mundo.
ResponderEliminarOjalá en alguna oportunidad futura podamos compartir algún plato de nuestra espectacular, ejem, cocina.
EliminarSiempre es interesante leer tus experiencias y lindos recuerdos de tus viajes, te felicito por esa forma tan amena que tienes para narrarlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, y gracias por leer y comentar.
EliminarLa magia de compartir, que pases un bello 2018. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan.
ResponderEliminarCompartir cualquier cosa con amigos tiene magia propia.
EliminarGracias por venir y lo mejor en 2018 también para ti.
Gabriela, conheço a gastronomia do teu país e sei que é deliciosa.
ResponderEliminarFeliz Anonovo!
Beijinhos da Nina
Realmente, nuestra cocina no tiene pierde.
EliminarFelicidades en 2018 también. Nina.
Bonito relato, el turrón no puede faltar en nuestras mesas en estos días.
ResponderEliminarFeliz 2018!
Aunque nuestro turrón es bastante diferente al español, es una buena opción para compartir con amigos.
Eliminar¡Feliz 2018 también!
Debes ser una de las pocas personas que va y ves llover en un paìs tan lejano . Que lindas son las experiencias vividas con tantas culturas distintas y poder compartir una parte de tu gastronomìa .
ResponderEliminarDeseo que tengas un !!Feliz Año 2018 !!!
Un beso , cuìdate .
A falta de lluvia en este desierto sobre el que se alza Lima, ver llover durante días es simplemente una novedad.
EliminarEn este 2018 que va a comenzar, te deseo todo lo mejor Gabriela. Feliz 🎄 🔔 🥂 Año Nuevo. Seguimos.
ResponderEliminarBesos🙅〰〰💕
Lo mejor para ti también, Laura. A por más fotos de motos en 2018.
EliminarUn vecino nuestro es Peruano y siempre anda preparando cebiche... Pero esta vez el turrón fue el triunfador absoluto, Gabriela. ¡Gran idea la tuya! Y preciosa reflexión sobre la importancia y lo enriquecedor que es compartir...
ResponderEliminarUn beso enorme de las dos y nuestros mejores deseos para el año que comienza
J&Y
Seguramente el vecino peruano habla mucho de nuestra comida. Ya se habrán dado cuenta del importante factor de orgullo nacional que es para los peruanos. Por eso digo que somos antipáticamente orgullosos de la comida peruana.
EliminarQue legal! Adoro conhecer culinária de outros países. Fiquei curiosa para conhecer o sabor, deve ser delicioso.
ResponderEliminarBjos, desejo um novo ano cheio de alegrias e felicidades. E quando vir para o brasil dá uma parada aqui em Osório, adoraria te receber.
Estuve en Brasil pocos días en diciembre, en Sao Paulo. para una visita más larga, pasaré por Osorio. Gracias.
EliminarGracias me ayudó mucho 💗💗💗
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