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Una pareja camina de la mano por la calle. En la mano libre, él lleva la correa de un perro pequeño que avanza a paso ligero que casi lo obliga a correr. Ella trata de mantener el ritmo que el perro le impone al hombre. Los dios ríen y luego miran a la mascota, que ha dejado en claro quién manda a quién.
Un niño señala con la mano un gato que duerme plácidamente en uno de los rincones de un parque miraflorino que se ha hecho famoso por albergar felinos por todos lados. El niño divisa otro gato más allá y también lo señala, luego ve que hay otro y otro. Al final opta por dejar de señalarlos y se deleita mirándolos de lejos, pasando de uno a otro con ojos traviesos y riendo a más no poder.
La carpa donde se reciben donaciones muestra cantidades enormes de paquetes, de cajas repletas de comida, de frazadas. Todo está empaquetado y embalado, listo para ser enviado a donde más se necesita. Al día siguiente, es evidente que son otros los innumerables paquetes que en horas llegarán a aliviar las necesidades en lugares donde durante días interminables el cielo no dejaba de mojarlo todo.
Hola Gaby
ResponderEliminarComo siempre disfrutando de tus relaros, éste es muy especial, en cuatro párrafos deleitas toda la travesía miraflorina que nos acontece en el día a día.
Genial, como siempre.
Saludos y paz en estos días de reflexión.
Y que están ahí, listos para quien quiera verlos.
Eliminara partir de tus lindas estampas otoñales parece que todo vuelve a la normalidad y me alegra saberlo...
ResponderEliminarpor aquí la primavera cálida ha entrado y se preparan las plantas a alegrar jardines y balcones con sus flores. Pero falta el agua, tal vez esta noche moje la tierra...
Ojalá se moje la tierra por esos lares, Chusa. Por acá, esperamos que no caiga agua del cielo por mucho tiempo.
EliminarGracias por el 'paseo' por mi Lima.
ResponderEliminarEsa Lima que te extraña y te espera.
EliminarMe gustan tus estampas otoñales. Parece que ya el sol se cansó de brillar por aquí y comienza a anunciarse el otoño. Qué bueno que continúe el espíritu de ayuda y buena voluntad para los que aun sufren los efectos de este verano tormentoso.
ResponderEliminarPues ojalá se canse del todo y nos dé tregua, que ya fue suficiente.
EliminarAí Outono, aqui Primavera.
ResponderEliminarFeliz Páscoa, Gabriela.
Beijo
Feliz Pascua, Nina.
EliminarNos alegramos de que haya dejado de llover de esa manera y de que la solidaridad "inunde" de ayuda esa carpa... Qué bien que llega el otoño, climaticamente hablando, a tu país, aquí poco a poco nos metemos de cabeza en otro tórrido verano...
ResponderEliminarUn beso grande de las dos
J&Y
Ahora que lo peor ya pasó, es momento de poner el hombro para reconstruir y hacer que los afectados retomen la vida tan normal como sea posible, y hasta mejor si se puede.
EliminarHola Gabriela! Que bien que haya dejado de llover por tu tierra. Aquí más que primavera, parece verano ya... y hacen falta las lluvias.
ResponderEliminarLa solidaridad en casos de catástrofes, nos hace pensar que el alma humana no está perdida del todo...
Besos
Por aquí, tenemos un otoño que más parece verano también. Pero por las noches ya el calor está desapareciendo... ya era hora.
EliminarMenos mal que paró la lluvia.
ResponderEliminarQue seria del humano sin ofrecer ayuda.
Besitos muchos y gracias por estar.
Lo bueno de los malos momentos es que se puede ver la disposición de quien quiere ayudar.
EliminarOlá Gabriela!
ResponderEliminarLi seu texto relatando sobre a tragédia que ocorreu no teu País, devido ao mau tempo. Lamento muito! Felizmente a situação está se normalizando e voltando a paz e a esperança de dias melhores para as pessoas que foram atingidas. E, realmente, em momentos como este este, a solidariedade se faz necessária. Bom saber que ainda existem pessoas especiais que fazem a diferença no mundo.
Um prazer visitar teu blog e parabéns pela ótima escrita.
Grande abraço.
Muita luz !
Te doy la bienvenida, Ilca.
EliminarPues sí, ahora lo que viene es retomar la vida diaria para todas las personas afectadas. Ojalá no tome mucho tiempo.
Mucha luz también para ti.
Tu gran poder de observación, Gabriela, te permite ver lo que otros no logran hacer y llevar a tu alma pequeñas grandes cosas. Ganancia espiritual para ti...y tus lectores.
ResponderEliminarGracias, Esteban, aprecio mucho esas palabras. Me animan a seguir buscando estampas.
EliminarMe alegra que tus estampas traigan más tranquilidad y alejen las lluvias.
ResponderEliminarSigue observando y mirando bien Gabriela, así "vemos" a través de tus palabras.
Buen fin de semama.
Besos.
Seguiré observando, Laura, no lo dudes.
EliminarBuen fin de semana también para ti.