Dicen que los peruanos somos creativos e ingeniosos. De eso no me cabe duda, pero me imagino que lo mismo se puede decir de todas las personas, independientemente de su lugar de origen.
Pero tanta creatividad tiene una parte negativa. Y es que cuando se inventan palabras, el resultado puede ser desastroso.
Hace pocos días, tuvimos en el Perú elecciones para decidir quiénes serían nuestras nuevas autoridades municipales, provinciales y regionales. En las semanas y días previos al proceso, hubo montones de entrevistas de todo tipo a candidatos, líderes políticos y a autoridades encargadas de organizar y vigilar el proceso.
Una de esas entrevistas se trató sobre el procedimiento al momento de emitir el voto. El entrevistado era una autoridad electoral de cuyo nombre felizmente no me acuerdo a quien el periodista radial preguntó qué debía hacer un ciudadano que tenía su documento de identidad vencido, sobre todo si se tiene en cuenta que ese documento es imprescindible al momento de sufragar.
La respuesta fue más o menos así: "En principio, esa circunstancia no debería recortar el derecho ciudadano de emitir el voto. Pero recomiendo a los electores no negligir y renovar su documento con la debida anticipación".
¡Negligir! El negligente neglige... ¿y el diligente? ¿¡Dilige!?
Pero la cosa no quedó ahí, pues ese mismo día más tarde, al pasar por una avenida limeña, vi un tremendo cartel que decía: "Asociación Tal y Cual: Discipulando juntos".
¡Discipular! ¿Somos todos discípulos? ¿Acción de ser discípulo?
Como diría el querido Condorito:
Pero tanta creatividad tiene una parte negativa. Y es que cuando se inventan palabras, el resultado puede ser desastroso.
Hace pocos días, tuvimos en el Perú elecciones para decidir quiénes serían nuestras nuevas autoridades municipales, provinciales y regionales. En las semanas y días previos al proceso, hubo montones de entrevistas de todo tipo a candidatos, líderes políticos y a autoridades encargadas de organizar y vigilar el proceso.
Una de esas entrevistas se trató sobre el procedimiento al momento de emitir el voto. El entrevistado era una autoridad electoral de cuyo nombre felizmente no me acuerdo a quien el periodista radial preguntó qué debía hacer un ciudadano que tenía su documento de identidad vencido, sobre todo si se tiene en cuenta que ese documento es imprescindible al momento de sufragar.
La respuesta fue más o menos así: "En principio, esa circunstancia no debería recortar el derecho ciudadano de emitir el voto. Pero recomiendo a los electores no negligir y renovar su documento con la debida anticipación".
¡Negligir! El negligente neglige... ¿y el diligente? ¿¡Dilige!?
Pero la cosa no quedó ahí, pues ese mismo día más tarde, al pasar por una avenida limeña, vi un tremendo cartel que decía: "Asociación Tal y Cual: Discipulando juntos".
¡Discipular! ¿Somos todos discípulos? ¿Acción de ser discípulo?
Como diría el querido Condorito:
Olá, tudo bem?
ResponderEliminarMenina por aqui também acontece isso. Os políticos querem falar bonito e inventam novas palavras, ou fala errado mesmo. Mas nessa ultima eleição para presidente é desestimulador assistir os debates. Parecem lavadeiras brigando por um pedaço de sabão. Uma vergonha. O que esperar de uma país com pessoas assim querendo o poder.
Fiquei muito feliz com sua mensagem. Vamos trocar uma arte. Vou te enviar meu e-mail e vou fazer uma presente pra ti.
sulprinter@terra.com.br
Bjos tenha um ótimo dia.
Eso es lo que pasa, Anajá, quieren hablar bonito y terminan creando palabras y usando mal otras con lo que el resultado es un desastre.
EliminarJejeee... el exigente exige...
ResponderEliminarDiscípular no lo había oído nunca, voy a buscarlo... pero suena a formar discípulos.
Exijamos entonces.
EliminarYo dudo entre formar discípulos y ser parte de un grupo de discípulos. Como no está en el diccionario, nunca lo sabremos.
Bueno, ese señor parece que "negligió" en su curso de Castellano, cuando estaba en primaria. Y simplemente no votaría nunca por el candidato del cartel.
ResponderEliminarEso o negligió su profesor de Castellano, o tal vez "ese día no fue clase".
EliminarSi es que cuando faltan las palabras... se inventan!
ResponderEliminarPero todo tiene un límite, Chusa, o al menos debería tenerlo.
EliminarJajaja los políticos quieren hablar tan bien que echan mano a palabras inventadas. Donde esté la sencillez! ! Un abrazo
ResponderEliminarEstos inventan palabras, pero las más comunes no las conocen. Por ejemplo, sencillez, no la deben tener registrada.
EliminarNeologismos!
ResponderEliminarOcorre constantemente. Alguns permanecem outros não!
Beijinhos
Mejor que no permanezcan, Nina.
EliminarEste lunes comenzó una campaña publicitaria en canarias la marca Danone con su producto Danacol, Danacol lo promocionan como una solución para controlar el colesterol y todas las vallas publicitarias decían. en la carretera no pases + 120 y con tu COLETEROL +200, dos día tardaron en cambiar los carteles para bochorno de la la marca. ¿No hay nadie que revise estas erratas? En todas las casas.... Besos amiga.
ResponderEliminarEso mismo me pregunto yo cuando veo tremendos errores. En este caso, es una letra faltante, pero en otros es una palabra mal escrita, con V en vez de B, o C por S, o sin una H.
EliminarEs que esto no debería pasar, los carteles pasan por delante de muchos ojos, y al menos los mío saltan cuando hay un error dando vueltas.
Mi voto no seria nunca para alguien que no sabe hablar. Eso lo tengo claro.
ResponderEliminarPor otro lado, las "palabras" me hicieron divirtieron mucho.
¡Menuda inventiva!
Un besito, Gabriela
Yo pienso igual, como un candidato que pedía que lo eligieran... pero con J. Descartado de inmediato (tampoco era el de mi preferencia).
EliminarOcurre en todos lados. Aquí una diputada, con la historia del feminismo, dijo " los jóvenes y las jovenas".
ResponderEliminarLo peor es que no se le cayó la cara de vergüenza
Esa historia del feminismo, de hablar de ciudadanos y ciudadanas, niños y niñas, merece todo un tratado... y no solamente referido al lenguaje en sí, también un estudio psiquiátrico.
EliminarCreí que los políticos chilenos marcan la pauta del poco cuidado al hablar, con sus reiterados "hace años...atrás" o los constantes "vuelvo... a repetir", pero veo que hay casos peores.
ResponderEliminarLo terrible es darse cuenta de que siempre podemos encontrar peores ejemplos, Esteban.
Eliminarme ha encantado tu blog te encontre de casualidad
ResponderEliminarGracias, te doy la bienvenida.
EliminarPassando para lhe desejar uma ótima semana.
ResponderEliminarBjos
¡Gracias!
EliminarPasa en todos sitios igual. Si intentaran hablar con normalidad y usando las palabras de todo la vida, no cometerían tantos errores. Pero la charlatanería tiene esos fallos.
ResponderEliminarBuena semana.
Un beso.
Es que hay gente que no puede hablar normal, tienen que lucirse y en ese intento, quedan muy mal.
EliminarLLevo un ratito poniendome al dia de tus entrañables y pintorescas entradas... que aunque a tí te parezcan simles, con tu pluma las haces importantes, bueno con tus teclas jijii.
ResponderEliminarBesitosss .
Gracias Golosengus. Lo mismo puedo decir de tus recetas.
Eliminar:D
Errores que causan risa, me recordaste uno : "Y si Sud Africa?...usara desodorante?"....suda...je je...politicos, en fin.
ResponderEliminarbesos, feliz fin de semana!!
Hay que verle el lado cómico, Patricia.
EliminarJajajaja, es triste pero me hiciste reir.
ResponderEliminarSaludos
Bienvenida, tocaya.
EliminarCoincido contigo en que es triste, pero es la realidad.
Qué perlitas cuando inventan palabras. Y decir inventan es muy generoso. Tal vez aplicaría más decir que las destruyen.
ResponderEliminarY de paso, destruyen el idioma, Carmen.
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