El otro día, al abrir mi correo, encontré en mi bandeja de entrada un nombre que no conozco. Con cierto temor de que fuera una de tantas trampillas que tiene el ciberspacio, abrí el mensaje. Normalmente, mensajes así van directo a la papelera sin abrirse siquiera y de ahí también los elimino. Pero algo me hizo abrir el mensaje, que decía:
Otras veces, he recibido mensajes así pero de personas que conozco, que obviamente me han mandado el mensaje por error al querer marcar otra Gabriela o el nombre que me antecede o me sigue en su lista de direcciones. Esta era la primera vez que me pasaba con totalmente desconocido. Las preguntas comenzaron a surgir: ¿quién es esta persona? ¿De qué reunión me habla? Y más intrigante, ¿de dónde tiene mi dirección alguien cuyo nombre jamás he escuchado siquiera? Tras vencer más dudas, le contesté:
Con las dudas absueltas y todo aclarado, después de desearnos un buen día, me llegó el último mensaje:
Querida Gabriela: gracias por una reunión tan útil. Habrá seguimiento, tal como discutimos ayer. Felicitaciones a ti y a tu equipo por un excelente trabajo mostrando sostenibilidad en el terreno. Tengo muchas ganas de llevar adelante la colaboración con el programa en colegios.La intriga aumentó cuando vi que el mensaje venía acompañado del logo de un organismo internacional, con dirección física en Barbados. Ese es un lugar del Caribe que no conozco, pero que no estaría mal visitar.
Otras veces, he recibido mensajes así pero de personas que conozco, que obviamente me han mandado el mensaje por error al querer marcar otra Gabriela o el nombre que me antecede o me sigue en su lista de direcciones. Esta era la primera vez que me pasaba con totalmente desconocido. Las preguntas comenzaron a surgir: ¿quién es esta persona? ¿De qué reunión me habla? Y más intrigante, ¿de dónde tiene mi dirección alguien cuyo nombre jamás he escuchado siquiera? Tras vencer más dudas, le contesté:
Gracias por esas palabras tan amables... pero tengo la leve sospecha de que me estás confundiendo con otra Gabriela. Aunque por tus palabras, puedo decir que trabajar contigo debe ser un placer. Creo que si todos los gerentes se dirigieran a sus equipos con ese mismo lenguaje alentador, los equipos trabajarían más contentos. Una pequeña duda viene a mi mente: ¿de dónde sacaste mi dirección? Es decir, ¿estamos conectadas de alguna manera? Que tengas un buen día. ¡Saludos desde Lima, Perú!Su respuesta me lo aclaró todo, pues me dijo que sacó mi dirección de un mensaje recibido pocos días antes. Recordé ese mensaje, donde una persona que conozco por trabajo me mandaba fotos de un viaje. Era evidentemente una confusión de su parte pues lo poco que hablamos no amerita, para nada, que me haga partícipe de su viaje.
Con las dudas absueltas y todo aclarado, después de desearnos un buen día, me llegó el último mensaje:
Bueno, el Universo debe haber querido que nos conectáramos.Eso habrá sido.
Ya conectasteis... y nunca se sabe... lo mismo también visitas próximamente o en un futuro, la isla Barbados...
ResponderEliminarArena blanca, mar azul. No es mala idea, Milena.
EliminarWell, that's kind of a neat coincidence. :)Sometimes good things happen in mysterious ways.
ResponderEliminarAnd this was a really good coincidence, Isobel.
EliminarQué bonito que colocaras esa respuesta, con el ritmo de hoy pocas personas se dan el tiempo para agradecer o felicitar al equipo! como que el trabajo bien hecho está implícito!
ResponderEliminarMe hubiera parecido un desperdicio que ese mensaje tan alentador se perdiera por un error, Renata.
EliminarDe verdad que fue una linda equivocación. A veces el Universo nos depara sorpresas muy agradables y para eso debemos estar con la disposición de que lo bueno y bonito está siempre en nuestro entorno.
ResponderEliminarFelizmente fue una equivocación con buena fe, Virginia.
EliminarGabriela, o equivoco está esclarecido, mas, nos tempos que correm é sempre perigoso abrir mensagens provenientes de desconhecidos, já que, circulam por aí verdadeiras histórias de quase terror. Por norma, se não conheço o emissor, não abro a mensagem.
ResponderEliminarDesejo-te um feliz fim de semana.
Beijo
Lo sé, Nina, lo pensé mucho antes de abrir el mensaje y una vez abierto, dudé si contestar o no. Normalmente, esos mensajes van directo a la papelera y de luego los elimino de la papelera.
EliminarSi el Universo ha querido conectados quizá no deberíais decir adiós muy buenas y mantener el contacto, Gabriela.
ResponderEliminarPodría surgir una bonita amistad.
No es mala idea, Marta.
EliminarYa dice la canción: La vida te da sorpresas, sorpresas te la vida.
ResponderEliminarFelizmente, fue una sorpresa de las buenas, Acirema.
EliminarNunca se sabe, a lo mejor es un comienzo de una gran amistad. Muy bueno, pero ten cuidadín al abrir los mails... el peligro está ahí fuera. Un abrazo
ResponderEliminarSoy consciente de eso, Releante. Lo pensé mucho antes de abrir el mensaje.
EliminarGABRIELITA LINDA.YA ME CONTARAS, CUANDO ESTES EN
ResponderEliminarBARBADOS. LA COSAS SIEMPRE SUCEDEN POR ALGO. BUE-
SUERTE. TE QUIERO.
COTITI.
Ojalá así fuera, Consuelo. Gracias por los buenos deseos.
Eliminarmmmmm..¿se habrá formado una pareja? Cuando estés en Barbados mandanos fotos...jejeej!
ResponderEliminarBesoss
Difícilmente, Norma, ja, ja.
EliminarUn sorpresa agradable, no descartes esa dirección nunca se sabe que otra sorpresa te puede dar.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez lleguen más sorpresas, Chelo.
EliminarEl lugar del encuentro no está nada mal arena blanca y un mar precioso de color. Quién sabe, a lo mejor os conocéis alguna vez:))
ResponderEliminarMenos mal que el emisario del correo era gente buena:)) Por norma abro ningún correo desconocido, en eso soy muy desconfiada.
Buen domingo.
Un beso.
Como la canción, Laura: arena blanca, mar azul.
EliminarLa verdad es que yo no me fío de mensajes así porque suelen llevar virus. Por suerte el tuyo era interesante y bien intencionado. No pierdas la ocasión Gabriela.
ResponderEliminarTampoco me fío de mensajes así, Chusa. Por lo general, ni los abro, pero este fue interesante.
Eliminar¡Qué bueno Gabriela!!!
ResponderEliminarNunca se sabe lo que una casualidad puede deparar. Es cierto que también debemos estar receptivos, si no estás cosas hermosas pasarían desapercibidas.
Un beso
Laly
Cierto, Laly, una dosis de desconfianza no viene mal, pero a veces hay que ver las cosas desde el otro lado.
EliminarAs vezes o engano no fazem conhecer pessoas geniais. Já me aconteceu, eu tenho o hábito de errar o nome das pessoas e confundi-las. Que bom que tudo se resolver bem.
ResponderEliminarBjos e tenha uma ótima semana.
Gracias, Anajá, y una excelente semana para ti también.
EliminarLa suerte de no mandar un mail al trash!...pero que linda coincidencia. Una experiencia más que quizás te lleve a conocer ese lugar intrigante y bello como lo es Barbados.
ResponderEliminarFue pura suerte, Iela, porque también pudo haber sido una trampa de esas que son materia corriente en Internet.
EliminarBarbados se me figura atractivo, lleno de palmeras y arena blanca, agua tibia y gente cálida.
ResponderEliminarTengo esa misma idea de Barbados, Esteban.
EliminarNão, gabriela, não vi esse filme, mas tenho a certeza que iria gostar muito.
ResponderEliminarBeijo
Con toda seguridad, Nina, te encantarían.
EliminarEl ciberespacio también tiene sus misterios. Seguro que volvereis a contactar, ya lo verás :D
ResponderEliminarBesazo
A ver si se cumple tu pronóstico, Dolega.
EliminarJaja... yo no creo en las casualidades, eso es el destino! oye, que yo al Caribe me iba! :P
ResponderEliminar¿Y de ahí a París? ¿Por qué no?
Eliminar:D
Bom domingo, Gabriela!
ResponderEliminarBeijo
¡Gracias, Nina!
Eliminarbueno amiga, por lo menos el mensaje fue lindo.
ResponderEliminarUna vez yo recibí en el celular dos mensajes, de diferentes números:
el primero agradecía la increíble noche que había pasado a mi lado
el segundo me decía que yo era una zorra cualquiera
ya te imaginas la cara que puse ante los dos mensajes jajajaja pero me río imaginando la cara del emisor cuando le dije que era mensaje equivocado :)
saludos Hilda
Nunca he recibido ese tipo de mensajes, pero creo que haría lo mismo que hiciste.
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