Hace algunas semanas, AleMamá (que en estos días está celebrando siete años de su blog Despejado y cálido) lanzó un reto: narrar una historia en 50 palabras, incluido el título. La idea estuvo dándome vueltas en la cabeza, pero no se me ocurría nada. Hasta que encontré este zapato en la calle. Y la inspiración llegó.
Un día, quedé impar, solo, abandonado. Como casi siempre se nos necesita de a dos, el dueño decidió que ya no le servía. Pensar que lo acompañé tantas veces a lugares a donde siempre soñó ir, dándole comodidad a sus pasos, a sus pies… creí merecer una suerte mejor.Cyrano también publicó su cuento en 50 palabras, mucho antes que yo.
Gabriela, gostei da personificação do sapato e do teu poder de síntese.
ResponderEliminarBeijinhos
Gracias Nina. ¿Por qué no lo intentas en tu blog?
EliminarAhora podrias escribir "la secuela" basandote en el zapato que se perdio. Lo imagino siendo encontrado pero... ya no esta su par. No dudo que lo harias igual de bien.
ResponderEliminarBesos,
Silvana
No se me había ocurrido, Silvana. Gracias por la idea.
EliminarDile al zapato: qué mejor suerte que ser uno ya, por fin !!
ResponderEliminarTal vez le evitaríamos una crisis de identidad, Milena. Buen punto.
EliminarUna historia muy buena... digna de primer premio de concurso. Un abrazo
ResponderEliminarBienvenido, José. Y gracias por tan elogiosas e inmerecidas palabras.
EliminarLo han abandonado por viejo? ¡pobrecito ! ¿y el otro?
ResponderEliminarUna buena historia. Dicen que lo buneo si breve dos veces bueno y eso es lo que le pasa a tu historia.
Un abrazo
El otro se fue, Chelo, como nos cuenta Acirema más abajo.
EliminarPor que não?
ResponderEliminarParece-me uma boa sugestão!
Vou pensar.
Beijinhos
Piénsalo, Nina.
EliminarSe fue. Cómo pudo olvidar los pasos que dimos juntos, los charcos que atravesaos, las rayas del camino, y hasta aquella vez que casi, casi, pisamos caquita de perro. Pero no importa, estoy seguro que algún día nos encontraremos y seguramente iniciaremos un nuevo camino, más viejos, pero más sabios.
ResponderEliminar(50 paoabras)
Buena respuesta, Acirema. Esa es la otra parte de la historia, también en 50 palabras.
EliminarHay que ver todo lo que se puede contar con sólo 50 palabras. Buena historia:))
ResponderEliminarUn beso
Gracias Laura. Y eso que he contado historias en menos palabras... y en orden alfabético además.
EliminarResulta admirable esa capacidad de síntesis que habéis demostrado tanto Cyrano como tú.
ResponderEliminar¿Podré hacerlo? Ya sabes que me cuesta ser parca en palabras...
¡¡¡Menudo reto!!!!
Te lanzo el desafío, Laly. Te va a salir algo muy bueno, vas a ver.
EliminarSaludos de USA.
ResponderEliminarQuerida Gabrielita. Siempre me sorprendes gratamen-
te.Exactamente 50 palabras, igual que Cyrano.Me en-
canto tu entrada. Te quiero.
Cotiti.
Es que no valía que fueran más, Consuelo. Gracias por la visita.
EliminarNo te preocupes Gaby, encontró la libertad, ya no necesita ir de a dos.
ResponderEliminarBesossss
Bien por él entonces, Norma. Y que sepa usarla sabiamente.
EliminarTe salio preciosa y hasta conmovedora la historia!felicitaciones!
ResponderEliminarbesos,
Me hiciste pensar en la canción que dice "zapatos rotos, zapatos rotos, con esta facha, ¿a dónde van?"
EliminarHola Gabi!
ResponderEliminarNadie le dedicó nunca más lindas palabras a un zapato!!! suerte que pasaste tú por allí!
Un Besazo preciosa!
¡Gracias Caro! Ojalá que así no se sienta tan solo.
Eliminar:D
Bom fim de semana, querida!
ResponderEliminarBeijo
¡Gracias Nina!
EliminarPerfecto tu monòlogo sobre el zapato. Admiro tu capacidad de sìntesis, en 50 palabras no es fàcil decir tanto. La fotografìa es estupenda también, te felicito Gabriela por esta nueva entrada.
ResponderEliminarPasaré a leer luego el texto del mosquetero Cyrano.
Feliz fin de semana, Gaby
Chusa
El zapato fue un feliz hallazgo un día de caminata por calles miraflorinas, Chusa. Pensar que casi lo dejo pasar.
EliminarSeguí esta filosofía en mi penúltima entrada de blog "Breve historia de un encuentro"; a veces lo breve llega mejor a lo esencial.
ResponderEliminar50 palabras ya es un reto aún mayor.
Te salió re-bueno el relato.
Saludos!
Bienvenida Luz, Carol, Carolinda, Ayawé the wolf, y se inventan más. En un rato paso a ver tu relato breve.
EliminarGracia Gabriela por tu contestación, con feedback da gusto :-). Puedes elegir un sólo nombre, Carol el de pila. La entrada es esta:
Eliminarhttp://de-las-txikicosas.blogspot.com.es/2012/08/breve-historia-de-un-encuentro-perros.html
Gracias a Esteban te he descubierto por aquí, y la verdad estoy empezando a leer más entradas tuyas, me resultan muy interesantes y en un tono cercano. Nos veremos más ;-)
Definitivamente, Carol, nos veremos más.
EliminarComo ves, me gusta contestar todos los comentarios que recibo. Creo que es parte importante de la interacción escritor-lector.
Nunca es tarde cuando la musa llega!...Pero te salió muy bien 50 palabras concisas y con un mensaje claro.
ResponderEliminariela
Felizmente llegó, Iela. Más vale tarde que nunca. Gracias por la visita.
EliminarNo se como puedes escribir solo cincuenta palabras amiga, te imagino como a mi mujer que cuando empieza a hablar con una amiga se calienta y no hay quien la pare, tu con tu pluma.
ResponderEliminar50 Besos.
Lo mismo digo cuando leo tus recetas, Fernando. Lo haces parecer tan fácil. 50 gracias.
EliminarExcelente, como siempre!!!
ResponderEliminarDigo lo mismo de tu historia, Cyrano.
EliminarGabriela, o que acontece é que arranho, não toco, muitos violinos.
ResponderEliminarBeijo
Pues sea como sea, lo haces muy bien.
EliminarGran poder de síntesis, Gabriela.
ResponderEliminarEl zapato aquel debe estar feliz y sentir que so soledad tuvo premio.
Tal vez el solitario zapato nunca se lo imaginó, Esteban.
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