Imagen |
Inmediatamente, pensé en mis amigas de Retro y con encanto: "ellas sabrían qué hacer con este tronco". Y ahí decidí llevármelo a la casa a mi vuelta.
Regresé por otro camino y olvidé el tranco.Tres días después, pasé de nuevo por el mismo lugar. El tronco seguía ahí y recordé que había pensado llevármelo. Entonces me dije: "hoy sí me lo llevo". Lo creí fácil, mi idea era tomarlo al vuelo y llevarlo a casa.
Estiré la mano y me di con la sorpresa de que el tronco era mucho más pesado de lo que parecía. Lo levanté y caminé la cuadra que me separaba de mi casa. Lo dejé en el lavadero, con la idea de darle un baño antes de pensar qué uso darle.
Por una casualidad, un electricista fue a mi casa a hacer un arreglo rápido. Vio el tronco y me dijo: "está bonito, ¿en qué lo van a usar?
Lo cierto es que hasta ahora no lo sé, acepto sugerencias.